•𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒𝟓•

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 →𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬, 𝟏𝟗𝟖𝟔.

—A ver, vamos a repasarlo otra vez —Nancy estaba de pie, pero de espaldas. Así que se giró y les miró—. Fase uno.

—Quedamos con Erica en el parque. Le dará la señal a Max y a Lucas cuando lleguemos —dijo Tyler.

—Fase dos.

—Max atrae a Vecna, para atacarla tendrá que entrar en trance —respondió Steve, que estaba de brazos cruzados.

—Fase tres.

—Alejamos a los murciélagos.

—Cuatro.

—Entramos en la guarida de Vecna y... —Tyler agarró una de las botellas que tenían preparadas con un cóctel molotov—, Flambé.

—No podemos fallar. Esta es nuestra primera, y única oportunidad para acabar con Vecna —dijo Blair—. Que nadie pase a otra fase sin habernos comunicado. Que nadie se desvíe del plan, pase lo que pase. ¿Entendido?

—Entendido —respondieron a la vez. agarraron sus cosas y salieron de allí para entrar en la caravana de Eddie de nuevo.

Steve sería el primero en entrar, y todo estaba tal cual lo dejaron al salir de allí.

—Ten cuidado —le dijo Dustin.

—Gracias, tío —se agarró a las sábanas y empezó a subir—. Allá vamos —cuando sus pies tocaron el suelo, miró hacia arriba y le guiñó un ojo a su chica.

—¿Qué espera? ¿Un aplauso? —dijo Robin en un murmuro. Puso un colchón en el suelo, para amortiguar la caída.

—Como mínimo.

—Ya está.

—Pues es mi turno —la rubia se quitó la mochila y la dejó caer en el suelo, y Tyler la ayudó para que pudiese trepar. Cuando cayó, Steve agarró su mano y la ayudó a levantarse.

—Te veo con ganas de reventar cierta cabeza.

—No te imaginas las que tengo —reconoció la muchacha.

Empezaron a lanzar sus cosas. El siguiente en bajar sería Eddie, seguido de Tyler, Dustin, Robin y Nancy.

—Vale, ya estamos aquí —murmuró Wheeler, y miró el portal—. Ya no hay vuelta atrás.

—No me puedo creer que estemos haciendo esto —dijo Robin—. Con lo bien que estaba yo trabajando.

—¿Me lo estás diciendo en serio?

—¿Matar un hechicero maligno? Te puedo asegurar que ese no era mi plan de vacaciones.

—¿Lo tenemos todo? —preguntó Steve.

—Arriba no se ha dejado nada —respondió Henderson.

—Pues es la hora —salieron de la caravana de Munson.

—Eh tíos, escuchad —el mayor se giró para encarar a los tres que se quedarían en la caravana—. Si la cosa se tuerce sea como sea, abortad, ¿vale? Sólo hay que atraer a los murciélagos, distraerlos un par de minutos y nosotros vamos a por Vecna. No os flipéis ni os hagáis los héroes. Solo sois...

—El señuelo —finalizó Dustin—. Tranquilo, tú vas a ser el héroe, Steve —dijo con sarcasmo.

—Por supuesto —añadió Eddie—. Míranos, no somos unos héroes —Harrington volvió junto a las chicas.

—Y tú —señaló a su hermana pequeña—. Más te vale salir viva de aquí, ¿de acuerdo?

—Te lo prometo. Aunque sea difícil, pero se hará lo que se pueda.

Agápē ||Steve Harrington||Where stories live. Discover now