43. Sacrificios

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Todos parecían titubear y no querer decirme lo que pasaba, cosa que no me gustó para nada y que hizo que me hallase mucho más tensa.

—Bonita....—se atrevió a hablar Rhodey—. Tony... está.... está internado en el hospital.

Al momento mis ojos se abrieron de más.

No encontré otra manera de reaccionar. La culpa me estaba consumiendo de una manera terriblemente cruel.

— ¡¿Q-QUÉ?! —titubeé.

Rhodey vaciló antes de continuar y todos se miraron dudando, Rhodey supo que ahora que había empezado a hablar, debía terminar.

—Tuvo múltiples contracturas después de que HYDRA atacara en Industrias Stark. Y sabes que sufre de ataques de ansiedad como tú a veces y además... cariño, a Tony le dio un pre infarto.

Juraría que escuché como estrujaban fuertemente mi corazón.

Aunque no lo dijo supe que yo había sido quien había provocado el pre infarto y las contracturas.

Mi tío Tony a quien tanto le debía, a quien tanto quería... estaba grave en un hospital y eso era mi culpa, pero más allá de eso era culpa de aquel bastardo despreciable que arruinó mi vida y la de tantos más.

Esto ya se había convertido en algo muy personal.

Respiré difícilmente y cerré los puños con un solo pensamiento en mente.

—Voy a matarlo—dije entre dientes.

—Señorita Moon, no pretendemos que alguien muera hoy y Alistair Moon bien o mal es su padre—dijo Vision, como siempre, intentando apelar a mi razón pero no iba a escuchar.

Volteé a ver al androide con cara de pocos amigos.

—En primer lugar: Vision deja de llamarme así, soy Mia o Amelia ¿Ok? Segundo: ese hombre no es mi padre ¿Te recuerdo todo lo que ha hecho y la clase de persona que es? Si no muere hoy esto jamás se acabara. Seré yo quien lo mate.

—No harás nada de eso—intervino Steve en tono severo y autoritario.

—No te pregunté—le dije con osadía.

—Yo tampoco—clamó—. No lo entiendes, nuestra intención nunca es asesinar a alguien. Y no estás en condiciones de hacer algo, mírate Amelia. No estoy dispuesto a perdert.....—levanté la mirada con algo de esperanza—... a que te lastimen—repuso—. Estás débil, y con ese traje no harás mucho.

— ¡Steve! —alegué.

—Tiene razón—intervino Natasha—. No irás.

Todos concordaron con Steve y Natasha y yo no podía hacer más que quejarme.

—Bien, ahora solo queda saber dónde se metió Alistair—dijo Clint soltando un suspiro.

—No hay señal de él dentro de la casa pero no debe estar lejos—dijo Bucky.

Él debía estar en esta zona, tenía que estar aquí y solo había un lugar. Yo sabía perfectamente cuál.

— ¿Dónde te metiste, imbécil? —dijo Rhodey pensativo.

—Yo sé dónde—dije y todos pusieron su atención en mí—. HYDRA tiene un pequeño cuartel en una cabaña en medio del bosque—mentí.

— ¿Cómo lo sabes? —preguntó Bruce.

—Porque yo pasé aquí los primeros años de mi vida y me escabullía por todos lados. Seguramente lo encontraran ahí, tal vez haya unos 15 o 20 agentes, pero no habrá problema para que lleguen a Alistair. Hagan justicia... vayan.

Noté que aún ninguno estaba seguro de confiar en mí y en dejarme sola, llegué a la conclusión de que sentían que los seguiría o los traicionaría y bueno, la verdad era que no los culpaba, pero tenía que deshacerme de todos ahora.

—Aggh... vamos, si quieren asegurarse de que no iré déjenme con Wanda.

Sabía que Wanda era la única persona con la que podía contar ahora y eso si lograba convencerla de ayudarme.

La Bruja Escarlata asintió y entonces todos confiaron.

Miré a Steve, cuya mirada volvió a hacerme estremecer.

—Steve......—dije tomando su mano y quedando frente a él... las palabras no salieron de mis labios y sin embargo me armé de valor para mandarlo todo al diablo por un minuto besando sus labios en un momento de efusividad.

Lo tomé por sorpresa de nuevo pero aun así movió sus labios con los míos. Posé una de mis manos en su cuello y la otra en su pecho y él posicionó las suyas en mi cintura haciéndome sentir lo que nadie más. Algo en su beso me hizo sentir que de alguna manera él seguía queriéndome, aunque no sabía con qué magnitud.

Me separé de él con los ojos cerrados, dándome un momento para asimilar que probablemente esta sería la última vez que tendría para estar así de cerca de él.

Posé mis dos manos en su pecho y suspiré mirándolos a todos.

—Tengan cuidado—dije y todos se fueron a excepción de Wanda que no dejó de verme con esa mirada que decía más que mil palabras.

—Mentiste—dijo al fin.

—Sí. No estoy dispuesta a ver heridas o muertes hoy Wanda y necesito tu ayuda.

Se quedó callada por un segundo como reflexionando lo que iba a decir.

— ¿Qué necesitas?

—Que me ganes tiempo y que no dejes que se acerquen a la casa.

Wanda frunció el ceño, un poco confundida.

—Sí sé dónde está mi padre... el verdadero cuartel secreto está debajo de la casa.

— ¿Estás segura?

— ¿Crees que lo olvidaría? Wanda... Tuve una infancia horrible y este lugar fue el inicio, este lugar también me atormenta.

—No tienes que hacerlo sola, Mia.

—Sí, porque eso ya no es sobre HYDRA, esto es entre Alistair y yo. Solo yo puedo terminar con esto sin que haya más pérdidas. Mentí porque sabía que ellos no iban a dejarme hacer nada. Es un sacrificio que estoy dispuesta a hacer. Prefiero ser yo quien lo enfrente a que ustedes lo hagan, mi padre está trastornado, y a pesar de ello es un hombre muy astuto.

Ella suspiró aún sin estar del todo convencida.

—Ok. Dime qué más necesitas.

—Tu traje. Esto no me deja respirar y sé que a ti la goma no te afecta.

Ella asintió.

Intercambiamos vestimenta, claro que ella me ayudó a quitarme esta cosa horrorosa de encima porque yo no podía.

El traje de la Bruja Escarlata me quedaba ajustado, considerando que Wanda era mucho más delgada que yo y que yo no era a lo que precisamente llamabas una varita de nardo, pero en fin, por lo menos este me permitía respirar mejor.

Frote mis dedos, tratando de generar un poco de electricidad pero lo que salió de mí fue únicamente una chispa vaga. Tenía que recargar energías, y eso lo sabía.

Miré a Wanda después de planchar el traje con las manos e hice una pequeña mueca de tristeza mientras seguíamos mirándonos.

—Gracias brujita—dije y me acerqué para abrazarla, ella me correspondió—. Cuida de Steve y de todos y dile al tío Tony que lo amo. De verdad lamento todo lo que ha ocurrido y lo que les hice pero no quiero que olviden que los quiero a todos.

—También te queremos, Mia.

Me separé de Wanda y me dirigí lo más rápido que pude de vuelta a la casa.

Suspiré sintiendo como el miedo iba creciendo en mi interior pero me repetí que debía ser más fuerte que nunca.

My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora