Caecus amor (Malec)

39. Extraña sensación familiar

[Día 14]

Alec estaba acurrucado en su cama, una pequeña sonrisa en sus labios mientras recordaba la mañana del día anterior, despertar en la cama y entre brazos de Magnus. El calor de su cuerpo y la suavidad de sus caricias.

Magnus era tan lindo con él, las manos acunaban su rostro con tanto cuidado y sus labios frotaban los suyos como si temieran hacerle daño. Y Alec quería pedirle más, que lo besara con fuerza, que no lo tratara así. Toda su vida había sido así, echo a un lado, ignorando o tratado con condescendencia. Él quería un beso de verdad, saber como besaba Magnus Bane cuando no tenía miedo de herir.

Habían tardado en salir de la cama. Alec tan cómodo como no recordaba haberlo estado nunca, sus ojos cerrados y aunque de verdad deseaba con todo su corazón ver a Magnus en ese momento, su rostro libre de brillos y artificios -como había sido en su sueño-, también se sentía perfecto sólo hundirse en las sensaciones y perderse en los sentidos restantes: el olor a sándalo y magia flotando siempre cerca de Magnus, el calor de su cuerpo, la suavidad de las sábanas y de las manos de Magnus mientras acariciaba a Alec con cuidado, la fortaleza de sus brazos al rodearlo y atraerlo hacia él.

Magnus se había tensado un momento cuando notó que estaba dejando a su cuerpo tomar el control. Si bien no buscaba sexo, estaba dejándose llevar al arrastrar al inocente cazador sobre él. 

Pero Alec quería esto: sentirse vivo.

Alec se había acomodado sobre Magnus, su barbilla en su pecho, y sus manos en su rostro, sus dedos recorriendo aquella piel suave. Magnus había besado las yemas de sus dedos cuando rozaron sus labios, hubo un amortiguado "Lo siento", pero Alec había negado: -No te disculpes. Tú... Yo... Ah, tal vez pienses que soy fácil o esto sea incorrecto, realmente no lo sé, no puedo compararlo con nada porque nunca he tenido o sentido nada igual, nunca lo creí posible para mí, Magnus. Y te juro que no pensé que tú y yo...

Magnus había hecho una mueca que Alec no pudo ver. Ahora con más razón se sentía culpable, como si se estuviera aprovechando de Alec. Un cazador joven, inocente e inexperto.

Entonces Alec había subido un poco más, lento, sus labios frotando los del brujo, sustituyendo a sus dedos antes de seguir: -Pero me gusta, Magnus, se siente bien, correcto, y... Es extraño y tal vez pienses que miento, se siente como si no fuera algo nuevo. Te sientes... No sé, como si fuera algo que lleváramos haciendo desde hace tiempo o como si tal vez hubiera estado esperando toda mi vida por esto.

Alec se había detenido, ruborizado y tímido, tal vez Magnus se burlaría de él, casi esperaba que el brujo lo empujara lejos, pero Magnus lo envolvió en un abrazo más fuerte, sólo murmurando un "Te entiendo".

Habían desayunado juntos y después Alec insistió en tomar un taxi hasta el Instituto para no usar más la magia de Magnus. -Debes cuidarte.

Magnus había sonreído, enternecido por la preocupación del cazador de sombras. -Cariño, ya estoy bien de verdad y me sentiré mejor si hago un portal y me aseguro que llegas bien.

Alec había hecho un puchero. -Puedo llegar a salvo yo solo, Magnus.

Magnus había besado ese puchero suavemente, el olor de la magia ya presente. -Yo sé que sí, pero quiero ayudarte en todo lo que pueda. Llámame cuando quieras volver, puedo ir por ti o hacer otro portal.

Y entonces Alec se encontró cruzando el portal, sintiendo el vacío de estarse alejando de Magnus.

Había pasado el resto del sábado sólo en su habitación. Sabía que sus padres estaban en el Instituto, aunque no habían ido ni siquiera a saludarlo o preguntar cómo estaba. E Izzy estaba en una misión importante fuera de la ciudad. Alec había estado a punto varias veces de llamar Magnus y pedirle venir por él ya, nadie notaría su ausencia, pero había logrado contenerse...

-¡Alec! -el grito de Izzy y el sonido de la puerta abriéndose de golpe sacaron a Alec de su ensoñación.

Su hermana se lanzó a abrazarlo y Alec la recibió gustoso. Antes de Magnus, ella era su único contacto con el mundo. Ella y los ocasionales mensajes que Jace lograba mandar de vez en cuando.

-Perdón por llegar hasta hoy, Alec. Era una misión importante y un Lightwood debía estar presente...

Y ese debería ser yo, pensó Alec, pero soy ciego.

Izzy debió entender, porque se apresuró a decir: -¡Pero pronto estarás tú ahí, conmigo! Con la magia del brujo a nuestro favor... ¡Y tendremos también a Jace! Seremos los tres de nuevo...

-Izzy... -Alec comenzó, las palabras listas: No creo que sea correcto usar a Magnus, no quiero hacerlo.

Pero ella lo interrumpió: -Tengo un mensaje de Jace, Alec. Pronto va a ponerse en contacto contigo. Le he contado todo, Alec. Si funciona, él podrá volver y todo será como antes. Como siempre debió ser.

Alec se quedó en silencio. Quería su vida normal de nuevo y a Jace de regreso, su parabatai, pero no la vida de "antes", en esa no estaba Magnus, ¿y realmente valía la pena perder lo que había encontrado por una vida que él no conocía?

CONTINUARÁ...

Jace 🙊

Alec estaba a punto de decirlo 😭💔

Y Magnus sigue con culpa 🙈

¿Listos para saber qué pasa con Jace? Creo que esta "tercera semana" se descubrirán la mayor parte de los secretos 🙈