Capítulo 2.

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Después de desayunar y que el ambiente se sintiera algo extraño. Pues sé que esa mujer me amaba y dentro de mi también sentía algo por ella. Pero simplemente no podía llegar a corresponder algo así. No quería lastimarla; ella si me quería bien y no nada mas por mi dinero. Se preocupaba por mi y siempre estaba en los mejores y peores momentos.

-Nos vemos mas tarde.- me acerqué a darle un beso en la mejilla y ella se alejo un poco.

-Hoy no me quedaré aquí, tengo mi casa y asuntos que arreglar.- me sonrió a penas y levanto los platos de la mesa para después irse hacia la puerta y salir.

Respiré profundo y entendí su posición, se comportaba así por mis acciones y las palabras que dije. Siempre he sido un tonto en cuestiones del amor. Tiendo alejar a las personas que de verdad les importo. Esa mujer era demasiado buena para mi.

Tomé las llaves de mi auto y cerré la puerta. Me adentré en el auto que me habían regalado mis padres hace un tiempo ya. Y conduje hacia la oficina.

Esa mujer realmente era buena, pero yo no estaba dispuesto a lastimarla por amar a alguien más. Era como engañar a mi mismo y engañarla a ella. No iba a lastimarla, no la usaría para olvidarme de aquél viejo amor de juventud. Ella se merecía a alguien mejor; alguien que de verdad la valorará y la amará por la mujer tan maravillosa que es. Yo no quería ser el culpable de lastimarla, aunque sabía bien que lastimada ya estaba al no corresponder lo que ella quería y deseaba de mi.

Me estacione en la empresa y baje del auto. Mire mi reloj y faltaban nueve minutos para que la junta comenzará.

Salude como siempre serio a los que se encontraban en el edificio y me dedique a tomar el ascensor. Iba a llegar dos minutos tarde a aquella Junta tan importante donde mi padre también iba a estar presente.

- Cada día te pones más linda, Isabel.- con eso salude a mi secretaria. Era ya una mujer grande, pero sabía que personas de su edad buscaban con más frecuencia trabajo y realmente no pensé mucho en contratarla. Simplemente la entreviste y me nació hacerlo, a veces las personas mayores tenían más inteligencia y cerebro que personas de mi edad.

- Llegas tarde. - mi padre me esperaba con la puerta abierta de la Sala de juntas y yo solo me límite a mirarlo arrepentido.

-Lo siento, solo me atrase unos minutos. -me quedé de pie sin avanzar hasta el.

-Sabes bien que para estos negocios los minutos son importantes.- cerro la puerta antes de entrar y se acercó a mi.- No porque seas mi hijo significa que aguantare estas cosas. Que sea la última vez que pase.- estaba enojado, podía notarlo en su mirada.

Entre a la junta sin decir ni una palabra y me senté a un lado de mi padre. Poco a poco me ha dejado tener más responsabilidades aquí, se que me he ganado cada lugar de este trabajo. Me gustaba trabajar con mi padre, eso está claro. Cuando es un negocio familiar todo es mejor, pero si tenía que ser muy responsable en todo esto y no tener fallas pues para mi padre esta empresa es importante.

Después de unas largas horas de estar encerrado ahí, fui hacia mi Oficina y me dedique a terminar unos pendientes que tenía. Unas voces se escucharon desde a fuera y desde ya supe que esa era mi madre y mi hermana.

-Mamá, que alegría verte por aquí.- salí a recibirla y ella me miro con emoción.

-Hijo, desde que te volviste independiente te olvidas que tienes madre. - se acercó con tristeza y me abrazo. - Eso es lo malo de que hayas crecido. - me susurro en el oído y me abrazo fuerte.

-Sabes que te quiero Ma, nunca podría olvidarme de ti.- bese su cabeza y le devolví el abrazo.

-Bueno, tu hermana ha llegado hoy después de estar estudiando fueras. - se quito para así poderla ver.

Matrimonio a cambio de Amor III (Trilogía)Where stories live. Discover now