(Continuación de "Brothers")
Cassie Reed tiene el corazón roto, o parcialmente roto te diría ella. Cassandra es ferviente creyente de que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, así que está decidida a olvidar todo aquello que él alg...
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—Pensé que era Bond, James Bond— dije, maldije internamente, había pensado en voz alta, tal vez el shock de tener a Harry Edward Sullivan justo a mi lado o haber visto la película del agente 007 la noche anterior, no estaba segura.
—Tiene humor, señorita Reed— le fruncí el ceño a Bradley.
Cerré los ojos con fuerza un momento antes de abrirlos y ver como mis manos temblaban, no estaba bien, todo dentro de mí lo sabía y todo fuera de mí lo gritaba.
Suspiré antes de girar y mirar a Harry, él tenía sus ojos clavados en mí, y una sutil sonrisa saliendo de sus labios, solo la comisura de su boca se estaba levantando, solo un hoyuelo visible, pero era todo lo que necesitaba para perderme.
—Hola, Cassie— casi salté cuando lo escuché decir mi nombre, era tan nuevo, tan diferente y a la vez algo tan conocido para mí.
—Harry— mi mano fue apretada, baje la vista solo para ver como sus dedos sostenían los míos un momento, dejándome saber que no era un sueño, él estaba allí, a mí lado, ¿cómo había pasado aquello?
—¿Se conocen?— Bradley era el único que realmente nos estaba poniendo atención, el resto hablaba de nuevos proyectos y Luke, bueno, él parecía querer desaparecer, y ahí lo entendí, él sabía de Harry estando en Vancouver, de Harry atendiendo a la opera, él lo sabía todo y lo haría pagar por ello.
—Sí— Harry respondió con simpleza, vi la tensión en sus hombros, no le agradaba mucho Bradley, pero aun así era su jefe, debía respetarlo.
—Sullivan— el anciano del cual aun no sabía el nombre llamó su atención —¿Cómo lo ha tratado la ciudad? ¿Ha sido difícil el cambio?— hasta yo quería saber aquello, quería saber hace cuando estaba aquí y por qué.
—Es agradable, el clima no es muy diferente al de Londres— por alguna razón rieron, a mí no me pareció gracioso —Pero siempre es difícil acoplarse cuando no conoces a nadie— vi como sus ojos se apagaron un poco, fue completamente extraño.
—Pero, parece que conoces a la señorita aquí presente— alcé una ceja al anciano que se refirió a mí en forma despectiva, por eso no me gustaban los calvos.
—Ella no sabía que yo estaba aquí, ha sido una sorpresa encontrarnos— y lo había sido, aun estaba calibrando si era bueno o malo, que mis sentimientos estuvieran revueltos no era una buena señal, no me gustaba estar confundida.
—Increíble, hasta conseguimos unir amigos— el calvo aplaudió complacido, lo detestaba solo por mirarme mal, me juzgo sin conocerme así que le daba el mismo trato.
—Sí— dijo Harry simplemente.
Suspiré, no era amigos precisamente lo que éramos, él no era Ian, porque él y yo sí éramos amigos, ni siquiera podía decir que Harry y yo éramos novios, sacudí mi cabeza era mejor no analizar, terminaría odiando a uno de los dos, y probablemente ese uno no sería Harry.
