Solo tuya.

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Llegamos a la casa de seguridad un par de horas después. Damon había estado callado durante el camino a ella.

Antes de poder entrar, insistió en ir primero para poder asegurarse que todo estaba en orden.

Una vez que él había entrado, no esperé y salí del auto.

Me sentía a lo sumo débil, pero estaba bien. Uno espera que después de haber recibido el impacto de una explosión y haber sido arrojada contra una chimenea, se rompieran un par de huesos, pero estaba completa.

No había llegado a la entrada, cuando Damon salió cogiendome en brazos.

.- ¿Como te sientes?-.

.- Sorprendentemente bien-. Le sonreí.

Me llevó hasta una de las habitaciones y me dejó frente a la cama.

.- Deja que revise que en verdad no tienes alguna herida-.

Asentí, le di la espalda y me quité el traje.

Estaba completamente desnuda de la cintura hacía arriba.

Escuché como se le aceleraba el corazón y caminó hacia mí.

.- Tu hombro esta completamente morado, ¿Como es posible que no te rompieras nada?-.

Mire por encima de mi hombro y aprecié su tonalidad morada, casi negra que lo teñia.

.- ¿Que tan grande es el moretón?-.

Se acercó y puso un dedo justo debajo de mi homoplato derecho recorriendo lentamente hasta la cúspide de mi hombro.

Voltee para poder verle el semblante, y noté como sus ojos recorrían mi cuerpo.

Suspiró y colocó su mano en mi cintura desnuda, acercándose a mi todavía más.

.- Necesitas descansar-. Dijo con sus ojos clavados en los míos.

.- No quiero dormir-.

.- Lo necesitas, aún no olvido lo mucho que el fuego te debilita, necesitas recuperar tus fuerzas-. Con su otra mano, acarició mi rostro.

Incline mi rostro contra su mano.

.- Quiero terminar lo que empezamos en la ducha-. Susurré. Una expresión de dolor cruzó por su mente.

.- Realmente me alegro que nos hayan interrumpido-.

Su respuesta me cayó como agua helada.

Estaba claro que él me deseaba, pero estaba claro que no lo suficiente.

Pudo ver lo mucho que me lastimó, me di la vuelta y caminé hacia la cama, de pronto cohibida por mi casi desnudez.

No había dado ni dos pasos cuando sus manos me atraparon desde atrás sujetándome por la cintura, y sus labios atraparon mi lóbulo.

.- No me deseas-. No fue una pregunta.

Él paró de morder mi oreja, y me apretó aun mas contra su cuerpo.

.- ¿Como puedes llegar a imaginar un mundo donde no te desee?-. Me rodeó para mirarme directamente a los ojos, su rostro estaba serio.- Audrey, no hay nada que desee mas en el mundo que tenerte, no solo tu cuerpo, que debo decir que me urge por explorar-. Me dio una sonrisa pícara.- Si no también tu corazón-.

Me besó tiernamente como para aclarar su punto.

.- ¿Entonces porque...?-.

.- Porque si nosotros seguíamos en esa ducha, íbamos a tener sexo-. Miro mi ceño fruncido.- Y yo no quiero tener sexo nunca en la vida contigo-. Acercó sus labios a los míos, solo lo suficiente como para que movieran a los mios al hablar-. Yo quiero hacerte el amor cada momento. de cada día de lo que me reste de vida-.

Lady Killer II .- Perfeccionando a la AsesinaWhere stories live. Discover now