01. Pesadillas

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Mami no estaba... yo suponía que se había ido a hablar a solas con mi tiito Tony que conocí a ayer. Mi tiito Tony me cayó bien, desde que me vio me trató bonito, jugó conmigo y me dio abrazos, lo que más me gustó fue que no le pegó a mami como lo hacía papi.

Papi me daba miedo... muchas veces lo he visto traer señores a la casa y yo me escondo porque me asustan. Todas las veces que se van dicen: "Corta una cabeza y dos más la reemplazaran" ¿por qué dicen eso tan feo? Me daban mucho miedo porque una vez un señor me atrapó espiando y papi me pegó muchas veces.

Ahorita tenía miedo de estar aquí sola pero sabía que mami seguro no tardaba.

Estaba escondida en el baúl en el que siempre me escondía hecha bolita.

Empecé a querer a mami y a mi tiito Tony porque no me gustaba estar sola. Me daba mucho miedo estar sola.

Ayer mi tiito Tony me dijo que me iba a cuidar a mí y a mami, pero al regresar a casa mami me dijo que no hablara del tiito Tony si no estaba ella y llegaba alguien.

Al esperar, vi que alguien abría la puerta y cuando levanté la vista esperaba ver a mami o al tiito Tony pero no eran ellos... sino papi.

—... Ho... hola... papi—dije con terror aferrándome a mi osito de peluche.

— ¿Pero qué haces aquí, pequeñita? Ven con papi—me tendió los brazos, se me hizo muy raro que no me gritara como siempre lo hacía. No le extendí los brazos pero él me cargó y me sentó en sus piernas quitándome a Osito y acariciando mi cabello.

Después empezó a acariciar mis brazos y mis piernas y yo solo lo vi, su mirada me dio miedo y por eso me intenté parar pero él no me dejó y me tiró en el suelo.

—Papi... ¿qué vas a hacer?... no papi... por favo...—le dije, no sabía qué iba a hacerme y de todas formas no dejaba de tener miedo.

Entonces alguien abrió la puerta y nos vio.

Era mami y se veía furiosa con papi.

— ¡Aleja tus manos de mi hija, maldito cerdo enfermo! —le gritó mami empujándolo y tomándome de la mano.

— ¡¿Cómo es qué me llamaste, zorra?! —gritó papi intentando golpearla otra vez, pero mami le detuvo la mano— ¡Ustedes me pertenecen! ¡Nunca se van a librar de mí!

— ¡Eso estamos haciendo ahora! ¡Se acabó, Alistair! ¡Me iré con Tony y me llevaré a mi hija conmigo!

Papi se quedó sin moverse y su rostro se puso rojo, estaba más enojado que nunca.

— ¡¿QUÉ ES LO QUE DICES?! ¡¿CUÁNDO ES QUE VISTE O TE CONTACTASTE CON EL DESGRACIADO DE TU HERMANO?! ¡NUNCA TE IRÁS CON ÉL! —papi empezó a empujar y golpear a mami, yo le gritaba llorando que no, que la dejara, pero papi no se detenía, la golpeaba una y otra vez haciéndola retroceder hasta que ella cayó por las escaleras.

— ¡Mami! —grité corriendo hacia ella hasta que las escaleras acababan.

Mami tenía mucha sangre y no abría los ojos, y por estar más asustada, yo lloré abrazándola.

En ese momento algo cambió en el rostro de papi. La llevó rápido a un hospital y pude verlo mal y triste.

Luego de días, mami despertó pero no podía mover las piernas y tuvo que usar una silla de ruedas. Y tiempo después no volvimos a casa sino que nos mudamos a un lugar que no conocía.

Vivíamos ahora en un edificio oculto donde no había nadie, había ratas y animales que me asustaban. Solía abrazar a mami todo el tiempo y ella me decía que todo estaría bien, yo le preguntaba por mi tiito Tony y por qué no nos visitaba, ella acariciaba mi cabello diciendo que el tiito Tony nos quería mucho, pero para que estuviéramos bien, era mejor no hablar de él y tratar de ver las cosas positivas de todo, después me empezaba a cantar:

My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●Where stories live. Discover now