My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

46. Cerrando Círculos

Al ducharme no obtuve la relajación que hubiese querido, bañarme fue tremendamente incómodo gracias a todas mis heridas.

La nuca, los brazos, las piernas, el torso... todo me dolía de diferentes maneras y les podría jurar que mi piel era más morada que blanca.

Cuando salí de la ducha vestí con unos jeans deportivos negros y una sudadera gris, con lo cual me encontré relativamente cómoda. Me miré al espejo y solo logré encontrar el fiasco, el asco de persona que HYDRA hizo de mí; todo lo que hice mal volvió a mi mente. Intenté resistirme, ¡pero carajo! Una estúpida lágrima volvió a recorrer mi mejilla. Me cubrí el rostro por un segundo y me atreví a salir de la habitación.

Miré los pasillos como si fuera la primera vez, todo estaba tan igual... no evité pensar en lo mucho que extrañaría este lugar y más allá de ello a las personas que vivían aquí. Al llegar a la sala observé a Vis, Pietro, Rhodey, Bruce, Jane y Thor que se encontraban sentados y relajados, pero igual vi a Steve que junto con Bucky y Sam mantenía una conversación con Sharon, la rubia miraba con recelo a Bucky por lo que pude notar. Al pasar junto a ellos no evité darle una mirada de desdén a la mujerzuela.

—Rubia succiona~almas—le dije a "modo de saludo" y provocando que Bucky y Sam ahogaran una carcajada y Steve me mirara sorprendido.

—Malcriada adinerada—me respondió y yo le sonreí con fastidio dirigiéndome hacia la cocina donde me encontré con Natasha y Clint.

—Ey ¡Ahí estás! —dijo Clint abrazándome—. Sentada pequeña, te vamos a consentir.

—Per....

— ¡Ah, ah! ¡Nada de peros! ¡Te sientas ahora! —ordenó Natasha.

Si esa mujer hablaba así, daba miedo llevarle la contraria, así que me senté en el comedor mientras Wanda me hacía compañía.

Sonreí a medias, pensando en la única manera que me quedaba para recomenzar mi vida.

— ¿Estás segura de que es lo mejor? —me preguntó Wanda.

—Demonios, Wanda ¿husmeas en mi mente?

—Lo siento.... pero yo creo que esa no es tu única alternativa Mia.

—Lo es... tranquila, ya me las arreglaré.

No pasaron ni dos minutos cuando Clint colocó frente a mí un plato con una pila hecha de hot cakes con un considerable tamaño enorme y Natasha lo completó con el licuado que desde siempre había sido mi favorito. Abrí los ojos como platos viendo (vaya la redundancia...) el plato de comida como si estuviese enamorada.

—Wow... chicos...

—Cállate y come—ordenó Natasha sonriendo.

Mostré una sonrisa sincera de conmoción, después de lo que les hice ellos me recibían de esta manera... jamás había tenido amigos así, y por eso, me iba a costar mucho más trabajo empezar desde cero sin ellos.

Comencé a comer, esto supo literalmente a gloria, pasar hambre por días y después encontrarme con esto era un paraíso.

— ¿Tienen idea desde hace cuánto que no como algo así? ¡Muchas gracias! —dije todavía masticando y cerrando mis ojos con fascinación disfrutando comer. Por la manera en que hablé, mis tres acompañantes rieron.

Incluso cuando ya había terminado de comer tenía el sabor de la comida, todo estuvo delicioso. Sentí que unas manos tocaban mis hombros y levanté la mirada.

Rhodey me sonrió y yo recargué mi cabeza en su brazo.

—Bueno Mia... Querías ir a ver a Tony ¿Cierto? —asentí—. Ok... entonces vamos.