Capítulo 31.

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Después de aquél arrebato que tuvimos en la ducha, ella se sintió un poco mejor. Con el embarazo la presión le bajaba muchísimo y la única manera de subirla, era dándole algo dulce. Precisamente por eso a ella le encantaba la soda y era su pretexto perfecto para tomarla.

Me salí primero y ella se quedó un rato más disfrutando del agua. Me coloque nuevamente el pijama; vi hacia la mesita de noche y a penas eran las 4:00 de la mañana. Negué cansado, tenía que levantarme para trabajar en un rato más. Me quedé de pie esperando a que ella saliera y minutos después lo hizo.

Su cara lucía pálida, así que de inmediato fui hacia ella y la recosté en la cama.

-Estoy exhausta.- se recostó sobre las almohadas y yo hice lo mismo a su lado. La pegué a mi.

-Lo sé, es un embarazo muy difícil para ti.- asintió, mientras que yo le daba masaje en el brazo.

De repente, su pregunta me dejó sin palabras.- ¿Que pasa si no lo logro?- me tense ante esa pregunta y la verdad es que no supe que decirle.

- ¿A qué te refieres?- me miró, mientras su cara me decía lo cansada que estaba.

-Al embarazo, esta resultando ser más difícil de lo que alguna ves imaginé. Mi costilla conformé crece, duele; me da miedo la seguridad de tu familia, la mía, mi salud. Son tantas cosas que me atormentan, que me hacen dudar que pueda lograrlo.- mientras decía esas palabras, note cómo se angustiaba más y yo negué. Bese su frente y la volví a recostar sobre mi.

-Claro que lo vas a lograr; todos los embarazos son difíciles y pasan por varias etapas, pero nunca dudes que detrás de ti siempre hay especialistas apoyándote, mi madre, mi padre, mi hermana y yo siempre estaremos para lo que necesites.

Ella negó.- No me entiendes Matt, aprecio mucho lo que tú familia está haciendo por su nieto, pero ahh- se colocó su brazo en sus ojos.- no lo entiendes y quizás nunca me comprendas. Lo mejor será que duerma.- se colocó boca arriba, se tapo y cerro los ojos.

¿Porqué no debería de lograr su embarazo? ¿A qué se refería?

Apague las luces y me mantuve pegado a ella. En cuánto cerré los ojos, me dormí. Realmente estaba muy cansado y aunque admitía que era una etapa difícil para ambos, no cambiaba por nada del mundo lo que en estos momentos estaba viviendo.

Narra Miriam

Desperté nuevamente por las náuseas que sentía; Dios realmente esto estaba resultando ser muy difícil. Amaba a mi hijo, claro que lo hacía. Pero realmente con los síntomas no podía. A mí lado el amor de mi vida dormía placenteramente y mi intensión ya no era despertarlo.

Me levanté sin hacer el menor ruido. Me coloque mis pantuflas, una bata y amarre mi cabello en una cola alta. Vi el reloj y marcaban las 6:30. Realmente no estaba durmiendo nada a causa de estos síntomas. Me toque la barriga un poco hinchada, a estas alturas casi no se notaba. Pero sabía que ya no tardaba.

Abrí la puerta de la habitación y vi que aún todo estaba apagado. Suspiré aliviada; baje las escaleras y fui por un vaso de agua. Necesitaba que estás náuseas pasarán rápido. Con el vaso entre mis manos salí al jardín, me senté en aquellos sillones y suspire; mientras veía como el cielo se iba cubriendo por aquellos colores del amanecer.

Tome un sorbo de agua y deje que la brisa de la mañana recorriera mi cuerpo. No se que me pasaba últimamente, pero no me sentía del todo bien. Habían cosas que me molestaban.

-Hijo, mi amor- toque mi barriga y cerré los ojos.- dale fuerzas a mamá para seguir; ha sido un embarazo difícil y claro que amo que estés dentro de mi, solo que no ha sido nada fácil desde que supe que venías en camino.- negué, mientras daba masajes en mi abdomen a penas hinchado.- Te ame desde que supe que venías; pero los síntomas que he estado teniendo no son fáciles, temo por tu seguridad, por la seguridad de tu padre y su familia.- solloce, ya no podía seguir siendo fuerte. Habían cosas que me tenían los nervios de punta.

Mi vida nunca había sido sencilla, sin embargo había logrado salir adelante sin apoyo de padres. Me dedique a ser alguien en esta vida y por supuesto a ir por lo que yo siempre quise. Pero aunque sabía que no estaba sola, no se porque me sentía así.

-Has sido el mejor regalo que Dios pudo darme.- las lágrimas iban recorriendo mis mejillas, mientras platicaba con mi hijo en el vientre.-No me siento segura, no me siento en paz porque sé que esa mujer en cualquier momento nos puede hacer daño y yo...- respiré para no ahogarme en mi propio llanto.- No quiero perder lo poco que tengo; cómo eres tú y tu padre. Definitivamente yo siempre lucharía, a tu lado siempre vas a tener unos padres que estarán para ti; que te van a apoyar, cuidar y procurar. Nunca te voy a dejar solo y gracias a ti ya no me siento sola.- susurré apenas, una tristeza embargaba aún en mi.

- Si tan solo hubiera conocido a mis padres.- negué dolida; crecer sin figuras paternas había sido demasiado complicado. - Es por eso que no quisiera arruinarle la vida a tu padre; lo amo como jamás pensé amar a alguien. Él siempre ha sido un hombre impecable, maduro, guapo y que ha sabido sobrellevar sus problemas como deben de ser. En cambio yo; no soy nadie buena ni suficiente para él.

Era una verdad que dolía, pero que todos sabíamos que era cierto.
Tome el agua nuevamente entre mis manos y le di un sorbo. Me estaba ayudando bastante el desahogarme. Creo que jamás lo había hecho y se sentía bien hablar conmigo misma y mi hijo dentro.

-Te amo, mi cielo. Has llegado a iluminar mi vida y nunca dudes de que siempre te voy a proteger con mi vida, si es posible.- cerré los ojos y me acomode mejor en aquél sillón. Las náuseas ya habían pasado y los ojos poco a poco se me cerraban.

Narra Matt

Sentí cuando ella despertó y salió. Ya era hora de levantarme, así que sin que ella se diera cuenta, la seguí. Se veía preciosa, pero últimamente no estaba descansando como tenía que ser. Eso me preocupaba bastante.

Vi como sirvió el agua y como salió por el jardín. Su semblante realmente se notaba muy cansado. Iba a acercarme a ella cuando comenzo a hablar.

Cada palabra que salía de su boca, dolía. Jamás pensé que se sintiera asi; conmigo siempre trataba de hacerse la fuerte y mientras la seguía escuchando, más quería yo correr a abrazarla.

Han sido tantas cosas que ella pudo pasar; entendía que se preocupara por mi bienestar y el de mi familia. Pero lo que más importaba en estos momentos era ella.

La amaba y eso nunca lo dudaría. Pero al parecer no creía en mi amor y no se creía suficiente para mí. Apreté mis manos en puños y dejé que durmiera. Me dolía y mataba verla de esa forma.

Sin duda mientras yo esté vivo, nada les iba a pasar ni a mi hijo, ni a ella. Subí a la habitación a ducharme y arreglarme para ir al trabajo. Mientras lo hacía pensaba en la frase que había dicho.

"No soy suficiente para él"

Golpeé la pared con enojo. ¡Demonios! Claro que era suficiente y mucho más. Tenía que hacer algo al respecto para que dejara de sentirse asi.

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Hola, hola. Nuevo capítulo, yo espero que mientras esté de vacaciones pueda terminar de escribirles esta hermosa historia!!

Gracias por su apoyo y por los votos que han ido dejando en los capítulos.

Cuéntenme; ¿Que tal les está pareciendo la historia?

Ya saben un poco más sobre los pensamientos de Miriam, esperemos que todo marche bien entre ellos.

Matrimonio a cambio de Amor III (Trilogía)Where stories live. Discover now