Lucifer

Finalmente, todos los secretos terminan saliendo a la luz.

Narrador Omnisciente.

Era un día que nada más podría describirse con una sola palabra, pesado. Un día lluvioso, y frío, en dónde por las calles de California, ya se había hecho noticia una pequeña pelea que tuvieron Los Kowalski en un restaurante a las afueras de la ciudad. Sólo se hablaba de eso, era hasta tal punto, de que hablaban de un tono alto tratando de llamar la atención de los presentes.

—No entiendo como es que la gente puede llegar a ser tan estúpi... —Carmela fulminó con la mirada a Jason, él hizo una pausa breve, para remendar la palabra que iba a decir. — Irrelevante, cómo para hablar tantas baboseadas, mejor callar.

—Lamentablemente, McCann, así son las cosas en esta familia. —responde Carmela, tomando un gran y largo trago de su vaso de vodka— Y en especial, mi marido, que se está dejando cegar por su poder. Se ha olvidado de que su familia es prioridad y...

—¡Mi querida Carmela, mi amor! —sarcásticamente, entra Logan, acercándose a ellos a paso lento. Recién había llegado de una reunión, y no podía mantener o siquiera controlar su ira y rabia al escuchar aquellas palabras que había dicho Carmela. — Mi familia, nuestra familia, siempre va a ser mi prioridad. ¿Pero acaso tengo que recordarte, que tu misma decidiste dejar tu cargo? Trabajo para mantener a esta familia, ¡tú no sabes nada, joder!

—Disculpe sí en algún momento le falto el respeto, no es mi jodida intención, pero, Señor Kowalski, no permitiré que vuelva a hablarle así a una dama como Carmela Steele. —Escupe con veneno en cada una de sus palabras McCann, levantándose lentamente de su silla, mirándolo con una mirada, que sin duda alguna, sí sus ojos fueran cuchillos, el Logan Kowalski, debería ser considerado muerto. — Tal vez yo no sea el mejor hombre cómo para darle consejos de cómo tratar a una mujer, pero, es importante que recuerde esto... —El ojimiel se colocó al lado izquierdo de Carmela, le tomó la mano dulce y suavemente, dándole una media vuelta. Estaba vestida con un hermoso vestido de color rojo, que para su color de piel, lograba hacerla ver más esbelta y le resaltaba su figura. Su cabello estaba completamente lacio, y le llegaba por la cintura. En lo profundo, McCann se sentía agradecido de saber de que tiene a las mejores mujeres a su lado, las más valientes, y cada una con un carácter fuerte. Estaba orgulloso, y en cierto sentido, agradecido. — Protéjala como si fuera su hija, ámela como a una esposa, y respétela como si fuera su madre. —Finalizó McCann, sonriéndole, para luego salir de allí, dirigiéndose a la fiesta que había en la planta baja de la gran mansión.

Donde seguramente estaría Vanessa.

La Señora Steele no estaba más que sorprendida y atónita.

En eso, las puertas de la oficina se habían abierto, dejándose ver a Vladímir, un ex-compañero de Carmela.

—¿Qué haces aquí? —pregunta Carmela, quién fue interrumpida por Logan después.

—¿Quién carajos eres? —pregunta Logan, colocándose al frente de Carmela, protegiéndola, según él.

—Vine a hablar con Carmela... a solas. —susurró lo último, sonriendo sin gracia. Esto le provocó un mal presentimiento a Carmela...

Acaso, ¿su pasado saldrá a la luz?
Oups, parece que alguien está siendo cómplice de su propia trampa.

XOXO, MRS. SONRISITAS SE DESPIDE. 🕊
¡TODOS SABEN QUE ME AMAN! ♡