•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐•

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 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟑.

—¿Qué hacen aquí?

—Eso digo yo —Harrington se levantó y se acercó a las chicas—. ¿No ibas a dormir en su casa?

—Sí, ese era el plan principal, pero... Te recuerdo que esta también es mi casa, y tengo el mismo derecho a estar aquí —respondió Tyler cruzando sus brazos. Steve miró directamente a Blair.

—No quiero hacer de niñera.

—Oh, no te preocupes, guapo. No me hace falta que me cuiden.

—Pues nada, se acabó el beber —la rubia miró a Tommy.

—¿Por qué, exactamente?

—Estamos con crías, no es plan.

—Las "crías" aguantamos mejor el alcohol que tú —respondió Tyler.

—No sabría yo qué decir.

—Cuando quieras te lo demuestro.

—No, tú no —intervino el mayor acercándose a su hermana—. Sé lo que eres capaz de hacer. Quiero verlo de ella.

—¿De mi? —Harrington asintió—. Vale, bien.

—Te enseñaré.

—¿A beberme una cerveza? Vaya, un detalle por tu parte.

—Mira y aprende, Sallow —Steve agarró una lata y una navaja. Le hizo un agujero en la parte baja antes de acercar su boca al orificio y abrir la lata para beberse el contenido. Cuando lo hizo, le pasó la navaja a Blair—. Tu turno, empollona.

—Muy inteligente por tu parte darme una navaja y llamarme empollona, Harrington —dijo con sarcasmo. Repitió la acción de Steve sin ningún tipo de dificultad.

—Traga, traga, traga, traga —alentaban Tommy y Carol. La rubia, al darse cuenta de que ya no quedaba nada, tiró la lata al suelo y dejó la navaja en la mesa.

—Eres una joyita, pequeña Sallow.

—Me lo suelen decir bastante.

Tras estar unos segundos en silencio, Tommy empujó a su chica al agua.

—¡Por Dios, Tommy! ¿Cómo se te ocurre? —Tyler y Blair rieron. La morena agarró la mano de su mejor amiga y se tiraron a la piscina. Steve hizo lo mismo a los pocos segundos. La verdad es que eran las primeras risas que se escuchaban aquella noche, y el único momento en el que el ambiente se relajó.

—¿Te apetece comer algo?

—La verdad es que sí.

—Pues vamos a por algo a la cocina —ambas jóvenes salieron de la piscina y entraron en la casa—. ¿Hacemos una pizza? Nos la podemos comer en mi cuarto.

—Me parece correcto.

—Vale, dame un segundo. Voy a por unas toallas mientras esto empieza a calentarse —Tyler fue hacia el cuarto de baño y regresó con dos toallas. Una para Blair y otra para ella—. Después te daré algo de ropa seca.

—No quiero mojarte nada.

—No, si no iba a darte algo mío. Iba a robarle ropa a mi hermano del armario. No creo que eche en falta un par de sudaderas durante la noche, ¿no crees? —la rubia se rió—. Si algo tiene que mojarse o ensuciarse, que sea suyo, no mío. Por cierto, ¿cómo has convencido a tu madre para que te deje dormir aquí?

—Creo que la he pillado con las defensas bajas, y puede que Ethan me haya ayudado un poco.

—¿Cuántas semanas limpiando el baño?

Agápē ||Steve Harrington||Where stories live. Discover now