Capítulo 102: Un niño que llora.

Magsimula sa umpisa
                                    

- ¿¿Qué?? -Dijo Token-. No lo eres, Clyde. No te eches la culpa de esto, yo la he cagado...

- Sí, tu la has cagado. -Suspiró Clyde-. Pero no puedo culparte, tanto.

Token sintió como sus ojos se humedecían, Clyde le tomó la mano.

- ¿Quieres escuchar todas las veces que yo la he cagado? -Dijo Clyde.

- Escucharé todo lo que tengas que decirme. -Dijo Token.

- Muy bien...

Clyde tomó aire.

- De niño era todo un bebé llorón. Literalmente, lloraba por cualquier cosa. -Dijo Clyde-. Y mis padres, sobre todo mi madre, era la que más se preocupaba por eso. Incluso cuando lloraba por cosas idiotas.

- Creo que todos los niños hacen eso. -Dijo Token.

- Sí, pero luego entienden que eso no será así para siempre. Un día crecen y en lugar de llorar e ir con su mamá, resuelven sus problemas. Yo no era así. Y de adolescente, agh... Era aún peor. Era un maldito idiota.

- ¿Cómo todos los adolescentes? -Rió Token.

- Aún peor. -Dijo Clyde.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Clyde caminaba por los pasillos de su colegio, sonriendo. Notaba como las chicas lo miraban al pasar. A todas les guiñaba el ojo.

- ¡Hey! ¿Cómo te va? -Le decía a cada chica que veía.

Estaba camino a su práctica de Rugby, era el capitán del equipo escolar. Cuando llegó saludo a todos sus compañeros, dándoles la mano.

- ¡Clyde! -le dijo uno de sus compañeros- ¡La próxima vez que llegues tarde, te mataré!

- Disculpa, le estaba pasando mi número a un par de chicas. -Sonrió Clyde.

- ¡Que raro de ti! Mañana no podrás controlarte cuando veas a las porristas del equipo contrario.

- ¡Ya me conoces! -Rió Clyde.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Ese día Clyde llegó a casa y tiró la mochila en el sillón. Se fue hacia la cocina, donde su madre estaba preparando tacos.

- ¡Hola, Clyde! -Dijo su madre.

- ¡Hola, ma! -Sonrió Clyde- ¿Estás cocinando tacos?

- Sí...

- ¡Genial! Iré a lavarme las manos.

- Pon la mesa antes, por favor.

- Sí, sí, ya voy... -Dijo Clyde-. Tengo que hablar con mis compañeros antes, ya sabes, mañana es el partido...

- Bien. -Suspiró la madre-. Pero no te tardes.

Clyde se tardó más de media hora. Antes de lavarse las manos, habló con sus compañeros, chateó con un par de chicas, y miró las revistas Playboy que tenía debajo de su cama.

Cuando llegó a la cocina, su padre ya estaba comiendo los tacos. Su mamá lo miraba, bastante enojada.

- ¡Te llamé muchas veces para que pongas la mesa, Clyde! -Le dijo su madre.

- No lo escuché. -Dijo Clyde, sentándose en la mesa-. Papá, ¿me pasas un taco?

- Claro, hijo. -Dijo su padre.

Su madre se cruzó de brazos y no dijo nada. Se sentó a comer junto a ellos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Despedida de soltero. Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon