Lady Killer II .- Perfeccionando a la Asesina

Pérdidas.

Y ellos estaban ahí. Acostados, totalmente pálidos e inmóviles.

Empecé a llorar inconsolablemente; Kristen, Yamileth, Alex y Naoki, yacían muertos a un lado de las camionetas. Había un leve olor a sangre.

Me acerqué con la esperanza de encontrar una muestra de vida. Pero no había ninguna.  Y era mi culpa, totalmente mi culpa.

.- Los vengaré, se los juro-. Le susurré a sus cuerpos.

Me recosté a un lado de ellos, y cerré mis ojos por un momento.

Empecé a escuchar voces cerca.

.- ¡Audrey!-. Gritaron.

.- Por aquí-. Dije en voz alta.

Cuando llegaron observaron entusiasmados las camionetas y después, miraron los cuerpos, no parecían sorprendidos, y no preguntaron nada.

.- ¿Cómo…?-. Preguntó Mateo.

.- Digamos que Moisés me proporciono cierta información-. En ese momento noté, que mi voz carecía de sentimiento.

.- Debemos regresar al edificio, y quemar sus cuerpos junto a los de nuestros padres-. Susurré casi imperceptiblemente mientras mis lágrimas rodaban por mis mejillas.

.- Lo sé-. Bástian contenía la voz.

Cada uno tomó un cuerpo, y lo metió con delicadeza dentro de las camionetas, todos con lágrimas en los ojos.

Hoy habíamos perdido tanto, que ya no quedaba más por perder.

Subimos a las camionetas y nos pusimos en marcha de regreso al edificio; nadie decía nada, no había nada que decir. Al llegar, me di cuenta de lo mucho que había recorrido, y de lo alto que había saltado.

.- Tal vez deberías quedarte aquí, es mucho edificio que trepar-. Peter habló por primera vez.

.- Merezco poder enterrar a mi padre y a mis amigos-. Le dije bajando de la camioneta.

Corban y Christian treparon primero, y ayudaron a los demás a subir; yo subí en la espalda de Damon.

.- ¿Estás bien?-. Me preguntó tranquilo.

.- No es el cuerpo el que me duele-. Mi voz se quebró.

Damon no dijo nada más, llegamos al techo del edificio; cada Clan estaba reunido con su padre, aunque sonase cruel, debíamos quemar todo; incluso a nuestros padres, así que sin decir nada, cada uno se despidió.

Los Campbell y los Freeman, no parecían cohibidos ante las lágrimas que se desbordaban de sus ojos; Mark estaba arrodillado en los pies de nuestro padre; yo me acerqué, y me acurruqué junto a su cuerpo.

Pude sentir la rigidez de su cuerpo, y la frialdad que lo acompañaba, a pesar del olor a sangre y químicos, aún podía percibir su perfume; lloraba en silencio, al igual que los demás, antes de que llegara la hora, me acerqué a su oído y le susurré tan quedamente, que estuve segura que nadie me escuchó.

.- Siempre sentí que éramos algo más, gracias por darme una familia, gracias por haber cuidado de mí, gracias porque sé que en sueños me hablabas-. La voz se me quebró y empecé a sollozar más fuertemente.- Gracias padre, te veo en la otra vida. Te amo-.

Me senté en el borde del edificio mientras ellos acomodaban todo.

.- Llegó la hora, bajen todos, yo terminaré con esto-. Susurró Mark.

El olor a carne y químicos quemados llegó enseguida, tuvimos que apresurarnos a bajar puesto que los cimientos del edificio eran demasiado débiles. Damon me cargó todo el tiempo, yo no tenía fuerza suficiente ni para caminar.