My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

22. Confundida

Mi dolor era insoportable, no sentía fuerzas, me sentía exhausta por todo y tenía la sola necesidad de descansar, de estar en paz.

Parecía que por fin dormiría.

Estaba escapada de la realidad sin saber lo que era falso y lo que no de estos últimos días... bloqueada, noqueada, y muy confundida.

¿Viva? ¿Muerta? ¿Dormida? ¿Por qué? ¿HYDRA? ¿SHIELD? ¿Alistair? ¿Case? ¿Strucker? ¿Mi tío Tony? ¿Steve?

Steve, Steve...

[...]

—FRIDAY ¿Cuánto tiempo falta?

—Solo unos pocos minutos más, jefe...

[...]

¿Dónde estaba ahora? ¿Qué ocurría conmigo? ¿Estaba en el limbo? ¿En el cielo? ¿En el infierno?

Después de todo lo que había hecho, el daño que les causé a mis seres queridos merecía estar en el infierno.

Esto lo era, saber que no pude despedirme ni agradecer lo que los que me querían hicieron por mí, era mi infierno.

Al menos si estaba en camino al infierno tenía una sola satisfacción: que pude decirle a Steve que lo quería, y a pesar de que tal vez no recibiría la misma respuesta, me iría sin el remordimiento de no haberlo hecho. Además, que lo último que mis ojos vieran fueran sus ojos, me daba paz. Que él me sostuviera mientras moría me alegraba.

Sin embargo seguía dudando si estaba muerta o no porque a pesar de estar cegada podía escuchar voces y podía distinguir perfectamente de quienes eran pero no podía abrir los ojos por más que lo intentaba, podía escuchar poco, después todo se desvanecía, las voces se desvanecían dejándome aún más consternada.

[...]

—... Gracias Rogers...

—Haría todo por ella, es mi vida y solo quiero verla a salvo...

[...]

—... ¿No me gritarás ni me exigirás que me aleje de ella?

—Cap, creo que este no es el momento para eso, lo importante es ver si responde, además después de lo que hiciste por ella dudo que pueda hacerlo, aunque si lo hiciera ya sé que no me harías caso.

—Si alejarme de ella es lo mejor, me partirá el alma pero tendría que hacerlo.

—No tienes que hacerlo... por más que deteste la idea, tú la quieres...

[...]

—... Tony... ¿Crees que lo logre?

—No lo sé, Steve... pero rezo por que lo haga.

— ¿Tú rezas?

—Ahora lo hago.

—No te creí religioso...

—No lo soy, odio las iglesias pero ahora solo quiero que Mia abra los ojos, y si tengo que rezarle al Dios en el que ella cree lo haré, aunque tal vez a ese Dios ni siquiera le importa...

[...]

—... Steve, vete a descansar, lo necesitas, te ves terrible. Clint y yo nos quedaremos con ella.

—Ya te dije que no pienso moverme de aquí, Natasha, no lo haré, no volveré a dejarla. No me moveré de aquí hasta que abra los ojos.

— ¿Y tú, Stark?