My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

12. Un Mal Día

|•Amelia•|

Desperté gracias a que alguien abrió las ventanas para que la luz entrase.

El maldito Sol me dio una migraña insoportable.

Creo que no debería volver a beber nunca más como anoche.

Anoche.

Un segundo... ¿Dónde... dónde estoy?

Entre miradas perdidas, pude darme cuenta.

Ay no... Mierda... estaba de vuelta en SHIELD.

Gemí con fastidio y adormilada.

En la mesita de al lado había dos aspirinas, un jugo de naranja y un café.

Frente a mí estaba mi tío Tony y estaba furioso, conmigo obviamente.

Claramente al verlo más molesto que nunca, no supe cómo actuar.

—Oops...—dije encogida de hombros.

— ¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¿"Ooops"? —dijo en desaprobación, sí que estaba verdaderamente enojado porque jamás me hablaba así—. Amelia Elizabeth Moon, lo que hiciste fue arriesgado e irresponsable.

Bufé.

Ahora resultaba que Tony Stark venía a darme clases de propiedad, seguridad, decencia y responsabilidad...

—Si hablamos de riesgos e irresponsabilidad tú no tienes por qué decirme nada—le dije y tal pareció que eso no le gustó nada.

— ¡Ah! ¿Entonces ahora me juzgas? Niña... no tienes porqué juzgarme ahora porque esto por primera vez no se trata de mí. Si te pedí que te quedaras aquí fue porque quería protegerte.

—No necesito que me protejas, tío, tal vez hace cinco años lo necesitaba pero ya no. Aprecio mucho que te preocupes por mí pero yo no necesito restricciones. Estoy dejando toda mi vida por tus ideas ¿Y si pasan años antes de que encuentren a Alistair?

—Gracias por tu fe en mí—dijo con sarcasmo.

— ¡Es que ya me harté de estar encerrada aquí!

— ¡ENTIENDE QUE ES POR TU PROTECCIÓN, AMELIA! —gritó—. Estoy muy decepcionado de ti.

¡¿Decepcionado?!

—ESTÁS EXAGERANDO LAS COSAS, TÍO. Solamente salí a beber algo porque lo necesitaba.

—No bebiste algo: Te embriagaste y te drogaron.

— ¡¿Qué dices?! —dije atónita.

No podía creerlo pero entendí la razón por la cual me sentía horrible y casi no recordaba nada.

—Un tipo casi abusa de ti. Si no hubiera llegado el Cap no sé qué hubiera sido de ti.

Miré hacia el suelo sintiéndome terrible pero de todas maneras, sabía que no podía ceder otra vez ante mi tío Tony.

—Si no me hubieras forzado a quedarme aquí... ¡ESTO NO HUBIERA PASADO! —grité.

¡Dios! ¡Maldita migraña!

— ¡¿ASÍ QUE AHORA YO TENGO LA CULPA?! ¡No jovencita! ¡No vengas a culparme de algo que tú hiciste!—gritó señalándome—. Alistair pudo haberte encontrado, Amelia.

Me hartaba que pensara en lo que pudo pasar porque no sabía lo difícil que era para mí imaginarme de vuelta en ese horrendo lugar.

Y ahora no podía pensar con claridad.