Capítulo 32

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Steve detiene el auto de repente, Ryan le da una mirada furtiva. Todos están tensos.
El auto de atrás, que conduce Owen para justo detrás, y Steve baja junto con Ryan. Cierran las puertas de un solo portazo. Ésta extraña actitud me exaspera.
Volteo a ver por el vidrio transparente de atrás del carro, y logro observar como están reunidos los chicos del otro coche.

Adam me ve fijo, haciendo un mohín en su frente —Debo salir, Steve me lo esta pidiendo, ya vuelvo. — yo asiento y Kiara se cruza del asiento de adelante para posicionarse a mi lado.

De repente un grupo de personas aparecen por el lado Este, Kiara se apresura a cerrar las ventanas del auto.

—Si tu olor logra salir de aquí, se olvidarán de la pelea y se centrarán en ti. —Me dice Kiara con una mirada nerviosa. 
Decido voltear a ver hacia atrás y veo cómo se le acerca uno de los tipos a Steve poniéndose justo al frente con una actitud retadora.

—Steve trata de arreglarlo por las buenas, y trata de justificar a Gideon sobre lo que ha pasado, aunque bien sabe que los del consejo de ancianos y sus súbditos jamás perdonan —aclara Kiara

Un ruido alarmante nos saca de lugar.
—Tranquilas soy yo, tendré que llevarte fuera de aquí Metzaly —dice Miguel, con una sonrisa de lado —Kiara, necesito que salgas del auto y ayudes a los demás.

—Claro —dice rápidamente Kiara. Antes de que salga yo la detengo tomándola del brazo. Ella me ve inquisitiva.

—No quiero que te vayas, necesito que te quedes —suelto a modo de aclarar porqué la tomé del brazo.
No conozco muy bien a Miguel pero, algo no está bien aquí.

—Ella tiene que irse —dice con rudeza, Miguel.

—He dicho que no quiero que lo haga —espeto molesta.

—Está bien —acata, noto la molestia en su rostro, y arranca de una vez.

Kiara me ve confundida, no se si decirle. Podría ser solo paranoia en mí. Pero ya no sé qué pensar.

—Hacia dónde nos llevas —pregunta confundida mi acompañante.

Su respuesta no llegó y ella volvió a insistir, pero en él solo se dibujo una sonrisa poco usual.

—Algo está mal aquí —me susurra al oído.

—Lo he escuchado, todo está bien mis queridas amigas.

—Tú no eres Miguel —le reta, Kiara.

—Sí lo soy —dice socarron —¿que no me ves?

—Esta es una ilusión Metzaly —dice Kiara con desconcierto.

—¡Demonios! —grita el aparente Miguel —Maldito Adam, por qué no se quedó allá.

Ambas volteamos a ver hacia atrás, y el coche en que venían los demás viene siguiendo el paso de este.

Kiara se abalanza contra Miguel, este pierde el control del volante.

—Lo siento chicas, no quería hacer esto — de repente Kiara cae sobre el asiento del coche, trato de ayudarle, pero mi visión se empieza a nublar, y se comienza a distorsionar en solo alucinaciones.

Logro percibir como frena el coche de repente, y luego alguien me saca en brazos del auto.
Poco a poco recupero mi visión y vislumbro el rostro de Miguel, todo va en cámara rápida y es porque él corre a velocidad luz según mi parecer.

Trato de forcejear pero es inútil
—Quédate quieta o tu misma te lastimarás.

—¿Tú no eres Miguel cierto? —indago.
Él se detiene justo detrás de un barranco.

—Aquí estaremos esperando por tu querido Adam, ¡ah! No, perdón a quien quieres es a Gideon ¿no? —yo me quedo completamente estática, y él se mofa de mi — Y claro que no soy el estúpido ese, solo opté su figura, él muy tonto confió en mí, y me contó más de lo necesario acerca de ustedes. Crees que ustedes iban sin que nosotros lo supiéramos, todo lo que pasaba con ustedes,  nosotros lo sabíamos. —de él brota una sonrisa fingida — Ahora, gracias a ti, podré ascender y tener más poder en el consejo.

Justo ahora, desearía que brotaran esos poderes que dicen que poseo.
No puedo dejar que atrape a Adam, así que en un imprevisto salgo corriendo. Pero no sirve de nada.
—¿Hacia dónde crees que ibas pequeña? —dice burlón, tomándome por la cintura fuertemente. —Eres muy bonita y audaz —dice acariciando mi mejilla, trato de apartar mi rostro de su agarre, pero es inútil.
Nunca había sentido tanto asco con tal cercanía. Él toma con fuerza mi rostro e intenta besarme, frunzo los labios hasta más no poder.

—Suéltala imbécil o Esquiel se dará cuenta de esto.  —él toma su forma original, y me tira hacia un lado. Es un hombre de estatura considerable, piel clara y corpulento.  —Mi mujer no se dará cuenta, a menos que tú se lo digas, pero solo que lo hagas desde el otro mundo, porque para entonces estarás muerto.  Ahora dime, respóndeme, ¿Por qué no Atenea? Era más fácil todo con ella, eh Adam. Pero no, tenías que complicarte la vida con Elizabeth y ahora "Metzaly".

Adam no espera y se le lanza encima. Tomándolo del cuello, ambos forcejean y realmente no sé qué diantres hacer.

Lazos del destino ©  [TERMINADA]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora