My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

27. Emergencia de Chicos

Una cita... ¡¡¡¡¿STEVE ME ACABABA DE PEDIR UNA CITA?!!!!

Yo... yo... estaba tan conmovida y feliz que no sabía si estaba soñando y no pude reaccionar hasta después de unos segundos.

— ¿En serio, Steve?

—Sí Amelia... quiero que tú y yo tengamos una cita. ¿Tú...? —al decir "tú..." me pareció que él creía que yo no quería salir con él.

— ¿Yo? ¡Steve desde que te conocí he querido salir a una cita contigo!

— ¿Eso es un sí entonces, señorita?

—Puede apostar por ello, Capitán Rogers...—le di un beso en la mejilla y me puse de pie.

Comencé a caminar con las manos atrás y empezando a tararear perdiéndome en la música que empezó a sonar en mi mente gracias a Steve.

—Amelia... oye, yo... ehh...—escuché que dijo Steve y me volteé pero sin dejar de caminar—. ¿Te veo aquí a las ocho de la noche?

Sonreí.

—A las ocho será—le dije aún caminando de reversa—. Por cierto... piensa en cómo le harás para escapar de cierto tío que puede que sea algo impertinente.

Steve sonrió.

—Puede que ese tío impertinente ya me haya dado su aprobación.

—... Ok... eso no me lo esperaba...—me encogí de hombros aún sonriendo, no podía creer que le había pedido "permiso" a mi tío Tony para llevarme a una cita—. Genial, entonces... buenas noches, Capitán Rogers—le guiñé un ojo y volví a voltearme y seguí caminando.

¡Dios! No podía creer que lo había hecho, no estaba muy conciente de lo que estaba pasando, ni siquiera supe cómo fue que le dije que sí, pero lo había hecho... ¡le dije que sí!

¡Steve y yo por fin íbamos a tener una cita! No podía dejar de sonreír y morderme el labio.

Llegué a mi habitación y no les miento: di vueltas de alegría como una niña y bailaba mientras cantaba "You're the one that I want" de Grease.

En mi vida me había sentido tan emocionada por salir con alguien, menos me había comportado así por alguien. Nunca fui como esa típica adolescente enamoradiza a la que cada que miraban se ponía de nervios pero ahora... wow... me sentía tan feliz y tan entusiasmada.

Pasando todo eso, los nervios empezaron a comerme viva.

Normalmente ante una cita me mantendría tranquila, pero ésta no era simplemente una cita... era mi primera cita con el hombre que desde un principio me robó la respiración, que me ha rescatado de algunas estupideces, el hombre que es mi consuelo, el hombre que me había salvado la vida y del que estaba enamorada.

Dios... Dios... Necesitaba calmarme... es mi primera cita con Steve ¿Qué podría salir mal?

Pues Amelia, muchas cosas podrían salir mal: tal vez a Steve no le parezcas tan bonita... tal vez se dará cuenta de que no eres lo que quiere... tal vez lo que uses (porque no tienes tanta ropa, déjame recordarte) estará horrible, tal vez tu maquillaje se verá pésimo, tal vez digas algo estúpido, tal vez Steve termine por darse cuenta de que prefiere a la tal Sharon... ¡aggh, esa Sharon!...

Ya... ya... creo que no podré yo sola con esto.

Necesitaba la ayuda y consejo de lo más cercano que tenía a una imagen maternal.

Salí de mi habitación y fui directo a la de mi tío Tony y Pepper.

Toqué con un poco de nerviosismo y repetidas veces hasta que abrió mi tío Tony que vestía con una bata azul marino. Me asomé y vi que la habitación estaba a oscuras con velas que iluminaban un poco, divisé una botella de vino y escuché cierta canción por lo que supe que no había venido en un buen momento.