Sonríe [KookJin]

-Sonríe LIV-

La habitación estaba inmersa en un silencio denso e insoportable. Seok Jin sintió que se ahogaba ante la tensión latente y la mirada de JungKook no ayudaba demasiado. Se veía...mal, y se quedaba corto al describirlo de esa manera. El mayor parecía incluso devastado, sus ojos decían más de lo que él pudiera imaginarse. Así que no tardó mucho en acercarse a él, acuclillándose enfrente e intentando conectar sus miradas, mas él no lo permitió.

-JungKook ¿Qué pasa?-tomó sus manos, él no las apretó.

-Levántate-su voz ronca y grave no le auguró nada bueno.

Obedeció, parándose como había pedido. Él jaló su muñeca hasta sentarlo sobre él y abrazarlo tan fuerte que sentía que le lastimaba las costillas. Gimió de dolor, intentando separarlo, estaba lastimándolo pero al escucharlo sollozar contra su hombro se detuvo. Cuando dejó de forcejear él aflojó el abrazo, sosteniéndolo más delicadamente, acariciando su espalda e intentando reprimir los sollozos.

-JungKook... ¿Qué pasa?-volvió a preguntar, sus manos devolvían las caricias y sus labios besaban las zonas que alcanzaban.

JungKook no dijo nada, en su lugar lo apretó ligeramente más fuerte, ocultándose más en su hombro y temblando entre sus brazos. Sintió en cada toque la desesperación de su corazón, la angustia que lo recorría y que dejaba ir con cada lágrima, cada sollozo. El llanto incrementó con los segundos que siguieron y Jin no hizo más que consolar una tristeza desconocida, sin saber qué palabras usar para calmarlo. ¿Acaso había pasado algo grave con su trabajo o sus amigos? No, lo dudaba. De ser lo último, se hubiera enterado ya sea por YoonGi, en el caso de JiMin, o del mismo TaeHyung si ese fuera su caso. Pero no había pasado nada ¿acaso sería su trabajo? Tal vez, aunque dudaba demasiado, por lo general nunca vio afectado a Kook por temas laborales.

¿Qué pasaba, entonces?

El llanto comenzó a mermar lentamente y, luego de media hora de haber ingresado a la habitación, JungKook habló.

-N-no quiero...-la voz rota y necesitada con la cual habló lo inundó de una fuerte tristeza, nunca antes lo había oído de esa manera.

-¿Qué no quieres, JungKook?-sintió las manos que estaban en su cintura apretar la tela de su camisa.

-N-no quiero...perderte...no quiero.-se mordió el labio, comenzando a entender la razón del llanto.

-¿Quién te dijo?

-¿Importa realmente?-pudo escuchar una risa irónica, tan rota como su corazón en ese momento.-¿Por qué no me dijiste que sólo había tiempo hasta noviembre?

-Porque no quería verte llorar, no quería verte como ahora.-murmuró, la tristeza ganando y haciendo que en sus ojos se acumularan lágrimas de dolor-soy un cobarde ¿verdad?

-No, no lo eres...eres valiente por aguantar por mí-Kook se separó, sus ojos rojos por el llanto, su mirada tan triste que conmovía-Jin...no quiero perderte, no quiero, yo...no podría soportarlo.-Seok Jin sonrió herido derramando la primera lágrima.

-Eres un chico fuerte, estoy seguro que podrás lograrlo. Tienes una larga vida por delante aun, mi muerte no tiene que ser un obstáculo para tu felicidad.

-Mi vida no es vida sin ti-Kook tomó su mano, apoyándola contra su mejilla húmeda como un gatito en busca de afecto-te necesito para ser feliz, para sentirme completo. Eres mi todo, Seok Jin.

-Y tú eres mi todo también, pero nuestra historia no será para siempre.-¿dolía decir eso? Por supuesto que sí, en especial por la mirada devastada de su pareja.

-¿Por qué mi felicidad siempre se acaba tan pronto? ¿Por qué?-JungKook volvió a esconderse en su hombro, sollozando bajo y apretándolo en su abrazo.