ODISEA ÁNIMA

Acto 3: Misión Búsqueda

<<En Canvis y sus antiguos nativos habitaban en chozas fabricadas con carne de los hombres Ofiexes, luego aprovechaban la situación para dejar satisfechas a las mujeres viudas de estos. Entre asesinatos y violaciones reinaron por un tiempo desde el ciclo treinta y ocho hasta el cuarenta y dos. Las civilizaciones vecinas se levantaron en armas y decidieron arder aquellas viviendas de piel de los nativos>>

Sentada y observando la extraña tintineante pantalla de enfrente, Kella ejecutaba gestos de desagrado como si algo emanara un fuerte hedor mientras observaba como las treinta propuestas para ser una esposa inundaban en su pantalla. Conocía a cada hombre: Jasadiis, Riad y Ealim, sin embargo todos tenían algo en común: eran necios, aún resultando, que disponían de una cantidad excesiva de esposas. Le resultó de mal gusto y decidió abrir otra ventana cambiando aquella mueca. Observó como su trabajo pendiente sobre los huesos de Maria, la última superviente del holocausto Teller se encontraba a medio empezar. Trató de enforcarse en ello durante la larga noche. Pausaba su mente de vez en cuando para tomar un zumo de fruto; lo único que la mantenía despierta. Sabía que debía terminarlo pronto, los medios cientificos no solo pedían una copia en exclusiva sobre los hallazgos sino "exigían", aquello presionaba su mente, un desgaste, agotador y solitiario.

El departamento de investigación era lujoso, las herramientas de análisis eran la última novedad, el sistema de computación y procesamiento era devastador. Kella admitía el nivel de eficacia con el que realizaba sus investigaciones, solo se hallaba, de algun modo, limitada por su compañero. La única persona que retrasaba su trabajo en ese momento.

En la puerta de mineral plateado los nudillos del hombre tocaron levemente.

—Kella, creerás que el centro de Ofix esta avanzando más—tomó asiento y metió sus manos dentro de la bata—, parecen que han llegado a pistas contundentes... No faltara mucho para que encuentren la daga de Canvis.

La mujer estaba de espaldas, su cabellera le llegaba hacia la cintura, el color marrón era tan brillante. Las curvas de la mujer hacía lucir de manera proporcional su busto y su cadera, el hombre se mostraba serio y nervioso al hablar con Kella y mas aun cuando los ojos color jade penetraban en él. Puesto que era eso; Kella se sentía incómoda cuando trabajaba con el, recordándole el progreso de los demás, sin mostrar alguna intención de ayudarle.

El hombre sintió la mirada fría de Kella. Decidió retirarse, sin más.

Kella se propuso a verificar la información, abrió otra ventana en su pantalla y una tenue luz apareció en la pared, distintas letras se mostraron. Tecleó, ingresó al portal de la asociación de científicos de la historia. Echo un vistazo a la noticia principal, chisteó sus dientes, se enrolló su cabello en una abultada cola. Una colorida noticia llamó su atención: DISPOSITIVO CON APROXIMACIÓN A MARTYR.