Lucifer

"Lucifer, creo que sabes muy bien dónde y cómo encontrarme."

Narrador Omnisciente.

Jason se encontraba en una curva, manejando a toda velocidad. Sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Las carreras ilegales, eran, una de las fiestas que sin duda hasta a un vagabundo le gustaría ir. Un lugar lleno de chicas. Pero, Satán sólo tenía ahora mismo a una chica en mente... y una carrera la cuál ganar.

—¿Dónde estás, Fosseti? —dice Jason, sonriendo travieso, doblando una curva.

Un auto se coloca al lado del suyo, al verlo, sonríe y este chico asiente sonriendo de la misma forma. Jason, al aprovecharse de su debilidad y distracción, Toma un atajo. Al salir, se encuentra con la línea de llegada, con Vanessa. Justo cuando se detuvo, pensó que chocaría a Vanessa, pero, detuvo el auto jugó al frente de sus pies.

Jason sale del auto, todos aplaudían y gritaban de victoria. Vanessa se acerca, acorralándolo contra el auto para luego besarlo apasionadamente. Jason le sigue el beso, colocando sus manos en su cintura, subiéndolas lenta y suavemente.

—No sabes lo ardiente que te ves cuando te pones retador...—susurra Vanessa, mirando a Jason a los ojos acariciando su cabello, el cuál ya estaba despeinado Gracias al casco.

—Me jode que me digas cosas sucias cuando estamos a la vista de todo mundo... —murmura Jason, relamiéndose los labios al verla morderse el labio— Me excitas y luego me dejas con una erección difícil de ocultar. —dice, completando la oración, para luego aferrarla a él, haciéndola soltar un jadeo.

—¿Y qué me dejas a mí, eh? —susurra Vanessa, respirando dificultosamente, el aire se le hacia pesado.

Uh Oh, tal vez era tensión sexual, algo apasionante, Quién sabe.

—Uhm, ¿A Ti? —pregunta Jason, sonriendo divertido y coqueto, poniendo una de sus manos en uno de los muslos de Vanessa, subiendo su mano suavemente— Provocarte es tan sencillo. Me encanta verte caliente y excitada sólo por mí. Lastima, tú quieres algo "romántico".

—¡Jason McCann! —grita Vanessa al ver cómo se separaba de ella, adentrándose entre la gente.— ¡Ven acá!

—¡Muévete, Hermosa! —grita Jason, dándose la vuelta caminando al revés, sonriéndole divertido, para luego voltearas otra vez.

Vanessa ríe, siguiéndolo, pero su expresión rápidamente cambia a un ceño fruncido.

¿Qué carajos hacia en un callejón?

—Lucifer, creo que sabes muy bien dónde y cómo encontrarme.

—¿Qué carajos estás intentando hacer? —dice Vanessa. Una luz de enciende iluminando su cara. Al no ver nada a su al rededor, aún, rodó los ojos.

Alguien, o más bien Jason; pero ella no sabía quién era, le tapa la boca y la agarra de las muñecas. Vanessa toma fuerza y da una vuelta, dandole una patada a esa persona, haciendo que la suelte.

—¡Maldición! ¡Sigues así, y nos quedaremos sin descendencia!

—¿Lo lamento? Pero no sé si recordarte que alguien iba a fingir un secuestro conmigo.

Las luces se encienden, y Vanessa al fin logra ver a Jason a la perfección.

—¡McCann!

—No, tú Daddy. —dice Jason, bromeando, sacándole la lengua haciendo una mueca.

—¿Qué Quieres, McCann? —pregunta Vanessa, cruzándose de brazos.

—¿Por qué siempre me haces la misma pregunta con el mismo porte y tono de voz? —pregunta Jason, sonriendo algo divertido y nostálgico— La pregunta correcta sería, si tu, querrás.

—¡Dime!

—¿Aceptarías ir a una cita con tu bombón de chocolate?

—Con Gusto, Satán. ¿Pero tengo que ir elegante?—pregunta Vanessa, acercándose, ya enfrente de él mirándolo a los ojos.

—De todas formas eres hermosa, Lucifer. —susurra Jason, ella estaba tan cerca que su perfume se adentraba tan fácil como el aire por sus fosas nasales.

—No tienes idea de cuantas ganas tengo de comerme a mí bombón de chocolate... —susurra Vanessa, tomando a Jason de la camiseta chocándolo contra un viejo auto.

—Cómeme... —susurra Jason, sonriendo coqueto para luego besarla, tomando a Vanessa por sorpresa.

—Uhm... Lo haré, Pronto. —susurra Vanessa, sobre sus labios para luego separarse y desaparecer como siempre.

Jason se muerde el labio, cruzándose de brazo, recostado de el auto abandonado y antiguo. Esa mujer lo iba a volver loco.