14

4.7K 455 27
                                    


Mi cuerpo reclamó la falta de sueño cuando el reloj despertador anunció que era hora de ir al trabajo. Quedarme dándole vueltas a lo que había ocurrido la noche anterior con Ian, hasta las dos de la madrugada, no había sido la mejor idea cuando estaba a pocas horas de regresar al trabajo, pero fue inevitable.

"¿Qué es lo que sabe?" Me pregunté mentalmente otra vez.

Mientras me daba una ducha rápida, no pude evitar pensar en que tal vez era una persona demasiado predecible a quien le costaba ocultar sus sentimientos y que era muy probable que Ian ya tuviera la profunda sospecha de lo que estaba pasando por mi cabeza y sobre todo en mi corazón. Pero, por otra parte, era perfectamente consciente de que él era una persona a la que los afectos y la confianza en ellos no se le daba para nada bien. Tal vez solo dijo eso para dar por finalizada la conversación.

"Es demasiado inteligente como para decir algo solo por decirlo" Me dije a mi misma con un tono irónico, porque era repetirme algo que era absolutamente obvio.

No evité reírme de mi misma mientras secaba mi cuerpo, porque estaba dándole eternas vueltas a lo que Ian había dicho, pero estaba dejando de lado lo más importante. Yo misma. Ni siquiera yo entendía cómo todo había pasado tan rápido, cómo había pasado de pelearme con él a los gritos en su empresa, a permitirle que me hiciera cosas poco decorosas en mi propia casa.

De solo recordar como los celos me carcomían cada vez que lo veía con Holly, sabía que decir que me "gustaba" no era el término más apropiado. Pero... ¿Cuándo puedes comenzar a hablar de amor? ¿Cuándo sabes que todo ese torbellino de sentimientos que se apodera de tu cuerpo, de tu mente y de tu corazón cuando estás con esa persona, deja de ser un simple placer o encandilamiento y se transforma en algo mucho más profundo que ni siquiera sabes cómo dejar de sentir? O yendo mucho más allá... ¿Acaso quieres dejar de sentirlo? "No, yo no quiero. No puedo" me respondí rápidamente al pensar en lo cómoda, tranquila y protegida que me sentía cuando estaba a su lado. ¿Cuánto tiempo necesitas para saber que es amor y no simple deseo? ¿Es cosa de tiempo?

— ¡Dios! ¡Voy a volverme loca! —exclamé mientras sacaba de mi armario un encantador traje de dos piezas Dolce & Gabbana color negro, lo bastante formal como para regresar a mis labores.

— ¿Está todo bien? —La voz de mi madre tras la puerta detuvo el tornado de pensamientos que me atacaban.

—Pasa, mamá —Ya tenía los pantalones puestos y no sería la primera vez que mi madre me viera solo en sujetadores. Las dudas que me carcomían eran más apremiantes que una tonta vergüenza porque mi madre me viera sin blusa.

— ¿Pasa algo?

Por un instante dudé en manifestar mis aprehensiones. No quería que mi madre pensara que su hija había perdido la cabeza por completo por un hombre que apenas conocía. ¡O peor! Que creyera que mi interés en Ian se basaba solo en el hecho de que fuera condenadamente rico, aunque de seguro afianzar el futuro de una hija es una gran preocupación para cualquier madre y en este caso no tendría de que preocuparse.

Pero finalmente supe que esta conversación probablemente para nosotras tendría otro significado. Que yo le hablara de mis asuntos románticos podía ser la conexión que tanto necesitábamos recuperar. Quería que supiera que aun después de todo lo que había pasado, seguía queriéndola y confiando en ella como siempre.

—Si —dije finalmente cuando ya me había puesto una blusa de seda blanca bastante simple y le hice el gesto de que se sentara a mi lado en la orilla de la cama, a lo que obedeció sin demora— Pasa algo.

—Cuéntame, tal vez pueda ayudarte —Puso su mano sobre mi rodilla.

—Pues... Se trata de Ian —confesé al fin.

Sobre mi Cadáver  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora