•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟓•

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 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟒.

—Estudiante por la mañana, niñera por la noche, ¿qué os parece? —dijo Steve cuando los demás se fueron, y lo dejaron a él con Blair y Tyler a cargo de Mike, Dustin, Max y Lucas.

—Que al paso que vamos, debería empezar a cobrar —entraron en la casa y Blair cerró la puerta.

—¿¡Tienes un arma!?

—Un pequeño detalle sin importancia —respondió la rubia ante la pregunta de Henderson.

—¿Sin importancia? ¡Es la hostia! Estás igual que loca que Steve cuando se puso delante de los demoperros con el bate —Sallow rió y miró al recién nombrado.

—Pues puede que sí.

—Mi pregunta es... ¿Qué vamos a hacer con eso? —preguntó Tyler refiriéndose a la criatura muerta que tenían en el salón.

—A la nevera —Dustin la abrió y sacó algunas baldas, junto a la comida—. Ahora debería caber.

—¿Es necesario esto? —preguntó Steve, que tenía aquel bicho en brazos envuelto en una manta.

—Sí que lo es. Es un descubrimiento científico revolucionario, no podemos enterrarlo como un mamífero cualquiera. No es un perro.

—Está bien, vale. Pero luego se lo explicarás tú a la señora Byers —lo metió en la nevera y la cerraron rápidamente. Mientras tanto, Blair y Tyler recogieron los cristales del suelo.

—Mike, ¿puedes parar de una vez? —le dijo Lucas, ya que no dejaba de dar vueltas.

—Tú no lo has visto, ¿vale? El laboratorio está plagado de cientos de perros.

—¡Demoperros! —corrigió Dustin desde la cocina.

—¡El jefe cuidará de ella!

—Como si le hiciese falta protección...

—Oye, tíos —Steve fue hacia el salón—. Si el entrenador ordena una jugada, no te queda otra opción que ejecutarla.

—Oye, para empezar esto no es un ridículo partido. Y segundo: nosotros estamos en el banquillo.

—Ya, pero me refiero... —se quedó callado un par de segundos—, Sí, estamos en el banquillo, no podemos hacer nada.

—Eso no es del todo cierto —dijo Blair—. Los demoperros tienen mentalidad de colmena, ¿no? Cuando huyeron del autobús, alguien los llamó. Y si captamos su atención...

—Podremos alejarlos del laboratorio —finalizó Tyler.

—Y abrir el camino al portal —dijo Mike.

—Y luego moriremos todos.

—Es una forma de verlo.

—No es una forma de verlo, ¡es un hecho! —protestó el mayor.

—Espera... —Wheeler fue hacia la cocina, y todos le siguieron—. Aquí es donde el jefe cavó el agujero, es nuestra entrada al túnel. Y aquí... —volvió al salón—, Justo aquí, esto es como un núcleo, así que todos los túneles van a dar aquí —señaló el centro del dibujo—. Tal vez si le prendiéramos fuego...

—Va a ser que no —dijo Steve, que fue completamente ignorado.

—El Azotamentes avisaría a su ejército.

—¡Y todos irán a detenernos!

—Iremos hasta la salida.

—Y cuando vean que ya no estamos —dijo Tyler.

Agápē ||Steve Harrington||Where stories live. Discover now