Capitulo 17.

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Ambas mujeres salieron del baño, se miraron mutuamente. Miriam estaba encorvada, pues no podía enderezarse a causa de la fractura e inflamación. Sin esperarlo fui a darle un beso en los labios, al ver su mirada supe que había estado llorando.

-¿Ya dejaron todo listo?- mis padres se miraban cómplices y de reojo nos miraban.

-Si, ya esta todo listo. Ya podemos irnos.- mi papa abrió la puerta de la habitación y yo ayude a mi mujer, aunque esta estaba muy seria conmigo, que ni siquiera mirarme quería.

-¿Te ayudo?- mi mama le pregunto y a mi me dejaron de lado, yo fruncí el ceño sin entender absolutamente nada de lo que estaba pasando.

-Por favor.- intento como pudo a que una sonrisa le saliera, de esa boca que me volvía loco.

Mi madre me quito, mi padre llevaba las cosas del hospital. Salimos de ahí, yo iba detrás de ellas por si algo se les ofrecía, miraba como hacia muecas por el dolor. No sabia cuanto podía doler una fractura, pero sabia que conforme mi hijo estuviera creciendo, iba a doler mas. Llegamos al estacionamiento del hospital, subieron las cosas a la cajuela y mi mama ayudo a subirla al auto.

-¡Ay!- una mueca y quejido salieron de sus labios, tenia que agacharse demasiado para poder entrar.- Espéreme, necesito respirar.- arrugo la nariz y se toco la costilla, respiro profundo y cerro los ojos.

-No puedes subir, ¿verdad?-  mi mama estaba muy preocupada, mi padre se acerco a ver como podía ayudar.

-No, duele demasiado.- vi como las lagrimas salían de su rostro y esta ves quise interponerme y ayudar.

-Déjenme a mi.- los hice a un lado y me acerque hacia donde estaba ella.- Intenta meter una pierna primero y después intenta sentarte.- sin abrir los ojos, le hice como le dije.

-Espera.- la voz de mi madre se escucho y ella se detuvo.- Deja te pongo un cojín en el asiento, tal ves si estas mas alta no duela tanto.- esa era una gran idea que a mi para nada se me había ocurrido.

Junto con eso y lo que le dije, logramos que subiera al auto. Yo me subí a su lado, mientras que mis padres tomaban asiento para así podernos ir. Se recargo en la ventana y cerro los ojos; sabia que estaba cansada, creo que había pasado por mucho desde las ultimas semanas y mas con esa visita que tuvimos hoy, creo que no fue nada bueno. Ellos platicaban, mientras que yo la miraba frustrado que ni siquiera quería verme, ni tocarme. Intente poner mi mano en su pierna, ella no hizo nada, nis qiuiera intento poner la suya encima de la mía.

Suspire, esto era difícil. No me encontraba en una buena situación y cada ves esto se complicaba mas de lo que esperaba. Mire por la ventana yo también, mientras que no quitaba mi mano de su cuerpo. Mire como mis padres le daban hacia nuestra casa y yo negué, seguramente esto lo hacían por seguridad. Pues cuando yo me había quedado solo con mi padre, le conté todo lo que había pasado y claramente no querían que les pasara nada malo a mi hijo ni a ella.}

Cuando el auto se detuvo, ella abrió los ojos. Frunció el ceño al ver que no estábamos en su departamento y ante esto mi mama la miro con una sonrisa.

-Queremos cuidarte y que estés bien, sabemos lo que paso y no queremos que corras peligro ni tu, ni mi nieto.- Miriam negó decidida.

-No es necesario, puedo rentar otro departamento y cambiarme de lugar. Pero no quiero ir a venir invadir un espacio y mucho menos ser un estorbo.

-No eres nada de eso, por lo menos déjanos cuidarte unos días, en lo que la hinchazón de tu costilla se baja y te sientes mejor.- mi madre lo tomo la mano y sabia que con ese gesto iba a ceder. Ya casi era fin de semana, sabia que se iba a poner a buscar otro lugar para no permanecer tanto tiempo aqui.

Matrimonio a cambio de Amor III (Trilogía)Where stories live. Discover now