Capítulo 26 (I)

2.1K 119 12
                                    

Podría definir mi estado de nerviosismo como desfallecedor y aterrador. Ese momento en el que se acumula todo en el estómago y empiezas a confundir emociones. Así me sentía yo en ese preciso instante. Y es que no era algo que fuese de la mínima importancia, ni mucho menos. Estábamos hablando de cumplir mi sueño. De llegar a mi meta. De tener un dominio vocacional. La cima.

Dos días después de quedarme a dormir a casa de Sarah, Niall había recibido un mensaje de su agente, Paul Higgins. Querian verme a la mañana siguiente en sus oficinas. Concretamente para realizar la audición de guitarra.

Entré en el establecimiento donde, podía decirse que trabajaba. Era lunes, a si que simplemente fui a tomarme un café y a charlar un rato con mis amigas.

Marina y Sarah me esperaban hablando animadamente entre ellas.

—Buenos días —saludaron ambas a coro.

Las respondí con una sonrisa.

—¿Qué hay de nuevo en tu amorosa vida? —pregunté a Sarah, algo irónica, mientras me sentaba en una silla.

—¡Mike me ha invitado a conocer a su familia! —dijo dando un pequeño y chirriante grito.

—¿Qué? ¿Ya? ¿Tan pronto? ¿No vais un poco rápido? —interrogó expectante Marina.

—Sí, bueno. Tal vez un poco, pero no sé, estoy tan... feliz, qué me da igual —respondió con una sonrisa tonta en los labios.  

—¿Y tú vas a contarme lo de hace un par de días? Tenías una sonrisilla muy tonta... —cambió de tema Marina, refiriéndose a mi.  

—No fue nada en especial —mentía, claramente. 

—Y yo me chupo el dedo, no te jode.

Yo reí ante su grosería.

—Simplemente le dije la verdad, ya está. —Marina me hizo una señal con las cejas, indicando qué lo contara.

—Le dije que... pues que, el día que lo nuestro se acabara no quedaría nadie que me importase tanto como para dar la vida por él. Y es cierto. Es cierto que lo he pasado muy mal, y que me merezco a alguien que me quiera, por egoísta que sea. 

—Te aseguro que nadie se lo merece más que tú, de verdad. Lo vuestro va a durar mucho. Se os nota en la cara. Te quiere y se ve. Creéme, Elena —respondió ella. 

Simplemente, me dediqué a sonreír a modo de agradecimiento. 

—He hablado con Niall está mañana, —prosiguió después de hacer una pausa— y me ha dicho que mañana tienes una audición de guitarra —terminó con una sonrisa excesiva.

—Sí, bueno. Te recuerdo que tu le ayudastes a prepararlo. 

—Cierto, únicamente quería saber como te iba.

—Mal, me va mal, porqué no he preparado nada, y me ha va a dar un ataque de nervios pronto.

—Oh, venga. Eres una genia. Lo harás genial —intervino Sarah.

Yo suspiré.

—Espero que salga bien. Sería un sueño echo realidad.

—Seguro. Tenlo por asegurado —dijo Marina.

Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que cambié de tema:

—¿Y cómo has conseguido su teléfono? 

—Haciéndo la promesa de la muerte —aclaró.

—¿La promesa de la muerte? —pregunté confundida. 

Escondidos → Niall Horan || (sin editar)Where stories live. Discover now