Acto 7: Resolviendo el enigma -Escena 03-

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El hombre que líderaba a las manos que tecelaban se llamaba Nuer, un individuo de mirada fuerte y amigable a la vez. Con un lento andar se situó a un costado de Thiyya y Kella. Lanzó una pregunta:

—Lamento interrumpirte Thiyya. Hay algo que me intriga: Cuando fue detectado esta máquina, emitía una frecuencia si no me equivoco, ¿cierto?—no dejó que constestara – Esa frecuencia fue detectada e identificada por nuestro equipo, lo que me lleva a pensar en el hecho de que el sistema de detección Martyriano es por asi decirlo... similar al de esta raza mensajera. Aún no hemos probado una decodificación a base de la conversión de frecuencia de luz—sus cejas se levantaron, fingiendo sorpresa y esperando por la mirada de Thiyya, quién se mantuvó fría.

—Podría ser, Nuer, uno nunca sabe. Deberías intentarlo— Incredula dijo.

Thiyya parecía tener algún sentimiento nada agradable por Nuer. Kella sonrió y pareció haber recordado algo gracioso con respecto a Nuer. El hombre se esfumó hacia su equipo.

Unas cuadradas palabras salieron en forma de una orden hacia los hombres que parecían fabricar música mientras movían sus dedos.

Decidieron fabricar una resonancia en base a la frecuencia del aparato, un efecto de refracción de señales, el ordenador era un emisor y pasaba por un agente invisible que intercedía entre el objeto y ordenador. Convirtieron aquella frecuencia que arrojaba un centenar de símbolos. Se esmeraron en una codificación en el sistema actual de Martyr, una geometría de código de ordenador. Aquellas líneas y círculos que caminaban por la pantalla en picada, fueron transformados en una topolgia de triangulos-cuadrados. Al fin un sistema comprensible. Un lenguaje entendible.

El turno del grupo de técnicos entró en escena al descargar la informacion en una base de datos, en una bolsa llena de un líquido cambiante de color. Los técnicos fueron relevados por los simbolistas, letristas y traductores.

Una cooperación entre los hombres ordenadores y el grupo de desciframiento, fueron revelando los mensajes grabados sobre el disco. Primero, encontraron la razón de vida de la nueva raza, una molécula llamada hidrógeno, muy similar por no decir igual a la Haliota que habían descubierto en Martyr, seguido de unas instrucciones de lectura; reproducción del disco. Y por último, lo más importante: La localización del planeta mensajero. Se hallaba tan distante; el material que lo constituía no podría superar una vida de mil años. ¿Cómo llegó hacia Martyr, encontrándose en buenas condiciones? Definitivamente había cruzado el vórtice Gaeul. No existía otra explicación.

Thiyya quedó muda. No podía dejar la espera en conocer lo que guardaba el interior del disco. En el preciso instante, Kella supo que era momento de ayudar, sus conocimientos eran requeridos en lo que se avecinaba.

Los técnicos comenzaron a emplear un arreglo de una maquinaria con grandes tubos, y engranajes y unas pantallas que presumían un extenso código en geometría. Los ordenadores enviaban la información hacia la máquina, luego los técnicos se encargaban de descargar los datos y compararla arrojando una información coherente. Mas tarde, los simbolistas, lingüistas, letristas añadiendo la ayuda de Kella comenzaron al entendimiento, comprensión del disco.

Los técnicos cargaban ahora con una responsabilidad, una cual fuese digna de una presión. Ahora al convertir un sistema de información a otro, tenía sentido. Sucedieron dos cosas, la primera fue encontrarse el pesado trabajo de contextualizar la información, ideas desbordaban en la sala. Kella identificó una acentuación en un audio que se reprodujo en el computador. Unas voces lejanas, con cierta simpatía en ellas, un lenguaje o varios de ellos mezclados. La segunda cosa, era que algunos hombres y mujeres estaban agotados, habían pasado casi dos días, de una continua búsqueda del saber. Comenzaron a perder la cordura, su juicio se vio nublado por un cansansio molesto. Thiyya parecía haber estado absorbiendo su energía vital, la mujer se hallaba mucho mejor, su mente estaba tan joven como al inicio; encomendó un relevo, setenció un par de horas de descanso con una buena bebida para concebir el sueño.

Por las onduladas paredes del cuarto resonaba una calidez en unas voces, después unos sonidos parecidos a la lluvia, el aleteo de unos pajaros y un viento que soplaba lo más alto de los árboles.

Los presentes habían quedado encantados. Un sonido tan familiar. Algunos de ellos aún eran desconocidos. Kella mencionó que una civilización como ellos, realmente sentían una soledad que los abrumaba por la cantidad de detalles que ponían, todos los sentidos se llenaban; estos seres querían y deseaban ser escuchados, no importaba quienes. Un fuerte sonido zumbó, una melodía que tocaba para los oídos, solo para ellos. Era hermosa, de acuerdo a la información, era un autor J.S Bach, que denominó la canción como concierto en Brandeburgo. Los lenguistas explicaron que existía una diversidad de lenguajes, la manera en que hablaban y su frecuencia resaltaba en cada individuo.

Kella quedó fascinada, una diversidad de culturas, una historia que llamaba la atención; quería ser contemplada y estudiada. Las melodías siguieron, llegando a un climax de una mezcla de sonidos de un tal Stravinsky. Acorde con eso, distintas imágenes se pasaban por la vista de los presentes, lugares, ubicación del planeta natal. Informacion genética, anatómica se presumía de igual forma. Ciertas costumbres plasmadas en cada fotografía hacia que un nudo en la gargante de Kella se hiciera más pronunciado, tenía ganas de llorar. Sintió un enorme hueco en su corazón. Esta civilización creía fervientemente que algún dia alguien se comunicaria con ellos. De acuerdo con la ubicación del planeta, al menos han pasado cuarenta y ocho mil años—con respecto a ellos—, desde el lanzamiento del artefacto. Un par de lágrimas se escaparon sin pedir permiso. Kella se puso a analizar la información aparte, distante de los demás. Los simbolistas encontraron un gran patrón de similutud con la geometría, familiares lejanos. Thiyya y su equipo descifraron aquella informacion genética. Suspiró y sonrió. No eran tan distintos. Kella describió el sentimiento como haber abandonado a un hermano en la deriva. Habiendolo dejado a su merced. Siguió indagando en la información.

Pasaron tres exhasutitvos días. La resolución del enigma estaba llegando a su fin.

La gente había pasado veladas ansiosas. Esperaron demasiado, estaban atentos a cualquier noticia.

Thiyya salió de su escondite científico en compañía de sus cansados compañeros. La información venía en un documento visual, que narraba los descubrimientos. Al menos, duró hasta el ocaso de los soles. El pueblo quedó en una división de opiniones. Habia alegría, tristeza, y un cierto desagrado.

Joss por su parte, se enteró mientras cenaba un plato de una sopa fría. La medio termino y dejo el lugar para visitar a Thiyya. Su alegría apenas cabía en su rostro. La noche sofocante y caliente llegó, algunas personas que habían encontrado los resultados como un enorme hallazgo, esperaron alguna novedad, otros que estaban decepcionados se quedaron para debatir el descubrimiento.


ODISEA ÁNIMAWhere stories live. Discover now