Acto 10: Rechazo Voraz -Escena 07-

53 20 0
                                    

—<< Fue un dia agotador, recién había filmado dos films de manera simultánea. Tenía que recoger a Tavin. Cuando arribe, ella ya estaba con él, sonriéndole y dándole un gran afecto. En ese entonces había ignorado el hecho de que estuviera allí, antes de lo previsto. Se suponía que tenía trabajo en una de las colonias Deurrs. Cuando me vio, sonrió con amor. Estuvimos un momento con Tavin, después ofreció una idea: Que fueramos al restaurate y fuego que era muy popular entre los más jóvenes. Por supuesto que accedi, quería ver a mi familia unida y una sonrisa de Tavin.

Alli estábamos sentados probando un ligero bocadillo mientras mirábamos un espectáculo aéreo, de varios hombres que vaciaban truenos de sus piernas y dibujaban paisajes, rostros hasta imágenes vivas. Lo disfrutamos mucho.

En nuestro hogar y una vez Tavin dormido. Ella comenzó a susurruarme preocupada: No se cuanto tiempo me quede...

¿Qué podría hacer yo? Fue algo difícil de asimilar. Estaba indefenso.

La enfermedad fue casuada por un ataque a la embajada, era una bacteria que atacaba solo al corazón y cerebro; quemaba el interior de los órganos. Era un virus no contagioso, y por lo mismo solo se había tenido registro de dos casos alrededor de la Unión.

Cuando habían descubierto la manera de eliminarlo, ya era muy tarde. Los embajadores habían fallecido, junto con mi amada. Ella se quedo mirándonos, moribunda pero con ojos llenos de amor>>— Lautaro se detuvo. Tragó saliva, y su voz había comenzado a quebrarse al final.

<<Mensaje recibido embajado Meltris, la misión puede seguir de acuerdo al protocolo xxϢ∆ʨ>>

El embajador reaccionó después de haber quedado envuelto en aquella historia.

—Debemos partir. Tendré que acompañarles hasta su nave—dijo firmemente.

—Todavía tenemos que esperar— Bashkim revisó la parte de su muñeca.

—Aún asi debo acompañarlos—se acercó con Lautaro y Tavin. Extrajo de su túnica un objeto en forma de romboide, ancho y con plateadas fisuras talladas en ella. Desprendió un pequeño pedazo, después otro y dejo salir una imagen azulada que luego comenzó a moverse, en ella un joven de mas o menos la edad de Tavin—. Fue cuando recogimos el Hoito. El pobre se calló de una altura de cuarenta tresecs, y siguió como si jamás hubiese pasado nada. Es fuerte como tu, Tavin. Los dos se llevarían muy bien. El estaría encantando...; todavia tienen un largo camino. Reunamonos en Martyr, en un lugar agradable, solo nosotros y nuestros hijos.

— Asi será—dijo más tranquilo Lautaro.

Comenzaron a acomodar sus cosas para partir. Con un poco más de sosiego.

Caminaron por el lado izquierdo donde se hallaba el bello lago.

Su regreso pareciese que fue menos peligroso y menos atroz en compañía con Meltris.

La nave aún seguía de pie, triste y desolada. Abrieron la compuerta.

—Gracias en verdad—dijo Lautaro.

—Gracias—dijo Kella.

—Falenkraan—mencionó con una sonrisa Bashkim.

Falenkraan—rió Meltris. Luego dio un gran apretón en lo brazos a los dos hombres y terminó inclinándose sobre una de sus rodillas, miró a Kella y Tavin, pidiendo que tuvieran cuidado.

ODISEA ÁNIMAWhere stories live. Discover now