My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

11. Búsqueda

Todos sabíamos que para ella era difícil estar aquí, pero siendo honesto, jamás creí que haría algo como eso.

Burlar la seguridad y escaparse...

Al mismo tiempo de ser totalmemte irresponsable por la circuntancia, fue brillante.

—Tranquilo Tony, estoy segura de que está bien—dijo Pepper tratando de calmar a Tony, aunque ella no estaba menos preocupada.

— ¿Y si no? ¡Esa niña me va a provocar un infarto!

—Dijo que odiaba estar encerrada—comentó Nat poniéndose de pie junto a Clint.

Todos la miramos.

—Dijo que quería un buen tequila y...—su voz se apagó como si de repente se diera cuenta de algo—. Stark... calma, solo fue a algún bar, quiere divertirse un poco, no hay de qué preocuparse. No exageres.

— ¡¿Que no hay de qué preocuparse?!No puedo dejar que ande sola y menos de noche, es lo que Alistair espera. Hay que buscarla ¡pero ya!

Tony tenía razón, debíamos salir a buscarla de inmediato.

Amelia solo espero que estés bien, sino yo...

Ni en mis pensamientos podía concretar la idea de que ella estuviese de vuelta en HYDRA, mucho menos después de ver su rostro lleno de terror después de contarnos la historia de lo mucho que sufrió estando ahí.

Clint, Tony, Nat y yo salimos en una camioneta a buscarla mientras que Vision, Wanda, Pietro y Pepper se quedarían en caso de que regresara y para informar cualquier noticia, aunque Pietro en realidad parecía deseoso de ir a buscarla. Stark ahora estaba al borde de la locura al igual que yo mientras nos dirigíamos al centro.

Todo el camino estuvimos bastante tensos por pensar en el paradero de la chica.

Barton estacionó el auto y nos dividimos para encontrarla lo más pronto posible aunque Natasha seguía diciéndonos que estábamos exagerando las cosas, cosa que ignoramos, porque en estos momentos no se trataba de exagerar, sino de que la vida de Amelia se hallaba en peligro y más si ella no tenía apoyo.

Mis compañeros y yo nos mantuvimos al tanto por medio de los comunicadores mientras iniciábamos su búsqueda.

No había señal de ella en ningún lado. Buscamos en discotecas y bares y nada, hasta que llegué a una discoteca llamada "9:30 CLUB" y decidí entrar, nada perdía si la buscaba aquí, además de que los centros nocturnos era un lugar clave para buscarla.

El lugar estaba repleto de personas, había mujeres bailando indecentemente con poca cantidad de ropa y la mayoría de los hombres aquí buscaban aprovecharse de ellas. No evité pensar con melancolía que en mis tiempos, todo era tan diferente: la vestimenta, la música, inclusive las personas eran menos promiscuas.

Vi un alboroto en la barra porque alguien estaba haciendo todo un espectáculo. Levanté la vista para ver quién provocaba tal cosa.

Por un segundo no pude dar crédito a mis ojos.

Se trataba de Amelia.

— ¡¿... y saben qué...?! ¡No tengo porque seguir reglas de nadie así que al carajo todo! —gritó Amelia descalza mientras bailaba al ritmo de una canción nada decente y traía un par de tacones en la mano.

Se veía ebria.

Todos exclamaron y rieron animados siguiéndole la corriente a Amelia.

—La encontré—anuncié a mis compañeros por medio del comunicador.