-Sonríe LXIV-

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-Si no ves esa mano, ni esa boca que besa, si es el aire quien teje la ilusión de besar, oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos, en el viento fundida, ¿me reconocerás?-terminó de leer Seok Jin, acostado en las piernas de JungKook quien acariciaba su cabello.

Ambos acostados en la cama, disfrutando la compañía del otro el día anterior al tratamiento. Un libro de poemas fue la idea de Jin para pasar un rato juntos. A ambos les gustaba y compartir algunos de sus favoritos resultaba ser un pasatiempo muy lindo.

Seok Jin dejó el libro a un lado y miró a JungKook quien seguía acariciando su cabello. Le dedicó una sonrisa antes de levantarse y sentarse a su lado, apoyando la cabeza en su hombro y entrelazando sus dedos.

-¿Estás nervioso?

-Un poco-respondió él mirando sus manos entrelazadas-pero sé que contigo podré lograrlo.

-Tienes mucha fe en mí-Jin besó los nudillos de la mano de JungKook-deberías confiar en que todo irá bien, tú puedes. ¿Cuántas veces debo decírtelo?

-Muchas. Demasiadas, hasta hacerme entender. Tal vez debas decírmelo entre gemidos...recordaría mejor cada palabra.

-¡Pervertido!-exclamó dándole un golpe en el brazo-Solo buscas excusas para tenerme desnudo sobre ti.

-También-JungKook rio cuando volvió a golpearlo-, pero bebé, es imposible no querer tenerte desnudo sobre mí, eres perfecto.

-Exagerado, creo que las hormonas te están cegando-intentó levantarse para ir a la cocina por algo para comer pero JungKook lo volvió a acercar a él.

-Yo creo que me muestran la realidad tal como es-una mano traviesa bajó hasta su trasero y lo apretó.

-Tienes un serio problema con mi trasero ¿no te parece?

-Está más esponjoso desde que empezaste a comer tantos postres, me encanta.

-¿Te gusta que esté más gordo?-preguntó acomodándose en el pecho de JungKook, la mano de su novio todavía en su trasero.

-Por supuesto, tengo más para agarrar, mis manos están agradecidas por eso.

No era una exageración decir que subió unos seis kilos. Bien, una dieta y algo de ejercicio le vendrían bien. Aunque la vez que se lo comentó a JungKook este le dio unas cuantas nalgadas por insolente. A veces creía que su pareja quería engordarlo y venderlo por kilo en navidad.

-Lo que sea, si me permites iré a rellenar más mi trasero con algo de pastel.

-Uh, entonces ve tranquilo, amor.

Seok Jin rio separándose de JungKook para ir a la cocina.

~Sonríe~

JiMin salió del trabajo completamente agotado. Los días de ocio lo habían puesto algo vago y estar tantas horas yendo de un lugar a otro cansaba demasiado. Además de las charlas con los hombres que lo contrataban para un trabajo. Esperaba poder irse pronto con YoonGi a Japón.

Sonrió. Formar una familia con YoonGi allá sonaba fabuloso. Lo habían hablado luego de que los señores Min aparecieran. Casarse, tener hijos, era algo que ambos anhelaban demasiado. Hacerlo en Japón sería una buena oportunidad, con nuevos trabajos y una vida sencilla.

Un cosquilleo se instaló en su vientre ante la idea. La ansiedad de cumplirlo, de tener una familia con YoonGi. Chae Young estaría feliz de verlo formar una familia como ella hizo con Momo y HoSeok.

Había perdido a su padre a los ocho años en un accidente laboral. Su madre, una bella y amable mujer, se dedicó a criarlos y hacerse cargo de ellos, trabajando muchas horas y pasando poco tiempo con ellos. Pero lo hizo todo para darles una buena vida. Fue una lástima que dos años antes de su accidente (a sus veintidós años) ella muriera de cáncer. Al menos no lo vio cuando quedó con heridas deformes de las cuales, todavía, se seguía avergonzando. Con YoonGi al lado se olvidaba de eso momentáneamente.

Sonríe [KookJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora