"No te voy a complacer con tal respuesta"

38 2 0
                                    

Jason McCann.

No nos habíamos quedado por mucho tiempo varados, ya que, el celular de Vanessa tenía carga y aún seguía bien. Llamamos a rescate y, al parecer estábamos en Las Bahamas, pero muy lejos del hotel. No íbamos a llegar a pie.

—¿En que piensas? —escucho preguntar a Vanessa, quién estaba acostada a mi lado acariciando mi cabello sobre la arena. En un bikini muy sexy, por cierto.

Miré a Vanessa, sonriendo divertido. Pero al verla, no pude evitar babear. Se veía tan hermosa, sólo quería que el tiempo se detuviese allí, justo en este momento, para poder contemplarla.

—¿Te quedarás mirándome como un idiota? —pregunta Vanessa, haciendo una mueca.

Es que estás hermosa... —susurré casi inaudible.

Vanessa se muerde el labio, sonriendo. Quita su mirada de mis ojos, para observar a un chico que llevaba una tabla de surf consigo.

¡Guay! ¡Papi! —grita Vanessa, el chico se voltea y le sonríe.

¿Esto es una broma?

¡Mamacita! —grita el chico guiñándole el ojo, adentrándose al agua con la tabla de surf.

Vanessa se voltea a verme, sonriendo divertida y traviesa.
Esta mujer... tiene la mente más retorcida que yo haya visto.

—Tenía que decirle que se veía con mucha salud, de alguna forma, ¿Te enojaste conmigo? —susurra Vanessa lo último en mi oído, haciendo puchero— Soy sólo tuya, Papacito.

Me enojé contigo. —asentí haciendo puchero, volteándome a verla— Acabas de romper una regla de Daddy.

¿Y Mi castigo? —susurra Vanessa, acostándose encima de mi, mirándome a los ojos.

Ya verás. —susurré, me era inevitable no querer tocar su gran trasero, así que, coloqué mis manos en este acariciandolo y apretándolo, haciendo que Vanessa suelte un jadeo— Uh, alguien ya se está mojando por Daddy.

Silencio. —gruñe Vanessa, frunciendo el ceño.

—¿Es mentira? —pregunté en un tono de burla, sonriendo divertido.

No, no lo es...

—Entonces... —susurré, sobre sus labios— ¿Por qué no admites qué con tan sólo escucharme hablar te excitas?

Porque no te voy a complacer con tal respuesta. No va conmigo. —susurra Vanessa, levantándose, caminando hacia el agua, moviendo sus caderas.

Mierda, sólo tuve dos cosas en mente después de ver eso, lo sexy que se veía, y lo sexy que se ve cuando me pone retos que cumplir.

Mi Lucifer.

Mi diabla.

Mi debilidad.

Lucifer Where stories live. Discover now