•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟖•

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 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟓.

—¿Dónde demonios está Mike?

—No lo sé pero me estoy desesperando. Tengo un hambre que flipas y todavía estoy aquí haciendo de niñera porque no tuve otra idea mejor que ofrecerme para traerlos al cine —respondió Blair apoyándose en una de las columnas de Starcourt, el nuevo y gran centro comercial—. Y todo por darle también una puñetera sorpresa a tu hermano.

—Es verdad, que él se cree que sigues en California.

Como había hablado Blair con Steve en Diciembre, su familia se fue a California durante unas tres semanas de vacaciones.

—¡Ahí está! —dijo Lucas al ver a su amigo llegar con la bicicleta—. ¡Llegas tarde!

—Lo siento —dijo Wheeler bajándose de la bicicleta.

—Nos perderemos la peli —añadió Will.

—Si no dejáis de quejaros seguro que sí. ¡Vamos! —entraron en el centro comercial, con las chicas detrás de ellos.

—Mi madre quiere ir esta semana a la piscina del pueblo, ¿te apetece venir? Seguramente pasemos un día en familia —le comentó Blair a su mejor amiga.

—¿Y yo que pinto ahí entonces? —la rubia la miró con una ceja alzada.

—Duermes en mi casa mínimo dos veces a la semana, yo en la tuya también... ¡Te ofrecieron venir a California con nosotros!

—Pues también es verdad. Vale, sí, me apunto.

—No me esperaba menos de ti —cuando llevaron la vista al frente, vieron que los chicos estaban bajando por las escaleras mecánicas—. ¿A dónde van?

—A la heladería, por ahí se cuelan en el cine.

—Vaya, por alguna extraña razón me siento orgullosa porque se nieguen a pagar la entrada.

—Y la comida, que se la compran antes de venir.

—Como debe ser —pasados unos minutos en los que los niños ya habían desaparecido por completo, entraron en la heladería.

—Hola, Tyler —una chica le sonrió.

—¿Qué tal, Robin?

—Bien, bien. Los niños de tu hermano acaban de venir.

—Lo sabemos, y por si fuera poco no solo son sus niños, sino los de ella también —Tyler señaló a su mejor amiga, que frunció el ceño.

—Uh, compartiendo la custodia —dijo Buckley con gracia—. Supongo que tú eres Blair, ¿no?

—Sí, ¿cómo lo sabes?

—Me han hablado mucho de ti. Además, me suenas de verte por el instituto. Dicho esto... ¡Steve!

—No le digas que vengo acompañada —dijo Tyler rápidamente.

—¡Zoquete, tu hermana está aquí!

—¿Ella también? ¡No voy a...! —dejó de hablar en cuanto vio allí a la joven Sallow—. Blair.

—Hola —la muchacha sonrió, no hizo falta mucho más para que Steve saliese de la trastienda y saltase por encima del mostrador para abrazar a la chica, que cuando notó que sus pies dejaron de tocar el suelo, enredó sus piernas en la cintura de él.

—¿Cuándo has vuelto?

—Esta mañana —dijo una vez que de nuevo estuvo en el suelo—. En teoría volvíamos la semana que viene, pero lo hemos adelantado —en ese momento, todas las luces se apagaron.

Agápē ||Steve Harrington||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora