13.

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Kirishima miraba desde el marco de la puerta del cuarto de Izuku como este dormía en la cama, cubierto por la capa de Bakugou y roncaba un poco, hundiendo su cara en la almohada de vez en cuando. Izuku no había comido nada ni había tocado algo, Kirishima esperó algo como le pasó con Katsuki, que en 10 minutos había destrozado muebles completos en casa de Todoroki mientras gritaba encolerizado que lo llevaran devuelta, pero pareciera que el chico se había dormido en cuanto se fue él.

- Midoriya -dijo el pelirrojo, caminando dentro del cuarto y se sentó en la orilla de la cama, mirando como los rizos estaban algo revueltos y el peliverde estaba sonrojado, puso una mano sobre el hombro del chico y le remeció suavemente- Midoriya, despierta, debes comer -dijo con dulzura, viendo como el pecoso se quejaba antes de despertar, abriendo un ojo y luego soltando un suspiro de decepción y cansancio, removiéndose un poco en su lugar.

Deku soñaba que estaba allá, dentro de la calle y con su gente, cuando tenía a Kota y a Kacchan con él, miraba como el rubio y el niño discutían por el simple hecho de tener la atención del peliverde, quien se reía y los hacía detenerse. Pero su sueño se vio arruinado al sentir como la voz de Kirishima irrumpía en su sueño desde el cielo, donde luego fue despertado.

- ¿pasa algo? -dijo de manera somnolienta, llevando una mano a su rostro y frotó un poco este, mientras se daba vuelta suavemente hasta darle la cara a Eijirou, quien le sonrió con dulzura. Deku abrió sus ojos de golpe al sentir la dulce mirada del pelirrojo sobre la suya, sus respiración se aceleró levemente además de la pequeña tensión que tuvo en sus muslos cuando el hombre posó una mano sobre su pierna suavemente por sobre la capa. 

- no, pero debes despertar, no es bueno que pases tantas horas sin comer ni tampoco es bueno que duermas mucho -dijo, estirando su mano al cabello del chiquillo y acariciando ese con cariño, peinándolo suavemente. Si en esas circunstancias hubiese sido Kacchan, Deku se hubiera dado vuelta y habría seguido durmiendo, pero algo le hizo sentarse y asentirle con la cabeza, viendo como se retiraba del cuarto y luego comenzaban a sonar más voces con música de fondo.

Izuku se levantó con desgano, gruñendo un poco mientras dejaba la capa en su cama e iba a la sala del lugar, viendo como de una radio que tenía emitía música del momento, vio como Kirishima estaba trabajando en su portátil con un lápiz enganchado en su oreja, junto con una pila de carpetas a su lado.

- ¿te ayudo en algo? -dijo el peliverde, llegando donde Kirishima en el momento en que este le negó con la cabeza, viendo con atención la pantalla de su computadora, tecleando rápidamente los comienzo de informes de todos los jóvenes que tenía en el área y que le tocaría atender cuando otros volviesen a Tokio.

- no es necesario -dijo de manera un poco torpe, viendo el papel y luego anotando- pero voy a estar un par de horas ocupado, así que ve a bañarte y a vestirte, porque vamos a salir -dijo un tanto desconcentrado, dejó de mirar la pantalla para mirar al pecoso y este le asintió- tienes permiso de husmear en la casa, comer, tomar o hacer cualquier con tal de que estés listo a las 10 -dijo, sonriéndole un poco y luego volvió su vista a la pantalla, Deku asintió suavemente con su cabeza y luego se dio vuelta, sacando su camiseta debido a la incomodidad que le producía, caminó con esa en mano hasta su cuarto y dejó esa sobre la almohada de su cama, fue a los muebles que sabía que tenían ropa y comenzó a buscar por ella hasta encontrar una camiseta más grande que él, se colocó esa y salió, comenzando a recorrer la sala con lentitud.

Iba observando por los muebles las distintas fotos que tenía Kirishima, fotos de él con Todoroki, con otras personas e incluso con mujeres, fotos de pequeño en distintas graduaciones (y estas hacían que se asombrara, ya que veía que realmente el rojo intenso de su cabellera no era natural, dejándole ver que tenía el cabello negro). Tomó un marco de uno de los muebles y lo observó por un largo momento, estudiando con delicadeza la foto: se encontraba el pequeño Kirishima, tal vez con unos 4 o 5 años en brazos de un tipo con cabello negro y un poco largo además de una cicatriz gruesa en su rostro, portando un uniforme escolar.

- ¿quién es? -preguntó el pecoso, caminando con el marco entre las manos hasta Kirishima, quien ya llevaba solo tres de las carpeta de la pila, tomó la foto y sonrió con dulzura, suspirando un poco.

- es mi hermano, Aizawa Shouta, él también fue parte del experimento -comentó, sintiendo sobre sí la mirada del pecoso- ese fue su cumpleaños 17, fui con mis padres a buscarlo a la escuela y fuimos a comer -dijo devolviéndole la foto a Midoriya, este la tomó y siguió viendo como el joven tenía una gruesa cicatriz debajo del ojo y una mirada dura- es más, va a ser tu profesor cuando terminen las vacaciones -dijo con una leve sonrisa, mirando concentrado la pantalla nuevamente.

- ¿profesor? -dijo un poco cohibido el menor, el hombre no se parecía a la señora Uraraka en ningún sentido, no tenía buena mirada y daba la sensación de que iba a asesinarlo o algo similar.

- sí, de educación cívica y social -dijo con simpleza- vas a ir a la misma escuela que fuimos los dos, a UA -dijo el peliteñido, cerrando la carpeta que tenía y abriendo otra. Deku tragó saliva y asintió suavemente después de eso, fue y dejó la foto donde estaba antes, caminando por el pasillo donde se encontraban las puertas y entró a una, se dio cuenta de que era el baño al ver que tenía una ducha junto a los implementos de limpieza, inodoro y un lavamanos entre distintas cosas decorativas que tenía, como un mueble donde se encontraban las toallas y distintos útiles de aseo sin usar.

Kirishima observó de reojo y con una expresión divertida como Izuku se paseaba por el baño y luego por el cuarto de él, se fijó que estuvo cerca de 10 minutos en el cuarto y luego salió, caminó a la sala y se echó en el sillón, mirando el techo mientras escuchaba de manera distraída la música que sonaba y pensaba en donde irían.

Midoriya al rato se levantó, caminó al plato que seguía intacto en la encimera de la cocina tomó una bola de arroz y comenzó a comer con ánimo, disfrutando del sabor que satisfacía su hambre.

Hijos de la calle (2.0)Where stories live. Discover now