Acto 2: Delante de nuestros ojos -Escena 02-

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El salón volvía a estar repleto de jóvenes, cuyos sueños se aproximaban a ser cumplidos con cada nuevo día; el tutor brindaba unas gafas que realizaba una inmersión en la imaginación del estudiante. La historia era contada con respecto a sus experiencias. "...Tu la escribes" brotaba en una ancha imagen en las gafas. El tema trataba sobre el descubrimiento de la materia cambiante. Vieron en sus ojos como un hombre de mediana edad vestía una holgada camisa marrón manchada de un líquido viscoso, una sonrisa que se dejaba rozar por lágrimas de felicidad se mostraba en la pantalla de los anteojos. Conocieron la vida del inventor. Sintieron empatía. La ciencia tomaba diferentes significados para cada joven. El punto de vista y las distintas opiniones eran importantes, para ir formando esas imágenes.

Tavin dobló las gafas en un estuche que guardó en el escritorio del tutor. Se despidió. Esperó que la experiencia de Milan acabese, jugó con sus manos, se recostó en la paleta de su escritorio. Después levanto su cabeza y observó como en su mano yacía un insecto, grande como su dedo pulgar. Aquél animal se encontraba invadido por un vello que cambiaba el color de acuerdo a la mirada curiosa de Tavin. ¿Se había asustado? Tavin lo había visto hace tiempo. Tenía conocimiento del bicho, alguna vez logró ver como se empotraba sobre las hojas de los árboles y como devoraba pequeñas aves. Era disgustante, cuando la madre de las crias había aparecido el largo insecto de inmediato había cambiado de color, escogió la tonalidad correcta y se tiró hasta la superficie. Tavin reconoció el patrón como Ferituis , luego supo que pertencia al subreino galimedus. Dejó que el animal saltara a algún lugar. Lo hizo y después su color recobró su antigua forma. Lo tomó de sus antenas y lo dejó al borde de la ventana. Lo miró. Cambió. Saltó. Tavin vió a Milan, suspiró y recargó sus codos sobre el borde de la ventana.

Un hombre entró en escena, vestía una larga camisa blanca con botones brillantes y un cuello que sobrepasaba sus orejas. Saludó y dirigió unas palabras a Tavin:

—Asi que aún seguías aqui—miró a Milan y después a Tavin –. Sobre la propuesta... ¿Qué opinas?

—Por supuesto tutor. Como negarme.

—Bien, bien por que ya había confirmado tu asistencia. No te exaltes, pero Thiyya estará como juez—cerró sus ojos esperando como si alguien explotara ante sus pupilas.

Tavin se pusó de un color azul como de una agata. Miró al tutor y agradeció con una voz suave.

—Esperaba otra respuesta Tavin—sonrió.

—Estoy contento. En verdad—parecía que estaba sosteniendo el aire en su boca. Guardaba algo.

—Me imaginaba esta reacción tuya.

Tavin solo exhaló y volvió agradecer.

El tutor pareció derrotado, se giró y dijo:

—Dile a Milan que ya confirmaste. Si, de igual modo, accede el. Los veré a ambos, en la presentación.

—Claro.

Observó como la silueta del hombre se ocultaba tras la transparente puerta. Se recostó un rato mas esperando a Milán. 


ODISEA ÁNIMAWhere stories live. Discover now