Descendientes 3

2/6 Rival

Es simplemente perfecto. 

Ahora con la Alianza de Agrabah, el comercio ha avanzado y con ello, la Isla esta floreciendo. Poco a poco vamos avanzando y, aunque ahora tengamos más trabajo con el papeleo, es una felicidad colectiva. Es simplemente perfecto.

O eso sería si no fuera por el pricipito.

En la bahía. En las tiendas. Con los magos. En la torre. En la biblioteca. En todos los santos lugares que lo veo, está siempre acompañado de ella.

Bien, es el representante de Agrabah y tiene que ver como van las cosas desde aquí. Esta bien, pero por las babas de mi padre, ¿tiene que hacer todo eso con ella?

Apenas y la puedo ver sin él. Y cuando eso pasa, las chicas se la llevan. ¿Cuándo fue la última vez que estuve a solas con ella? Cuando me dio el collar antes de que se fuera.

Suelto un suspiro irritado mientras arrojo los papeles al escritorio haciendo el trabajo de Gil que, para colmo se escapó dejándome una montaña de papeleo. Juro que en cuanto lo vea me las va a pagar todas juntas el muy imbécil.

Miró por la ventana y me doy cuenta que ya esta anocheciendo. Tomó mis cosas para ir a mi casa. Ya lo demás lo tendrá que hacer ese idiota. 

Para cuando estoy a punto de salir de la torre, me encuentro cara a cara con mi dolor de cabeza personal.

-Oh, Harry. ¿Qué tal? Justo a ti te estaba buscando

Le miré incrédulo- ¿A mi? ¿Para qué?

-Las chicas juntaron a todos en el barco de tu hermana y ¿Gil? Me parece, dijo que lo habías sacado de aquí por que querías hacer el trabajo tu solo. Y me pidieron que te buscara para que te unas.

.....Gil.....maldito bacalao.

Sin decirnos nada más, nos dirigimos a la bahía. El camino fue muy incómodo. Nadie decía nada. Lo veía de reojo. Mantenía una sonrisa en su cara, pero esa sonrisa no se veía en sus ojos. 

A pesar de que Mal nos contó todo lo que pasó y todo lo que el hijo de Aladdin hizo, no puedo dejar de mirarlo como un príncipe consentido en vez del líder de una organización secreta. Maldición, por que los príncipes son lo que me tienen que dar problemas.

A unos cuantos metros del barco que mi hermana me robó, fue él quién rompió el silencio.

-Sabes. En el camino para llegar a la Isla, Mal me contó muchas cosas de ti- dijo sin mirarme.

-¿Ah si? ¿Qué cosas dijo?- trate de aparentar indiferencia.

-Las suficientes como para saber cuales son tus verdaderos sentimientos- detuve mi andar al saberme descubierto. Él se detuvo unos pasos más adelante dándome la espalda pero sin dejar de hablar.- Tanto tú como yo sabemos que ella puede mm... ¿cuál es la palabra que buscó?... Inocente en este tema. Es bastante difícil decirle lo que sientes y que ella lo interpreté como tal.

-.....¿A qué quieres llegar con esto?- pregunte fastidiado. En ese momento, él se dio vuelta para verme. Su sonrisa amable se volvió una sonrisa desafiante.

-No eres el único que busca llegar a su corazón- dijo confirmando mis ideas.- Se podría decir que en este momento, tu y yo somos rivales. El ganador se quedará con Mal, pero déjame decirte que tienes mucha desventaja Harry Garfio

-¿En qué forma tengo desventaja Sinbad?

-......En que yo voy un paso más adelante que tu......dime, ¿qué tal besas?

Con eso último se volteo para seguir su camino al barco dejándome ahí parado procesando lo que dijo.

-TSK, maldito idiota- dije y traté de alcanzarlo y golpearle sin siquiera pensar que los demás nos podrían ver, pero una mano sobre mi hombro me detuvo. Harriet también había ido a buscarme, pero al volver nos encontró a nosotros más adelante y se ocultó para escuchar todo.

-Harry, no- dijo tratando de calmarme. La mire a los ojos enojado tratando de transmitirle con la mirada que me soltará, pero solo aumento su agarre. 

Después de un tiempo, logró calmarme y, los dos llegamos al barco junto a los demás para pasar un rato juntos. Claro que en ningún momento deje de ver cómo Sinbad se la pasaba cerca de Mal y, sin poder evitarlo me perdía en mis pensamientos tratando de averiguar lo que hizo el desgraciado para besarla