Capítulo 17

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Alcé una ceja y observe el espectáculo que Bradley armaba, al parecer el tipo era amante de los problemas, no le basto con que le abollara el auto, ahora también quería que su cara sufriera el mismo destino, pero ¿Quién era yo para negarle sus des...

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Alcé una ceja y observe el espectáculo que Bradley armaba, al parecer el tipo era amante de los problemas, no le basto con que le abollara el auto, ahora también quería que su cara sufriera el mismo destino, pero ¿Quién era yo para negarle sus deseos?

—No hay atención al público, señor— la irritación de Jerry crecía al igual que mi amor por él, tal vez podría hacerlo un aliado, todos parecían querer correr de él, era algo a mi favor.

—No vengo a beber, gigante, vengo a ver a alguien, tengo una cita— fruncí el ceño, eso era nuevo, además tuvo la osadía de llamar a Jerry gigante, lo era, pero de ahí a decirlo hay una gran diferencia.

—¿Con quién tiene cita?— pasó por alto el calificativo de gigante, tal vez le gustaba que lo llamaran así.

—Con...— sus ojos se encontraron con los míos y no pude evitar rodar los ojos, su sonrisa no era correspondida, solo le choque el auto, ya pague, bueno, mi padre lo hizo, pero ese no era el punto, parecía que el sujeto creía que el destino nos había unido de alguna manera, tal vez lo había hecho para torturarme.

Si creo en el karma, básicamente podía decir que hice algo muy malo para estar pagándolo con él y yo juraba que no le debía a nadie, tal vez en una vida pasada, ahora lo creo todo posible.

—Cassandra, linda— me sonrió.

—¿Qué?— mi recién descubierta gemela de nombre alzó la cabeza y miró a Bradley como si fuera un insecto repugnante, que lo era, no por feo, era bastante atractivo y más si se le agregaba que usaba traje, lo que lo hacía casi irresistible, sino porque parecía un pegote en el zapato, como esos papeles que se te pegan en la suela y no eres capaz de quitarlo sin tocarlo, o tal vez solo era yo y mi mal humor contra el mundo en general, probablemente fuera eso, Ci no parecía para nada molesta.

—Nos volvemos a encontrar— rodeó a Jerry y camino hasta mi, besó mi mejilla y asintió para quien estaba parado tras de mí.

—Desgraciadamente— me lamenté, pude ver sobre su hombro a Ed tapándose la boca para no reír en voz alta, el maldito disfrutaba con mi sufrimiento, incluso le había dado el dato de que solía pasar el tiempo allí, por lo que casi se volvió un cliente regular.

—Eso fue grosero— una comisura de su boca se alzó, en realidad era atractivo y tal vez por eso lo odie más, había veces que incluso era simpático, pero mi mente estaba tan revuelta que no tenía tiempo de detallarlo o darle el trato que se merece, o tal vez solo era yo alejando a todos los que gustaban de mí y no me gustaban, te culpo a ti, Harry Sullivan.

—Lo sé, lo siento— hice una mueca, la cabeza me dolía.

—¿Un mal día?— preguntó.

—Un mal mes— con su mano agarro un mechón de mi pelo y lo llevo tras mi oreja.

— Nunca es un mal tiempo si tienes la oportunidad de respirar— negué con la cabeza, podía ser tan tierno, lo odiaba por eso, odiaba a los hombros tiernos, punto.

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