Londres nunca se sintió más frío que en ese momento, no había bajado del avión y ya sentía que necesitaba otro abrigo. El cielo gris y restos de nieve en el suelo, un paisaje familiar, pero al mismo tiempo un paisaje nuevo, me sentía como un forastero, como un invasor de tierra de otro. No sabía cómo aquello era posible, me había criado en esa ciudad. Extraño, tal vez esa misma era la razón de mi desasosiego, me había criado en esa ciudad, pero ya no estaba quien me había criado, bueno, una parte importante del equipo que me había criado.
No había avisado a nadie de mi llegada, honestamente no quería ver a nadie, no aun, no al menos hasta que estuviera instalado y con la cabeza fría, quería estar seguro de que no iba a llorar frente a nadie. No tenía miedo de parecer vulnerable delante de la gente, solo no quería compartir esa conexión que solo se siente cuando se pierde a alguien amado, no quiero que alguien entienda mi dolor, quiero sentirlo, y solo sentirlo yo, sin nadie más.
Me sorprendió mucho ver a Ian Sullivan a tan tempranas horas de la mañana, en el aeropuerto, y sosteniendo un cartel que decía "El Luke". No pude evitar poner los ojos en blanco, él nunca dejaba de asombrarme, parecía que nunca podía estar enojado o triste, siempre feliz. Yo, por otro lado, era molesto y sacaba constantemente al mundo de sus casillas ¿o las descripciones eran al contrario?
—¿Qué haces aquí, Sullivan?— me pare en frente de Ian, quien aún sostenía el cartel mientras me miraba de arriba a abajo.
—Vine a recoger a un mar de lágrimas, quítate, lo tapas.
—Muy divertido— bufé.
Pase por su lado, me dirigí a la salida, no estaba para juegos.
—¡Jason, levántate! ¡Nos deja el mar!— fruncí el ceño, miré sobre mi hombro hacia atrás, Ian le había tirado el cartel a su amigo en la cara antes de comenzar a perseguirme.
Jason se levantó y le sacó el dedo del medio a Ian Sullivan, era justo lo que yo quería hacer, además quería estar solo ¿por qué el mundo parecía no querer hacer lo que yo deseaba? ¿Era mucho pedir ser complacido por una vez en la vida?
Bufé y seguí caminando sin esperarlos. Los individuos no tardaron mucho en alcanzarme. Deseaba tanto que se hubieran perdido o me hubieran perdido de vista a mí.
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Roommates
Ficțiune adolescenți(Continuación de "Brothers") Cassie Reed tiene el corazón roto, o parcialmente roto te diría ella. Cassandra es ferviente creyente de que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, así que está decidida a olvidar todo aquello que él alg...