Hijos de la calle (2.0)

21

- muchas gracias por todo, señora y señor Kirishima -dijo el menor ante los padres de Eijirou, haciendo un pequeña reverencia mientras estaba en la puerta de entrada, con sus zapatos ya calzados y con Kirishima a su lado, en las mismas condiciones.

- no nos digas así, yo creo que es mejor que nos llames abuelo y abuela -dijo el padre de Kirishima, haciendo presencia mientras sonreía amplio y estiraba su mano al cabello de su esposa, acariciando con mucha suavidad ese y luego dejando su mano en el hombro del lado contrario a él, atrayéndola dulcemente. Deku alzó su vista y terminó la reverencia, sonrojándose sin que no lograsen notarlo y luego sonrió, asintiendo suavemente con su cabeza.

- gracias por todo, realmente me salvaron la vida -dijo el pelirrojo a sus padres y se estiró a abrazar a cada uno, luego de que se dijeron todo lo que debían decirse salieron de la casa, Deku caminaba al lado de Kirishima y en silencio, llevando en su mano su mochila con las botellas vacías dentro.

Entraron al auto con calma y ambos se relajaron en sus respectivos asientos un par de minutos, Kirishima mirando al frente y Midoriya mirando por la ventana, mientras que el pelirrojo trataba de buscar una forma suave de reprender al pecoso, este disfrutaba del olor químico a pino silvestre que había mientras trataba de recordar el olor del lugar adentro de su calle, fallando en el intento.

- no vuelvas a hacer eso -murmuró Kirishima, haciendo que Izuku girara su cabeza y lo mirara, alzando una ceja, Eijirou movió su cabeza y fijó su vista en la del chico, acercándose hasta que quedaron a solo unos centímetros de distancia- nunca vuelvas a hacerme eso, Midoriya, por nada del mundo -dijo en un tono serio, haciendo que a Deku se me pusiera la piel de gallina, apartando su mirada a la radio del vehículo.

- está bien -murmuró Izuku, no logrando que su voz saliese firme- no lo volveré a hacer -susurró, bajando su mirada y luego subiendo esta junto con su mano, abrochando su cinturon de seguridad.

Cuando llegaron al apartamento, ambos andaban en silencio por la casa, Kirishima procedió a sentarse en lo que Izuku iba a tomar un baño. Sin darse cuenta, Deku le había tomado el gusto a quedarse en la bañera, recostado entre el agua caliente y con unos patitos de hule que Kirishima tenía de hace tiempo, siempre relajado y sereno.

- Midoriya -lo interrumpió la voz de Kirishima del otro lado de la puerta en lo que esta era golpeada con los nudillos de manera suave- ¿se puede pasar? -preguntó en tono suave, Izuku se sentó y ordenó rápidamente los patitos donde estaban, carraspeando un poco su garganta.

- claro, pasa -dijo lo suficientemente alto como para que le escuchara, a los segundos se abrió la puerta y entró Kirishima, se le podía notar cansado. Vio como el peliteñido peinó sus cabellos con su mano, exponiendo las diminutas raíces de cabello negro que tenía.

- ¿te molesta si te apuras? Quiero ducharme para poder descansar un rato -murmuró, viendo a Midoriya en lo que ladeaba un poco su cabeza, el rizado asintió sin entender a lo que quería llegar y abrazó sus rodillas, notando como Kirishima salía del baño en total silencio, cerrando la puerta detrás de sí. Deku se levantó con cuidado y salió del baño, envolviéndose en la toalla seca que le aguardaba antes de dejar el agua correr y salir del cuarto, mirando como Kirishima estaba recostado en el sillón, mirando su celular con desinterés. Sin quererlo, una sensación de paz nació en el pecho del pecoso y se afirmó al marco de la puerta, suspirando gustoso al ver como el pelirrojo le aguardaba con calma. Podía notar muchas cosas en él que nunca había visto en Kacchan ni nadie en el laberinto, como su constante sonrisa en el rostro y alegría, algo que aunque siempre sentía que estaba, era una emoción poco asumida.

¿podía recordar Deku la última vez que se sintió así de cómodo con alguien? Tal vez con Dabi, ya que siempre tomaban baños juntos y con Kacchan antes de que fuese jefe, pero no podía recordar una vez que pudo tomar un momento relajante con Kacchan en esos 2 años que estuvieron juntos. Al mismo tiempo, ambos tuvieron que asumir una responsabilidad muy importante que los consumía completos. Deku suspiró con cansancio, relajándose finalmente y soltando el marco de la puerta de entre sus dedos, caminando hacia el sillón.

Kirishima tenía los ojos fijos en el celular antes de desviarlos y mirar a Izuku, quien venía hacia él con un paso lento, observó como el niño se sentó a sus pies y suspiró, sonriendo de forma dulce mientras se relajaba en el inmueble. Rió suavemente antes de colocar las piernas en sus muslos, relajándose.

Hace mucho Kirishima se había definido bisexual, pero nunca nadie le había llamado la atención tanto como para entablar una relación seria, debía admitir que se acostaba con mucha gente, como con Uraraka cuando ella tenía noches libres, con Natsuo, uno de los hermanos mayores de Todoroki o con Yaoyorozu Momo antes de que fuese novia de Todoroki, una mujer que trabajaba de secretaria en la oficina, pero Eijirou los tomaba solo como visitas esporádicas, por más de que se vieran dos o tres veces a la semana con cada uno.

Pero había algo que había cambiado en Kirishima con respecto a eso, desde que había llegado Deku a su vida, no estaba tan interesado en estar con ninguno de ellos, había algo que provocaba que ya no necesitara estar cerca de ellos en ámbito sexual e incluso había llegado a un punto de que solo se veía con Uraraka de vez en cuando, con el fin de sacarse las ganas entre ellos todo por el fin de querer protegerlo, sentía como si Izuku fuese un real hijo y que ahora dependía de él.

- Kiri... -escuchó la suave voz de Izuku y luego la mano empapada en su mejilla, haciendo que abriera sus ojos- no te duermas, te va a hacer mal -murmuró con un poco de preocupación. Eijirou sonrió amplio y se estiró a besar su frente, sentándose.

- no lo haré, cuéntame que hiciste en el día, así no me quedaré dormido -dijo con una sonrisa, haciendo que el pecoso asintiera con cabeza y comenzara a hablar, haciendo gestos de fascinación y asombro para describir todo lo descubierto ese día.