Capítulo 30

851 92 33
                                    

El lugar era acogedor, el color beige en las paredes le daba un ambiente cálido

Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.

El lugar era acogedor, el color beige en las paredes le daba un ambiente cálido. Las mesas eran de madera con un  toque rústico, las sillas era del mismo material que las mesas, pero con una almohadilla color borgoña en el asiento. Había luces blancas colgando alrededor, era casi mágico y secreto.

—Wow — miré a Harry mientras este se detenía a mi lado —Es hermoso.

—Y no muy famoso aun, lo cual lo hace perfecto— me guiño un ojo, sonreí, solo él podía encontrar lugares como ese.

Puso su mano en mi espalda, envió una corriente eléctrica a través de mi cuerpo.

Tomé aire, sus caricias se sentían familiares y reconfortantes, pero a la misma vez eran nuevas, eran de un hombre sin título en mi vida y a quien traté de olvidar por meses.

Nos sentamos en una mesa cerca de la barra, solo habían dos personas sentadas en ella, el resto de los clientes parecían encantados de estar en las mesas, aunque estuvieran solos.

—¿Qué te apetece?

—¿Qué me aconseja, gran conocedor?— yo jugaba con las manos sobre la mesa, aunque lo miraba a él.

—Pues...— pensó por un momento —Los croissant son una delicia recién hechos y el chocolate caliente con queso es un manjar de dioses— se encogió de hombros —Pero lo que elijas está bien, igual estamos aquí para darle una oportunidad— me sonrió.

Sabía que con esa oportunidad se refería a más que la comida, pero no iba a decirlo, yo me negaba a reconocer que una parte de mí quería descubrir lo felices que pudimos ser juntos.

—Buenos días, bienvenido a Pequeño Edén, mi nombre es Mel y hoy los estaré atendiendo ¿en que puedo ayudarlos? ¿Desean ver el menú o están listos para ordenar?— una chica nos sonrió, llevaba una libreta y un lapicero en las manos, usaba un delantal verde oscuro con el logo del local.

—Buenos días, yo quiero un pastel hojaldrado de jamón y queso— Mel comenzó a escribir rápido la orden de Harry —Y un café negro bien cargado, por favor— lo miré con la cabeza ladeada ¿por qué querría un café cargado?

—¿No durmió anoche?— la mesera preguntó con tono amable, parecía hacerlo más por cordialidad que por realmente estar interesada, aunque su pregunta servía para saciar mi interés.

—No mucho, andaba cuidando otros sueños— los ojos de Mel se dirigieron a mí y sonrió.

—¿Y para usted, señorita?— me gusto ser llamada señorita en vez de señora, crecer causaba crisis de identidad.

—Un croissant y un chocolate caliente con queso— no tuve que mirar a Harry para saber de la sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Perfecto para el clima— terminó de escribir —En un momento traigo el pedido, permiso.

RoommatesWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu