Caecus amor (Malec)

37. Confesión

[Día 12]

Magnus negó y sonrió, tomó la mano de Alec, deteniéndolo.

-Alexander, de verdad estoy bien. Catarina sólo quería que descansara un poco, para asegurarse que su curación había funcionado, pero no fue nada grave, cariño. Tu flecha no tenía magia y, afortunadamente para mí, no eran las que usas usualmente, tal vez esas me habrían dañado más.

Alec que había comenzado a ruborizarse por ese "Cariño", frunció el ceño e hizo una mueca ante lo último. Definitiva nunca volvería a usar el arco.

Magnus, a pesar de conocerlo de hace dos semanas apenas, sintió que podía casi leer su pensamiento. Tiró un poco de la mano de Alec, haciéndolo perder el equilibrio y caer sobre él.

-¡Magnus! -Alec se veía entre sorprendido y herido, sus ojos llenos de acusación.

Magnus pasó su mano libre por su costado, acariciando suavemente de la cadera hasta las costillas del hermoso Nefilim.

-Alexander -Magnus se removió y tiró de Alec nuevamente, más suave esta vez, hasta que quedó sentado en su regazo.

Alec estaba tan avergonzado. Él nunca había hecho -ni se imaginó  hacer- algo así.

Pero le voz de Magnus era tan suave y llena de cariño que no tuvo fuerzas para levantarse o enojarse realmente.

Magnus siguió con una mano en su cadera, no obligándolo a permanecer con él, ya había aflojado su agarre, pero sí manteniendo el contacto. Soltó la mano de Alec y subió la suya a su rostro, acariciando tan tan suave que Alec cerró los ojos y se apoyó más en el toque.

Los dedos índice y medio del brujo acariciaron sus labios, delineándolos, y Alec recordó el beso del día anterior. Se había atrevido a besarlo y después había estado tan avergonzado que no volvió a mencionarlo.

Había estado desde entonces cuidando de Magnus, cocinando para él, preguntando si necesitaba cualquier cosa, atendiendo llamadas y clientes y diciendo que el Gran Brujo estaría fuera unos días.

Pero ahora Magnus lo estaba tocando de nuevo y Alec quería llorar de todo lo que eso lo hacía sentir.

Realmente le gustaba Magnus, comenzaba a quererlo, pero no creía que él lo quisiera cuando supiera la verdad. Y no se atrevía a contárselo, además.

Le quedaban dos semanas. Podría seguir con el plan y arrepentirse toda su vida.

Podía pensar en una forma de no hacerlo, pero seguir a su lado, buscar otra opción, una disculpa para Izzy y, con suerte, Magnus nunca lo sabría.

Podía contárselo y soportar su odio y lo que fuera que Magnus quisiera hacerle.

O podía no regresar de este fin de semana en el Instituto, simplemente no volver nunca y hacer como que Magnus nunca se había cruzado en su camino.

Magnus besó su mandíbula suavemente antes de abrazarlo. Era un abrazo lleno de ternura. Alec suspiró.

-Escucha, cielo. No diré que soy perfecto o un ángel, no soy tan bueno como pareces creer. Pero tú has tocado algo en mí, en mi corazón, nunca me había pasado. No quiero que te sientas culpable, fue un accidente que pudo pasar incluso si tuvieras tu vista, y no será el último seguramente, pero yo quiero que sigas entrenando, que te demuestres a ti, porque los demás no importan, que eres capaz, que seas feliz...

-Magnus...

"Tú me haces feliz. Más de lo que lo he sido en toda mi vida."

-Sé que no es correcto porque yo prometí entrenarte y no debería haber sucedido esto; que tú eres tan joven, inocente e inexperto; que tal vez debería esperar que el plazo se cumpla, son sólo dos semanas más, pero me gustaría que me des una oportunidad, ahora o después, cuando tú quieras. Alexander, no sé cómo pasó o si debería decírtelo ahora, pero me estoy enamorando de ti. Por favor, Perdóname.

CONTINUARÁ...

Uf, Magnus lo dijo 😱, ¿será bueno o malo?

¿Qué dirá Alec?

¿Qué decisión creen que debería tomar? 🙈