—¿Has comido?— Ian abrió su boca, quería cerrársela —Es hora de desayuno y tengo hambre, así que podríamos matar dos pájaros de un tiro.

—¿Dos?— pregunté.

—Sí, tu estómago y el mío— rodé los ojos, la comisura de mi boca se alzó un poco, era un idiota, pero sabía que tenía en mente no hacerme pensar en mi pérdida, y se lo agradecía. Él no fingía entenderme porque no lo hacía, y eso era realmente refrescante.

—Entonces serían cuatro— Jason habló, lo miré —Hola, Luke ¿Qué tan frío está Canadá?— me sonrió.

—Bastante— mis ojos regresaron al frente, seguí caminando —¿Por qué cuatro?

—Porque el tuyo, el de Ian, el mío y el de Summer.

—El burro por delante— refunfuño Ian.

—Pase usted— por el rabillo del ojo vi la reverencia que le hizo Jason, sacudí la cabeza, par de idiotas.

—¿Quien es Summer?

—La novia de Ian.

—Ella no es mi novia— hizo una pequeña pausa —Aun.

—¿Y por qué habría que alimentarla si no está aquí?— ignoré su afirmación.

—Porque en eso te equivocas— Ian palmeó mi espalda, ganándose así un levantamiento de ceja.

—¿Me equivoco?— atravesé la puerta de salida del aeropuerto.

—Sí, ella es la conductora hoy— sonrió Ian y me adelanto. Se detuvo al lado de un mini cooper rosa, abrió la puerta de atrás y señaló su interior —Su carruaje está listo, señor— agachó su cabeza un momento antes de mirarme a los ojos.

Eran increíble ver como el hermano de Sullivan estaba más loco que él ¿habría algún problema genético en la familia? ¿O solo en los hombres? ¿Habrían tomado agua contaminada de niños? Era probable, no eran completamente normales, eso estaba claro.

Puse los ojos en blanco e ingrese en el auto. Una chica de cabello rubio estaba tras el volante, se giró a observarme y me sonrió.

—Hola, soy Summer— me tendió su mano.

Acomode mi morral de viaje al lado, estire mi mano hasta atrapar la suya, la apreté brevemente y la sacudí.

—Soy Luke— aparté mi mano.

Jason tomó el asiento a mi lado, mientras Ian se sentaba al frente.

—Creo que no vamos a llevar muy bien— la chica aun me miraba.

Fruncí el ceño, no veía el por qué.

—¿Sí? ¿Por qué lo crees?— finalmente se giró, encendió el auto, me miraba por el espejo retrovisor.

—Porque siempre quise un amigo gay— la sonrisa más radiante del mundo fue transmitida por un espejo retrovisor de un mini cooper.

Ian carraspeó y Jason comenzó a reír, no entendía muy bien que estaba pasando.

—¿Qué tiene que ver eso conmigo?

—No seas tímido, Ian ya me lo dijo todo, no tienes que fingir, yo te acepto tal cual eres— otro carraspeo por el menor de los Sullivan y la risa de su amigo solo se intensificaban.

—Gracias, supongo, pero no soy gay, me temo que deberás seguir tu búsqueda— traté de no agregar un insulto al final o de no golpear al individuo en el asiento de copiloto, o el estúpido sentado a mi lado quien no dejaba de reírse.

—No es una búsqueda, bueno sí— intentó explicarse mientras se unía al resto de los autos en la autopista.

>>Un chico fue muy dulce conmigo el día de la introducción a clases y el campus y eso— en realidad no lo sabía, yo no fui —Y bueno, era gay, así que tengo esta idea loca que todos los chicos que aman otros chicos son así— pasó la lengua por sus labios, el menor de los Sullivan parecía muy interesado en esta acción.

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