7.

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Una luz lo encandilaba. Movió con incomodidad su cuerpo al sentir como un fuerte dolor de cabeza lo carcomía y sentía sus músculos hormiguear, todo olía distinto y podía sentir una respiración más dentro del lugar, muchos sonidos retumbaban dentro, se sentía ahogado debido a algo que le cubría. Abrió un poco sus ojos y vio como a su lado estaba el monstruo que le había arrancado los ojos a Kacchan, mirando un objeto rectangular y con pliegues de algo blanco. Al verlo recordó en su pecho lo que había sucedido en solo esas horas.

Con un poco de esfuerzo se sentó en el lugar en que estaba, sacando de encima las telas que le cubrían antes de verse el cuerpo. Este seguía igual de pintado como había salido de su gente. 

- ¿necesitas ayuda? -le dijo el tipo de dientes afilado al lado suyo, cerrando el libro mientras miraba con un poco de preocupación como Midoriya miraba al frente de manera perdida mientras frotaba su rostro de forma confusa. El peliverde subió su mirada hasta encontrarse con los ojos rubíes y asintió, vio como el adulto se levantó y caminó donde él, sacando las sábanas de encima de él, dándole el brazo para que pudiese levantarse, lo vio tambalearse unos momentos antes de que asintiera con su cabeza de forma dócil y quitara su brazo de forma suave. Se apoyó sobre la cama por unos segundos, respirando hondo ante el mareo que tenía y el asombro al sentir algo tan suave. 

- ¿Kacchan está muerto? -escuchó Kirishima en un leve susurro, alzó su vista y vio como Midoriya tenía la vista gacha y sus ojos con lágrimas en lo que empuñaba las sábanas entre sus sucias manos, gruñendo un poco.

- ¿qué cosa dijiste? -dijo con preocupación el peliteñido en lo que llevaba su mano al hombro del menor para erguirlo y girarlo. El pecoso lo encaró mientras sorbía su nariz, mirándolo con fiereza a los ojos. En su cara se formaban leves arrugas que se acentuaban gracias a los años de quemaduras de sol debido a la constante exposición.

- ¿Kacchan murió? -dijo y alzó su vista, fijando ese suave color esmeralda que poseía sobre los ojos carmín del contrario, quien se conmovió ante su tono de voz y negó con su cabeza, acercándose y estrechando al pequeño entre sus brazos. Aunque sintió al chico poner resistencia por unos segundos se rindió al sentir como el pelirrojo no iba soltarle.

- para nada, Izuku, él está bien, sano y salvo, come 3 veces al día y ahora va a la escuela -dijo con suavidad, llevando sus manos a los rizos y comenzó a acariciar estos suavemente.- ¿recuerdas al señor de antes, Todoroki? Ahora Katsuki vive con él y se llevan bien -dijo y se separó un poco, viendo como a Midoriya se le comenzaban a inundar los ojos de lágrimas de alivio. Sus piernas temblaron unos segundos antes de que el pecoso se aferrara a sus hombros en un abrazo, mientras reía con los dientes apretados.

- ¿entonces está bien? -susurró y vio como el extraño le asintió, llevando una mano a su cabello y acariciando este, Deku cerró sus ojos y suspiró con relajo en lo que sollozaba, recordando que cuando era más pequeño, un chico le acariciaba el cabello de esa manera.

- sí, Katsuki está súper bien -le dijo con voz suave, dejando que el joven llorara de forma tranquila, notó como Izuku dejó escapar un suave gemido cuando finalmente dejó de llorar y dejó su frente contra el hombro del adulto, sintiendo finalmente alivio en el pesar que llevaba en su pecho desde el día en que se habían llevado a Kacchan.

- ¿yo estoy muerto? -susurró bajito el reciente adolescente, alzó su vista y observó esos ojos rojos que le miraban con dulzura y diversión, casi de la misma forma en que le miraba Kacchan en los escasos momentos especiales que tenían. De manera involuntaria el más bajo sintió un cosquilleo en su zona baja, por lo que se sonrojó un poco y escondió su rostro en el cuello del extraño, tenía un perfume fuerte que le saturaba la nariz, pero tenía cierto encanto que le hizo quedarse unos segundos más de lo que pensó estaría.

- no, Izuku, recién comenzarás a vivir -le dijo Kirishima con una pequeña sonrisa y terminó por separarse, tomando las pecosas mejillas embarradas de pintura rústica entre sus manos, se estiró y le besó la frente suavemente, dejó que se colocara unas pantuflas que le había llevado para evitar que anduviese descalzo por el lugar, miedoso de que pudiese resfriarse, luego le puso su chaqueta, el mismo pelirrojo tomó la capa y dijo que la cuidaría por él, cuando salieron vio que Todoroki estaba ahí, esperando al peliverde.- ve con él, podrás ducharte antes de ir a comer y luego irás con los otros chicos, estarás bien con él -dijo, vio como Izuku se acercó de manera un poco insegura al  bicolor pero de todas formas fue con él.

Luego de atravesar por la travesía que era el aprender a usa la ducha junto a los productos de aseo, colocarse la ropa común y finalmente salir terminaron en el comedor, Izuku estaba haciendo fila junto con Todoroki, esperando a que llegara su turno para recibir su bandeja, aunque los fuertes olores que tenía la comida lo tenían mareado. 

- oye, mira sus orejas -escuchó detrás de él, escuchó varias voces masculinas hablando sobre el tema y Deku se giró un poco asustado, vio a varios tipos tan altos o fuertes, emitían esa energía que poseía Kacchan, todos se encontraban sonriéndole.- oye, tus aretes son geniales -le dijo un tipo con una sonrisa, estiró su mano hasta que la estrechó con la Izuku casi a al fuerza, haciendo así que el pecoso frunciera su entrecejo, devolviendo el gesto con fuerza- soy Tetsutetsu -dijo con ánimo, el peliverde le sonrió suavemente al sentir que no debía ser un mayor peligro.

- soy Deku -dijo con una sonrisa, viendo las pequeñas marcas plateadas que tenía el chico por su cara. Los observó a todos con atención a todos, algunos lucían distraídos o muy en otro plano, tenían pieles tan dañadas como la propia. 

- este idiota de acá es Monoma -dijo el primer chico, señalando a un rubio con cara paranoica detrás de él. Todoroki se giró suavemente para ver a los jóvenes, alzando su ceja antes de negar con su cabeza, sabiendo de que ellos se dedicaban a fastidiar al resto con su extrovertida personalidad

- tienes cara de ser pareja, ¿eras pareja? -dijo el rubio ladeando su cabeza, el peliverde se sonrojó un poco y frunció sus labios, para caminar hacia él con aires desafiantes antes de que fuera frenado por la mano de Todoroki, quien lo paró del hombro- no tienes rostro de imponerte mucho, tal vez eres débil

- Monoma, cállate -escucharon la voz de Todoroki interrumpir la conversación, el bicolor le miró y le alzó una ceja con molestia, haciendo así que el joven recordara la cantidad de castigos que le tocaban debido a los desastres que llevaba a cabo dentro de las instalaciones. Midoriya miró al rubio y como este solo asintió con la cabeza, mirando para otro lado con la mandíbula apretada.

- ignora a este idiota, ¿quieres sentarte con nosotros? -le dijo con una sonrisa amplia el chico de las marcas plateadas mientras señalaba con su mano una de las largas mesas vacías de metal, el peliverde asintió con ánimo, luego de que buscara su comida fueron los tres a sentarse a una mesa, comenzando a hablar, dejando así permiso a Todoroki para que hiciera una rápida inspección por el comedor.

Hijos de la calle (2.0)Where stories live. Discover now