Capítulo 30

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En cuanto el señor Hallam pronunció aquellas palabras sentí como la ira envenenaba todo mi cuerpo. Sentía unas ganas incontrolables de gritar, pero Niall apretó mi mano, dándome a entender que está de acuerdo conmigo, pero que no podía hacerlo.

Entiendo que esto fue un estúpido juego. Un juego en el que yo salía perdiendo. Da igual donde cayese el dado. Siempre era la misma persona la que perdía: yo.

Las lágrimas amenazaban con caer sobre mi rostro pero intenté contenerme.

"¿De verdad creías que tendrías el puesto, Elena? ¿Tan inocente eres?  Pensé que eras mucho más lista... ¿de verdad pensabas qué habiendo mantenido una relación con Niall te dejaría trabajar con él?"

Salí corriendo de aquel despacho llamándo la atención de todos los empleados que trabajaban para esa ruín empresa. Eché escaleras abajo mientras las lágrimas no aguantaron más y salieron corriendo por mi rostro.

Entonces corrí. Corrí como nunca antes lo había hecho, liberando toda la adrenalina que había contenido minutos atrás. Después chillé desesperada. Grité con todas mis fuerzas sintiendo un vacío total en mi interior. Me metí en casa y después fui directa a mi habitación. Me senté en la cama y contemplé todo lo que acababa de suceder: me había engañado, timado y manipulado. Nunca iba a conseguir el trabajo. Por la sencilla y única razón de que tener el trabajo nunca estaba en sus planes. Si Niall conseguía a la chica, yo iba a desaparecer del mapa. Me habían utilizado para que Niall consiguiese a una chica con dinero.

Sentía una rabia desgarradora, sin embargo las lágrimas habían cesado. Me había quedado seca. Mi padre dio un par de toques a la puerta.

—¿Quieres hablar de lo que ha pasado?

—Lo siento, pero ahora no me apetece... ¿te importa si estoy un rato sola?

—Oh, no. Claro. Avísame si necesitas algo.

Cuando se fue y cerró la puerta delicadamente, me acosté. Cerré los ojos y cuando quise darme cuenta estaba profundamente dormida.

Me desperté debido a una angelical voz que susurraba mi nombre. Unos hermosos ojos azules se posaron ante mí, dándome a entender que era Niall. Me sobresalté y me reincorporé, sentándome en la cama.

 —Vete —dije fría y brusca.

Él me miró extrañado, sin comprender mis palabras.

—No me apetece hablar contigo. Lo siento.

Me levanté y cojí su mano, arrastrándole hacia la puerta.

 —Luego nos vemos —dije con los ojos aguados. 

—Pero yo solo venía a... — se excusó.

—Lo siento mucho.

Cerré la puerta con un punto de desesperación y me apoyé detrás de la puerta. Mi padre, enseguida acudió a mí. 

—No me han dado el trabajo, ¿vale? Simplemente me han utilizado como cebo, eso es todo. Me han humillado y ridiculizado delante de la persona que más me importa, joder —respondí al borde del llanto.

Él se sentó a mi lado, con cuidado. 

—Hija...

—No digas nada, —le interrumpí.— he sido tonta con todo esto. Por meterme en el mundo de los celebrities. No me pertenece. Yo no soy uno de ellos.

—Pero tu le quieres, te has sacrificado porque Niall te importa. Has hecho algo muy bonito.

—¿Crees que le merecía realmente?

Escondidos → Niall Horan || (sin editar)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora