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Desde que había comenzado a ir a la escuela y con el pasar del tiempo, Kirishima podía observar como Midoriya le había perdido el interés a ir al establecimiento, en las mañanas lo veía irse con cara larga y volver con la misma, aparte de que cuando volvía se sentaba a hacer sus tareas, estudiaba un poco y luego se iba a su cuarto, cerrando la puerta detrás suyo.

Sin embargo, a Deku no le molestaba ir a la escuela, es más, había comenzado a hacer amigos y le iba bien, el único problema de que tenía era Chisaki Kai.

Desde que lo habían expulsado de la academia por llevar armas blancas y ataque contra estudiantes, el pecoso no se había vuelto a enterar de él, más a la semana de haber sido expulsado, mientras Deku se encontraba a las afueras del instituto después de salir del club de atletismo, apareció de la nada y tomó el ojiverde de la camisa y lo arrastró por ahí. Lo llevó hasta un callejón y volvió a sacar la cortapluma, poniéndola contra su vientre y amenazándole de que si gritaba o le decía a alguien, se encargaría de cortarlo y hacerlo sopa, Midoriya lloró pensando de que terminaría siendo un ramen y que Kirishima lo comería sin saber que era él.

Desde ese tiempo, Chisaki lo esperaba casi todos los días y lo arrastraba por ahí, siempre abrazándolo contra si mismo por el hombro, con el fin de que nadie notara el arma corto punzante que tenía contra el rizado.

- sabes, Midoriya -dijo caminando junto el ojiverde por el sector de Kamino mientras oscurecía, aunque varios miraban un poco confundidos como un estudiante andaba por esos lugares y más a esa hora, que era cuando el lugar se comenzaba a ver turbio debido a las cosas que salían junto con la aparición de la oscuridad, pero muchos terminaban desviando la mirada cuando veían que iba con el tipo- me estoy comenzando a aburrir con tu simple presencia, no me gusta mucho el hecho de que solo camines conmigo por ahí y respondas mis preguntas -dijo estrechándolo contra si, haciendo que el peliverde cerrara con fuerza sus ojos.

- ¿q-qué quieres que haga, Kai? -dijo en un murmuro, subiendo su mirada y clavándola en la del castaño, este le sonrió y luego miró al frente, caminando con mayor ánimo.

- quiero que seas mi perra -dijo con simpleza- yo se todo lo que hacías con el maldito de Bakugou, ¿has visto su cara cuando te recuerda? ¡su maldita cara es un poema! Entonces estuve pensando, ¿cómo logra un niño que un maldito puberto se ponga así? Y pensándolo más, me di cuenta de que también quiero eso, tal vez tengas un cuerpo mágico o algo as-

- no -dijo el menor, cortando lo que el tipo le decía y se detuvo, sintiendo como Chisaki enterraba sus dedos hasta las uñas con fin de que no se me separara, Izuku alzó su mirada y miró como el castaño le miraba serio.

- ¿qué dijiste, Izuku? -dijo con voz seria, apretando el agarre de su mano y empujó al menor en contra de si, dejando que el mentón del chico se estampara contra el esternon del más alto- ¿me acabas de decir que no? -dijo con una sonrisa- cuídate, pecas bonitas -dijo con una sonrisa amplia, soltando el hombro del menor para subir su mano a la nuca, apretando esta y sacándole una mueca de dolor al pequeño- yo se todo de ti, maldito -dijo en un gruñido- se como se viste el bastardo de Kirishima, se lo que comen, cuando gana ese desgraciado, lo se todo, puedo entrar a tu casa y hacerles a ambos lo que se me da la maldita ga-

- ah, ¿Midoriya? -escucha una voz al lado de ellos y ambos miraron, el peliverde que ya tenían sus mejillas bañadas de lágrimas y colgaba mucosa de sus fosas nasales vió a un tipo pelimorado, con unas enormes ojeras y una enorme sonrisa en su rostro.

- ¿y tú quien mierda eres? -dijo Kai de manera molesta, soltando al peliverde para darse vuelta al pelimorado, el cual le dió un simple golpe en la sien, Midoriya no logró ver con que lo golpeó, pero solo vió como en cuestión de segundos el castaño estaba desvanecido en el piso y el pelimorado lo tenía inmovilizado, muchos que iban caminando vieron como lo maniataba de manera brusca, pero era común ver ahí peleas de borracho.

- Midoriya, ¿estás bien? -dijo el pelimorado alzando su mirada y no poder evitar enternecerse al ver como el pequeño temblaba completo y no dejaba de llorar- ¿te hizo algo? -dijo preocupado, sacando su mano del celular para mandarle un texto rápido a Todoroki sobre el paradero de Chisaki.

- n-no -dijo con voz temblorosa, viendo como el adulto se sentaba con comodidad sobre el torso del tipo.

- ¿estás seguro? Te veo pálido -dijo tomando su celular y marcando a Kirishima, se llevó el celular a su oreja y suspiró un poco- ¿Kirishima? -dijo mirando al peliverde y como ese palidecía, sin quererlo Deku cayó al piso de la impresión y miró al pelimorado, ¿es que todos se conocían entre todos?- tengo a tu chico en Kamino... No, lo tenía Chisaki... Sí, ya hice el aviso, ¿dónde llevo a Midoriya?.. Ah, lo llevaré a una pizzería y ya, cuando estés por aquí me llamas -dijo con simpleza antes de cortar el celular y volver a guardarlo en su bolsillo, apretabdo fuertemente el cuerpo del desvanecido adolescente- Izuku, ¿estás bien? -le insistió y Deku asintió con su cabeza, llevando mi mano a su nuca y sintiendo como las uñas habían quedado marcadas.

- ¿p-por qué conoces a Kirishima? -dijo en un murmuro el menor, hipeando al sentir como dejaba de llorar, vió como este sonrió y al ver que venía un grupo uniformado, se paró de encima del chico y caminó donde Midoriya, tendiendo su mano para poder levantarlo.

- es amigo mío, no como lo es de Todoroki, pero nos conocemos desde que trabaja ahí -dijo levantando al chico, observando como el grupo uniformado de su institución se llevaba al tipo inconsciente- vamos a comer pizza, así dejas de llorar -dijo con simpleza, suspirando un poco mientras limpiaba sus manos en su ropa y señalaba un local al costado del camino.

Hijos de la calle (2.0)Where stories live. Discover now