Capítulo 16

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Actualidad

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Revolví una vez más la taza de café frente a mí, estaba segura que el azúcar estaba más que diluida, pero estaba tan caliente que tenía miedo de que el liquido tocara mi boca. Suspiré, no me sentía del todo bien, podía sentir punzadas de dolor en mi pecho, era como estar ahogándose lentamente.

—El jetlag ha durado demasiado— Ed se sentó a mi lado con su propia taza de café, estábamos en la barra americana del apartamento, Luke estaba trabajando y nosotros organizando el desorden, mayormente ocasionado por Hilton.

—¿Qué?— estaba algo distraída, solo había asimilado la mitad de la frase.

—No puedes seguir diciendo que estás así por el cansancio del viaje, algo más te pasa ¿Qué sucedió en Londres?— Ed Pierce era demasiado sensitivo para mi gusto.

—¿Seguro que no estás estudiando psicología?— bromeé, pero no obtuve la respuesta que deseaba, solo una mala mirada.

—No cambies el tema— me advirtió, estaba peor que una mujer en sus días.

—Me encontré con mi pasado y me vengué— finalmente llevé la taza a mi boca, el calor del café me relajo, era simplemente asombroso como la sensación de calidez se apoderaba de mi pecho, tenía la perfecta cantidad de azúcar.

—¿Y eso es malo?— el bebía su café negro sin azúcar como si nada.

Sí, era bastante malo, porque me había gustado la venganza, al menos antes de descubrir que lo era.

—Mi venganza me mordió en el trasero— en el momento en que Harry habló del paraíso recordé todo, de cómo solía ser nuestro paraíso, de cómo ese día en el hospital se había ido sin mirar atrás, de cómo le había creído más a su hermana que a mí, de que se atrevió a cuestionar lo que sentía por él y lo que le había entregado y pensé que un poco de su propio chocolate era lo que necesitaba.

Recité las palabras que él me había dicho, las parafraseé un poco, pero era la misma idea, le dije que no lo amaba, le dije que su vida era miserable sin mí, le dije lo que él me dijo para herirme y alejarme, y había funcionado, quedó en shock y simplemente se detuvo, lo peor de todo es que tuve tiempo de escapar y ser una cobarde en paz, o simplemente una valiente delante de un tonto, ya no estaba muy segura de nada.

—¿Te dejo un morado?— ambos reímos, ese solo comentario aligero el ambiente. Negué con la cabeza —¿Entonces? Sé más específica, Reed— suspiré antes de clavar mi vista en la taza entre mis manos, solo con medio contenido.

—Pensé que vengarme me haría feliz, estaría satisfecha, pero simplemente se sintió como si el vacio en mi pecho no hiciera otra cosa que crecer y crecer— apoyé mi cabeza en mi mano que yacía en la barra frente a mí, ladeé mi cabeza y lo miré —¿Eso tiene más sentido?— pareció meditarlo un poco.

Era extraño, estar con un hombre dispuesto a escucharme, sin juzgarme y ayudándome a encontrarle sentido al desastre en mi cabeza, no era que Luke o Ian no fueran buenos amigos, o que incluso el idiota de mi hermano Jake, o Travis, Nick y Cal no estuvieran dispuestos a escucharme, era solo que todos tenían una conexión con Harry, todos lo habían visto al menos una vez en la vida, mientras Ed, lo único que compartía era el nombre.

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