Capitulo 15.

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Me preocupaba que era lo que podía pasar mientras mis papas estaban con Miriam, a lo mejor ella seguía inconsciente y ni cuenta se daba de que estaban ahí. Yo escuchaba atentamente las indicaciones del doctor, pues no quería cometer ningún error. Después de unos largos diez minutos, subí a verla.

Al entrar a la habitación estaban mis padres sentados en el sofá; viéndola dormir. Al parecer no había despertado desde que ellos estaban ahi. Me acerque a ella y bese su frente, de inmediato me sintió y abrió los ojos.

-Para mi verte, es ya sentirme mejor.- susurro y sonrió acariciándome la cara.

Era la mujer mas tierna, romántica y dulce que podía conocer.- Creí que te perdía.- mi voz casi se vuelve a romper a causa del llanto, tome una de sus manos y la acerque a mis labios.

-Créeme, no te desharás de mi tan fácil.- cerro los ojos y yo no pude evitar reír ante este comentario.

-Nos alegra que ya estés despierta y que te sientas mejor.- la voz de mi padre resonó por toda la habitación y eso hizo que Miriam se quisiera incorporar de inmediato; pero eso solo la lastimo mas e hizo una mueca a causa del dolor.

-¿Ustedes aquí?- estaba mas que sorprendida de verlos en el hospital.

-Claro que si, ahora al saber que ya llevas a mi nieto en tu vientre y que eres una buena mujer. Eso nos alegra y aunque es pronto, creo que lo lograran.- el decía esas palabras mientras me miraba, mi mujer lo miraba sorprendida. No era muy dado que mi padre diga esas cosas.

-Nos sacaste un buen susto.- mi mama se levanto y beso su frente con cariño.- Queremos que estés bien y que puedas sacar adelante tu embarazo sin ningún problema.

-Yo...-las palabras se le quedaban estancadas en la garganta.- solo quiero decirles gracias, gracias por estar aquí, por preocuparse y no dejar a su hijo solo.- me tomo de la mano y miro a mis padres.

-No agradezcas, para nosotros ya eres una hija mas. Creo que mi marido y yo nos hemos dado cuenta de lo mucho que amas a mi hijo, así que el amor que tu le das; será regresado a ti por el, y por nuestra familia.- a Jessica se le salían las lagrimas y creo que también a ella, sabia que los sentimientos los tenia a flor de piel.

-Muchas felicidades hijo y nuera por traer a este mundo a nuestro primer nieto. Seremos muy consentidores.- mire a mi padre y este tenia la sonrisa de oreja a oreja, las arrugas a cada lado de la boca se le formaron y creo que por fin me sentía tranquilo.

-Haremos de todo para que tu y mi nieto estén bien. Ya nos contaras que paso.- mi madre le dio un  beso en la mejilla y apretó su mano en forma de cariño. Christian también se acerco y beso su frente.

-Los dejaremos a solas, nos iremos a descansar; pero mañana a la hora de tu alta aquí estaremos.- Todo esto lo estaba diciendo mi padre y me sorprendía bastante.

-Gracias, muchas gracias por su apoyo y por su cariño hacia mi.- sabia que aquellas palabras que ella estaba diciendo, eran sinceras como su alma.

-Gracias a ti, por venir a cambiar a mi hijo y hacerlo entrar en razón.- reímos y los acompañe afuera.

-Gracias por venir y por darme el apoyo que necesitaba.- les dije mientras a ambos los abrazaba.

-Para eso somos tus padres y de alguna forma me recordaste cuando tu madre estaba pasando por una etapa muy difícil en el hospital. Asi que nunca estarás solo y entendí cuando te mire el como te sentías, pero ya hablaremos. Ve con tu mujer y cuídala.- mi papa me dio una palmada en el hombro y yo sonreí.

-Los amo.- bese su mejilla y los acompañe al ascensor.

-Me llevare tu coche, para después pasar por ustedes.-asentí y las puertas del ascensor se cerraron.

Entre de nuevo a la habitación y tenia los ojos cerrados, no sabia si estaba dormida o no, pero no quería hacer ruido. Tenia muchas dudad y cosas que explicarme, pero ahorita no era el momento. Bese su boca y fui hacia el sofá que estaba ahi para poder descansar aunque fuera un poco. Cerré los ojos y sentí de inmediato que me perdí.}


Narra Miriam.

Tenia mucho miedo, mucho miedo que pudieran hacerle algo malo a mi, a mi hijo o al hombre que amo y su familia. Odiaba encontrarme en esta situación, sin querer estaba metiendo en esto al hombre de mi vida. Si tan solo no me hubiera enamorado de el, si no estuviéramos en esta situación nada de esto estuviera pasando. Nadie correría peligro como ahora lo hacen y todo esto es por mi culpa.

Escuche cuando entro a la habitación, pero solo quería dormir, no quería hablar. Era una situación que definitivamente se había salido de las manos.  A esa mujer hace tanto tiempo que yo no la veía y de la nada no se como me encontró, no se si en algún periódico o revista habré salido con Matt. Pero lo único que sabia, es que no quería que les hicieran daño por mi culpa.

Intente dormir, aunque los pensamientos me atormentaban, aunque el dolor de la costilla no me dejara dormir, pero iba hacer de todo por lograr descansar aunque fuera un poco.

Desperté ya cuando el sol estaba en la habitación, mire dormir a Matt y me morí de amor.  A este hombre no le podía tener mas amor del que ya le tenia. Mis ganas de ir al baño aumentaron y sabia que no podía seguir aguantándome. Apoye las manos sobre la cama, e intente impulsarme para levantarme. Dolía, claro que dolía y muchísimo; pero intentaba no hacer ruido para no despertarlo. Como pude y con muchas muecas, me levante y me dirigí hacia el baño. Con la bata del hospital que se abría a cada rato, era mas fácil, lo difícil iba ser sentarme en la taza del baño. Cerré la puerta tras de mi, para que el no escuchara todo el ruido que tal ves iba hacer.

Me sostuve de la pared y como pude me senté, mi hematoma cada ves se veía peor y lo hinchado ni se diga. Escuche el sonido de gloria de que ya por fin mi organismo estaba haciendo sus necesidades, respire profundo y cuando al fin termine, me levante de un tirón. Creo que si lo hacia mas lento, dolía mas. Me lave las manos, me mire en el espejo y me veía mal, pero no había nada que yo pudiera hacer en estos momentos. Abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido y al levantar mi mirada, ahi estaba el.

-¿Porque no me despertaste?- por su mirada sabia que estaba enojado.

Le quite importancia y seguí mi camino hasta la cama.

-No quiero ser una carga, puedo hacerlo sola.- me encogí de hombros e iba a subirme a la cama, cuando me tomo desprevenida y me tomo en sus brazos con cuidado, para asi depositarme en la cama.

-No eres una carga, jamás digas eso.- beso mi frente y yo lo mire. Mientras que su cara estaba a escasos centímetros de la mía.

-Si, lo soy. Una costilla fracturada, sin poder hacer esfuerzos, necesitar ayuda para ir al baño, levantarme y demás. Claro que soy una carga, parezco un bebe.- rodé los ojos y aparte mi mirada de la suya.

-No lo eres, amo cuidarte y saber que podre pasar el mayor tiempo posible contigo, es una de las cosas que mas me alegra.- tomo mi mentón en sus manos y me dio un corto beso.- Eres mi bebe, entonces.- con esto ultimo fue imposible que no me riera y solo lo empuje.


Tocaron dos veces la puerta, para asi después entrar. Entraron dos enfermeras y una de ellas se le quedo mirando un poco mas de tiempo a mi novio, lo cual yo fruncí el ceño para así después dirigir mi mirada hacia el y ver que también la estaba mirando.


Esto era demasiado raro y ya me estaba empezando a enojar. Esto para nada era normal, es como si se conocieran de años. No despegaban la mirada el uno del otro, mientras que la otra enfermera, venia y depositaba mi desayuno en la mesa.

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Nuevo capitulo, esto cada ves se empezara a poner mas interesante. Espero que les guste y nos leemos mañana, les mando un abrazo y gracias por sus votos, sus comentarios y su apoyo.

Las quiero!!

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Matrimonio a cambio de Amor III (Trilogía)Where stories live. Discover now