Lucifer

Vanessa Accidentada.

Narrador Omnisciente.

Vanessa por más que trataba concentrarse en lo que hacía, no podía. Jason la distraía con cada una de sus ocurrencias, Vanessa, cansada ya de que Jason la distrajese, habla.

—Jason... —Este la mira arqueando una ceja, Vanessa saca la lengua haciendo una mueca y vuelve a hablar— McCann, ¿Tendrás algún botón de apagado por ahí?

—Mi abuela solía decirme que era un parlanchín. —dice Jason, acomodándose en su asiento, ignorando el comentario de Vanessa.

—La pobre, compadezco a tu abuela. —dice Vanessa bromeando un poco, mientras que Jason se pone la mano en el pecho dramáticamente.

—Lo cierto, es que tú tienes menos paciencia, hermosa.

Vanessa lo mira con una mirada casi diabólica, una que sólo provocó a Jason querer besarla.

—Cómo sea, tengo que ir a llevar un dinero... —dice Vanessa, tomando unos papeles.

Era una mentira, pero ella la hacía ver tan real, ya que, es experta. Años y años refinando su actuación, pero, hay algo que ella no recordó, Jason no es idiota, sabía que le mentía, y sí él le pide ir con ella y le dice que no, es porque algo oculta.

—Iré contigo. —dice Jason, levantándose rápidamente y está niega poniendo su mano en su pecho.

—¡Joder! No irás a ningún lado, te quedarás aquí, ¿Bien? Hablamos más tarde.

Vanessa le da un corto beso de despedida y sale tan rápido como el rayo. Al estar ya instalada en su auto, empezó a manejar tan rápido, que, Vanessa pierde el control. Un auto impacta contra su auto, y queda destrozado en mitad de la carretera.

Nadie había encontrado a la persona culpable, porque, el accidente fue intencional. ¿Cómo aparecería un auto de la nada y chocaría a Vanessa? Él que lo había hecho, sabía muy bien dónde estaba, que hacía, que pasaría y que provocaría.

Cómo Jason sospechaba de Vanessa, la seguía, y al doblar y llegar a dónde se supone que estaría su auto, lo vio destrozado. Los paramédicos ya habían llegado, Jason había llegado tarde, algo que no paraba de decirse mentalmente una y otra vez.

De la nada — quién lo diría —, aparece Kimberly y detiene a Jason, quién se dirigía a hablarle a los paramédicos.

—Jason, ya no puedes hacer nada, los paramédicos harán su trabajo. —susurra Kimberly, y Jason la mira con ira— Estoy aquí, mi amor.

—¡Deberías estarme jodiendo, Kimberly!—grita Jason soltándose de su débil agarre— Yo sé, que esto fuiste tú quien lo planeó. —la apuntó acusadoramente con su dedo— Porque, ¡Maldición! Ahora es que "sientes algo" por mí, Joder, ¡es muy tarde!Estoy locamente enamorado de Vanessa Steele, ¡acéptalo ya de una vez! —tomó una bocanada de aire, y prosiguió dándole fin a la conversación— Y no sé si también cabe decir que por tu culpa, mi amada está en esa jodida ambulancia... ¡Porque eres tan ciega que ni te das cuenta!

Dicho esto, Jason toma aire otra vez, tranquilizándose un poco, para luego ir a donde los paramédicos y entrar a acompañar a Vanessa.

Al verla así, no pudo evitar sentir como si le estrujaran el corazón, estaba algo pálida y tenía algo de sangre.

Los paramédicos partieron a la clínica, mientras que en todo el camino los paramédicos trataban de hacer que Vanessa respondiese, Y Jason, él sólo se limitaba a agarrar su mano y acariciarla.

Él no permitiría que ella muera, no sabría que hacer sin ella, puro y total cliché...

Pero cuando encuentras a la persona con la que quieres pasar toda tu vida con ella, todo es un cliché que realmente, no te importa. Lo único que importa es estar con esa persona, protegerla, acompañarla, amarla.

Jason le da un beso tiernamente en la mano a Vanessa, cerrando los ojos, dejando una lágrima salir.