31. Desagradable

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Después de toda esta locura estaba bastante agotada mental y físicamente pero no podía descansar después de lo que vi y lo que había pasado.

Toque las puntadas de la herida que Brokeridge me hizo y fruncí el ceño mientras que algunos recuerdos atravesaron mi mente.

(...)

— ¿A dónde me llevas, Rogy?—le pregunté mientras me jalaba un poco.

Tengo tentación de hacer algo...

—Pero Rogy... si Alistair me encuentra tendré problemas... y además eres mucho mayor que yo...

Tienes 14 y yo 22, ya no eres una niña y hace un año que nos conocemos. Si quisiera herirte ya lo hubiera hecho.

Lo sé, pero...

Además... muñeca, soy de la entera confianza de tu padre... me quiere como si fuera su hijo.

Sentí una punzada de dolor en mi corazón, papá jamás me ha mostrado ninguna actitud de afecto a mí y a Roger sí alguna que otra vez, en cambio, a mí me gritaba, me golpeaba y me hacía cosas horribles.

Qué suerte la tuya...—dije algo triste.

No seas una niñita, Amely... me tienes a mí.

De cierta forma, eso me brindó un buen consuelo, saber que había alguien que me apoyaba dentro de este horrible lugar.

Y eres mi mejor amigo, Rogy.

Roger sonrió y tomó mi barbilla entre sus manos mientras me acercó a él paralizando mis sentidos. No sabía exactamente qué era lo que sentía por él, pero cada que lo miraba mi corazón bombeaba a mil por hora.

Sin más unió mis labios a los suyos volviendo a provocar esas sensaciones sobre mí.

(...)

Ya no lo recordaba como algo lindo sino como un estúpido engaño.

Aun así... ¿Quién diría que iba a terminar asesinando a esa persona que una vez quise? Si es que lo asesiné... mi humanidad estaba por los suelos...

No... no era cierto. Sabía a lo que me metía al aceptar trabajar con los Vengadores y para Fury y al aceptar ser parte de la aniquilación de HYDRA y sabía las consecuencias que eso tendría, para que HYDRA acabase debía aniquilar a todos sus partidarios y Roger Brokeridge formaba parte de ese grupo.

Luego de las horas de regreso en el Quinjet (15 para ser exacta) al fin habíamos llegado a SHIELD. Eran aproximadamente las 10 de la noche.

Nat y yo fuimos directo a la oficina del hombre del parche después de separarnos de Sam a quien agradecí por cuidar mi espalda.

Al llegar a la oficina de Fury, Hill nos pidió el reporte de misión y dijimos todo justo como había ocurrido, claro que yo me cuidé de no abrir la boca más de lo necesario por lo que no mencioné ni a Roger ni la USB que encontré, esto de la USB era algo que debía mantener para mí misma por lo menos hasta saber los planes de HYDRA.

Aunque pensándolo bien, si mantenía esto solo para mí misma me terminaría volviendo loca, por lo menos debía decirle a Steve ya que su mejor amigo pudo haber regresado a las manos de HYDRA.

Saliendo de la oficina de Fury, Nat desapareció mientras que yo me topé con cierto rostro.

—Ah... sigues viva...—dijo indiferente, algo que me dolió mucho.

— ¿En serio actúas así conmigo? Llevamos dos días sin vernos y así no esperaba que me trataras. Confía en mí, estoy perfectamente bien y a salvo, nada me pasó, yo puedo con esto. Ahora, si quieres que me disculpe por lo de Steve no lo haré. Estoy enamorada de él y no me arrepiento de los momentos que paso a su lado, pero por favor no te portes así conmigo que no lo merezco.

My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●Where stories live. Discover now