Agápē ||Steve Harrington||

•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟖•

 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟔.

—They're out to get you, better leave while you can. Don't wanna be a boy, you wanna be a man. You wanna stay alive, better do what you can, so beat it, just beat it —mientras Blair conducía, Beat it de Michael Jackson sonaba por todo el vehículo, era una de sus canciones favoritas. Ethan volvería en cuanto le diesen las vacaciones de primavera al igual que a ella, por lo que estaba extremadamente feliz.

Llegó al instituto y aparcó. Cuando levantó la cabeza pudo ver el BMW de su novio acercarse, ya que él dejaba a Robin y a Tyler todos los días antes de irse a trabajar.

—¡Buenos días! —dijo la joven Harrington—. ¡Que nos vamos de vacaciones, nenas! Una semana de completo relax. No puedo aguantar más, os lo juro —Sallow rió y caminó hacia su chico para darle un beso en los labios.

—Ocho meses así y te juro que todavía no me lo creo —nuevamente soltó una carcajada.

—Ni que hubiera sido tu crush de infancia, Harrington.

—¡Todos al gimnasio, vamos!

—¡Venga, que llego tarde! —Buckley agarró a Blair del brazo para separarla de Steve, y la rubia agarró a Tyler.

—¡Luego voy a verte! —gritó la muchacha.

Entraron al gimnasio; Robin se fue con los de la banda y las otras dos chicas fueron a las gradas para ver ese espectáculo.

—¿Alguna vez has pensado en meterte en el equipo de las animadoras? —Sallow miró a su mejor amiga frunciendo el ceño.

—¿Me ves con cara de hacer ejercicio? Yo hago eso —señaló a Chrissy Cunningham—. Y mínimo me parto los dientes.

—Exagerada. A mí me encantaría verte así —dijo Tyler con burla.

—¡Un fuerte aplauso para los Tigres! —los jugadores del equipo de baloncesto comenzaron a aparecer, pero Blair y Tyler solo aplaudieron cuando Lucas hizo acto de presencia.

—¡Buenos días instituto Hawkins! —Jason Carver, el capitán, fue el encargado de dar el discurso. Uno en el que Blair dejó de prestar la atención por completo. Vio que Lucas saludó a Max, pero ella no le correspondió. Estaba claro que la opción de cortar en buenos términos no había sido una opción—. Pensad en Heather. En Billy —aquel nombre logró que Sallow atendiese a esas palabras—. En nuestro jefe de policía Jim Hopper —Tyler y ella se miraron. Había muerto mientras cerraban el portal y fue una pérdida que le dolió a todos—. Pensad en todos los amigos que perdimos en aquel incendio.

—¿Está dando ese discurso para ganar un partido? Porque cero gracia me hace, sinceramente.

—Ignóralo. No sabe lo que verdaderamente pasó, y lo que tuvimos que vivir —dijo Tyler. Las dos intentaban eliminar aquella noche de sus cabezas y todo lo que vieron.

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—¿Cuándo vuelve Ethan?

—Mañana por la noche. Dios, ¿sabes lo peor? Que lo está aprobando todo el muy cabrón —Tyler se rió ante las palabras de su mejor amiga.

—Mejor eso a que tenga que dejar los estudios, ¿no crees?

—Pues sí. Al menos mis padres han entrado en razón y me han dejado estudiar lo que yo quiera. Ahora falta que me admitan —Periodismo. Se había decidido por aquello finalmente.

—Y menos mal. Ya te veía amargada en un tremendo despacho con un pedazo de ventanal a tus espaldas.

—¡Si estás en la banda, te va la ciencia...!