Acto 8: Un momento adecuado para negociar -Escena 04-

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—<< El gran ganador de este esplendido premio es: Rias...>>

Las voces volvían a rugir, estentóreas alabanzas hacia Rias sucumbieron el salón. Lautaro se dejo caer hacia atrás, un gran peso sobre su cuerpo lo dejo inerme.

Ahí estaba flotando el pesado Rias, con una sonrisa gentil. Recibió el premio, mencionó algunas palabras y volvió a bajar.

Los actores, directores, droides y maquilistas lo felicitaron de pie. Lautaro se paró a último momento, una incómoda sonrisa mostró y lo felicitó. Lautaro volteó hacia las mujeres, mirándolas.

—No me lo esperaba, no quiero decir que me lo merecía. Pero crei que, haber interpretado al hombre que salvó Martyr iba a ser una buena razón; creo que no es lo que les interesa a las personas—dejo que su túnica desabrochara su apretado cuello automáticamente—, crei haber dejado todo en este film. La actuación, la historia, las emociones de esta. Revive lo que es pasado, ese sentimiento de ser alguien mas, sentir que cualquiera podría convertirse en él, ser él—apagó su mirada, su voz se hizo suave.

Kella y Thiyya se observaron, incomodas, sin palabras. Thiyya le dijo:

—A mi me gusto—acomodó un mechon de su cabeza que bloqueba su vista—, y es mucho decir para mi. Conoci a un Massimo distinto, no un rebelde sin razón. Le diste una personalidad.

Kella sintió una necesidad de decir algo.

—Si, si no fue una historia mas, había un Martyriano ahí vestido de Massimo, no visiones interpretadas por una descomunal cantidad de pensamientos—sonrió y dio varias finas palmadas en el hombro de Lautaro, cambiando su mirada mas animado.

Lautaro encongió sus ojos. Dio las gracias y salieron del salón. Estando en el pasillo, Thiyya se despidió y menciono un optimismo mayor de Lautaro y se adelantó. Kella le secreteó:

—Seré breve, tal vez sea la ultima vez que pueda verte, me gustaria despedirme de la mejor manera. Iré a la Tierra—suspiró.

Lautaro se rió.

— ¿De verdad? Vaya, eso es curioso—se acercó a su oreja —, parece que nos veremos alla.

Kella lo señaló en silencio, algo impactada y emitió las últimas palabras:

—Bien, entonces nos veremos allá—le dio un calido abrazo y se apartó— ¡Me saludas a Tavin y disfruta la noche!

La vio, como una silueta delgada se alargaba por el pasillo. Levantó sus brazos, simbolizando un adiós.

El equipo del film estaba detrás de él. Johel invitó un platillo; se unieron los droides y Mair.

El lugar tenía unas paredes curvas, talladas en un tipo de madera, las luminarias colgaban del techo rocoso, una luz amarilla cubría el lugar; la mesa se extendía, cuando se alargaba con las manos. Teclearon sobre la mesa y esperaron un momento.

—Vamos Lautaro, todos aquí sabemos que fue un trabajo e interpretación estupenda... X-trau esta de acuerdo conmigo—se fijo en el droide galardonado de la noche—. Siendo el director, sentí una enorme satisfacción al ver concluido nuestro meta—tomó los platillos de una charola metalica que flotaba a su lado.

X—trau resumbo un tono desgastado.

—<< ¿Cierto?>>

Lautaro quitó su túnica, la dobló cuidadosamente y la acomodó debajo de su silla. Juntó las palmas de sus manos, después las abrió y reverenció gratitud hacia su equipo. Sonrieron y comenzaron a gozar los platillos.


ODISEA ÁNIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora