Sonríe [KookJin]

-Sonríe XLIV-

Habían pasado tres días y JungKook comenzaba a arrepentirse de no haberle dicho a Jin que había vuelto a ver a Tzuyu. El menor no le dirigía la palabra desde aquel día, ni siquiera una mirada, y salía todas las tardes a algún lugar que él no sabía. Comenzaba a extrañar su presencia, sus besos y las simples conversaciones que compartían. No debió ocultar algo que bien su novio comprendería, después de todo tenía razón, eran pareja y si bien él le aclaró que no necesitaba pedirle permiso, al menos debía comunicarle con quién saldría. No pedía más porque confiaba en él...pero ¿Cómo puedes confiar en alguien que oculta cosas? JungKook sabía que no podía confiar en nadie así, él mismo se enojaba o desconfiaba de quien le ocultaba información que él consideraba importante. Comprendía por qué su novio lo ignoraba.

Lo vio regresar del lugar al que haya ido, sacándose su bufanda larga y dejándola en el perchero de la entrada. Estaba cerca pero a pesar de eso no recibió ni una sola mirada. Algo dentro de él dolió y con la culpa palpitándole, decidió hablar.

-Seok Jin-lo llamó y supo que lo escuchó al detenerse antes de subir la escalera-por favor, ¿podemos hablar?-vio en su mirada algo que no supo identificar-por favor.

Jin dudó pero al final fue con él, manteniendo la mirada en el suelo y sus manos jugando entre sí. Una de las suyas tomó una de las de su novio, acariciando el dorso con el pulgar y buscando conectar miradas. Observó cómo mordía su labio inferior mientras sus ojos seguían viajando de un lado a otro en el piso de la sala.

-Lo que pasó hace unos días, sobre eso yo...-inesperadamente lo tuvo sobre él, ocultándose en su cuello y abrazándolo fuertemente.-¿Jin?

-No te disculpes, no tienes que hacerlo.-murmuró cerca de su piel, involuntariamente se estremeció por eso-lo siento por no hablarte estos días.

-Está bien, ya no importa-rodeando su cintura con sus brazos, se dispuso a disfrutar de la cercanía-pero en serio, necesito pedirte disculpas por no decirte que era Tzuyu.

-Lo sé, tu madre me lo dijo. Ella la identificó rápidamente cuando se lo comenté. Pero ya no importa y te dije que no debías disculparte.

-Oh, entonces ¿puedo besarte para disculparme por haberme disculpado por algo por lo que no debía pedir disculpas?-sintió una pequeña risa por parte de Jin y sonrió.

-Eso sonó a trabalenguas.-murmuró separándose ligeramente de él.

-Y puede decirse que tengo otro para ti-tras guiñarle un ojo disfrutó de la vista que le brindaba su pareja sonrojado antes de tomarlo de las mejillas y llevarlo a sus labios para besarlo como hacía días no pudo.

No le importó si alguien los veía, él lo único que deseaba era besar a Seok Jin hasta que se le olvidara respirar. Sentir sus gruesos labios bailar con los suyos y su cuerpo estremecerse ante las caricias de su lengua en el interior de esa dulce boca. Apretó la pequeña cintura con deseo, había extrañado tenerlo de esa manera, explorarlo y sentir en su piel la quemazón del placer que los suspiros ahogados y el agarre de las manos temblorosas causaban en él.

Al separarse se deleitó con la vista de Seok Jin sonrojado, sus ojos brillantes y sus labios rojos ante las pequeñas mordidas que la había dado. Se veía más hermoso de lo que era normalmente.

-Te extrañé tanto, ramé.-murmuró sintiendo el aliento agitado de Jin contra sus labios.

El menor simplemente cerró los ojos y lo abrazó del cuello, quedándose en silencio en esa posición mientras él se dedicaba a acariciarlo, disfrutando de simplemente su presencia. Porque aunque su novio no le hubiese respondido, sabía que lo había extrañado también. El hecho de no haber querido separarse de él por unas dos horas había sido prueba suficiente.