Lucifer

"Soy Lucifer, Y, Cariño... Ser La Reina del Infierno, Tiene sus Ventajas."

Narrador Omnisciente.

Vanessa se encontraba recostada en su alberca, tomando el sol tranquilamente. Ella "no sabía" que Jason había llegado. Jason se estaciona al frente de la gran mansión, soltando un profundo suspiro. Aún no podía asimilar nada con claridad, pero quería hacerlo.

Entró con seguridad, muy seguro de lo que haría. Pero, Jason, ¿no tomaste en cuenta que no todo con Vanessa es seguro?

—Disculpe, Dorotea...—dice Jason, llamando a La Nana de Vanessa, quién se acercó rápidamente a él.

Dorotea no soportaba más la actitud de Vanessa... ¿Quién lo haría?

—¿Dónde está Vanessa? —pregunta Jason, mirando su alrededor por un momento.

—En la alberca, asoleándose. —Jason asiente, pero antes de irse— ¡Señor Jason, Gracias por venir!

—Tenía que. —dice Jason, volteándose mientras sonríe sinceramente, así para después irse a la alberca.

Jason al ver a Vanessa, se relamió los labios y se mordió el labio al pensar en cosas sucias. Pobre Y Débil Jason.

Vanessa Steele.

Sentí esa mirada. La que me enciende todo el cuerpo en llamas, él que hace que las llamas infernales por dentro de mi ser se enciendan, me hace estremecer... Me quité las gafas, y rápidamente al levantar la mirada choqué con unos ojos de color avellana.

Me levanté acercándome lentamente a él, al estar al frente de él, este me toma bruscamente de la cintura y me apegó a él. Me mordí el labio mirándolo.

—¿Me explicas qué haces coqueteándole a otro? ¿O no hay explicaciones? —susurra Jason sobre mis labios, joder, porque se ve tan sexy celoso— Eres Mía, Lucifer. —susurra esta vez en mi oído.

—Isn't Too Late Now To Say Sorry? —canturreé haciendo una mueca, Jason se muerde el labio sonriendo— No Soy Tú Objeto, McCann. Grábatelo. Creí que ya lo sabías, en realidad.

—Lo sé, Lo sé... —dice Señor Mirada Intensa, por un momento me imagino que esa mirada me mira con el deseo indomable de castigar a esta boca insolente. ¿Por qué él me hace pensar estas estupideces?— No es justo, nadie más que yo puede tocarte. —dice Jason sonriendo con coquetería.

—¡Oh, Jason! —digo, Jason me mira divertido, sabía que mal pensaría— ¿Celoso? —pregunto mirándolo con diversión y un tono burlón.

—Diría que Posesivo sería la palabra correcta. —susurra Jason, para luego tomar mis labios de forma salvaje y apasionada.

Me separé lentamente como pude, Jason no quería detener. Aunque, yo tampoco quería. Debía.

—Si continúas nos vamos a quedar sin aire, y sin ropa, cabe a decir.

—Vanessa... —susurra Jason, mirando mis labios y luego mis ojos, haciéndome sentir descargas eléctricas apoderándose de todo mi cuerpo. Oh no, tiene una duda, detesto las preguntas, no me gusta que me interroguen.— ¿Cómo carajos te recuperaste tan rápido?

—Soy Lucifer, Y, Cariño... —digo, separándome mientras me colocó mis gafas, sonriendo traviesa— Ser La Reina del Infierno, Tiene sus Ventajas.

Me volteé, dandole la espalda, y cuando ya estaba decidida para irme, él me detuvo.

—Steele, Explícate Mejor. —dice Jason, al voltearme me quite los lentes mirándolo a los ojos.

¿Mejor de cómo ya lo hice?

—¿Cómo crees que reviví hace dos años atrás, después de que me hubiesen desconectado de una máquina que hacía que mi pulso siguiese bien? —pregunto acercándome peligrosamente— Hice un pacto o un trato, cómo carajos quieras llamarle, con Satán.

—Pero yo soy... —Jason se queda callado. Parecía recordar algo.— Tu Nombre es...

—"¿Adrianne?" —respondí rápidamente, sonriendo algo diabólica, haciendo que Jason se muerda el labio.

—Ahora todo encaja, Lucifer. —dice Jason, asintiendo mientras me observaba— Yo fui quien te cedió el trono, estaba harto de estar allí... ¿Cómo carajos puedes encargarte de un infierno sin estar allí?

—Conmigo, todo es posible. —susurro sobre sus labios, mirando estos divertida, para luego mirarlo a los ojos sonriendo.

Me alejé, para luego entrar a la mansión, moviendo mis caderas.

Oh, Jason, con quién te habrás metido, Amor mío.